La Seducción de la Mafia (Saga Seducción entre Mafias) Libro 1

TÍTULO: NO CREO NI UNA SOLA PALABRA.

BURIAN.

Al llegar a la penthouse de Mijail, sólo sé encontraban 3 guardias custodiando la puerta, mis hombres sé bajaron del auto y sin darle oportunidad los ejecutaron de un sólo disparo.

Al tener el camino libre bajé y rápidamente nos adentramos al edificio.

Tomamos de rehén al recepcionista, ya qué sin una tarjeta no podríamos entrar, esté nos llevó allí, y cuándo él ascensor se detuvo en el último piso y pude ver la puerta la rompí al medio.

La furia qué sentía era inmensa, y aumentó mucho más cuándo vi a Mijail follando a la italiana.

Con la pistola ya en mis manos, le gatille un disparo al bastardo.

Me pareció qué todo fue en cámara lenta, vi cómo la bala rozó el rostro de la italiana y luego impactó en ése maldito, y luego cayó sobre una mesa de cristal detrás de él.

Las zorras gritaban cómo locas, la italiana estaba tambaleándose cómo sí estuviera ebria, me acerqué a ella y la jale del caballo, sentí muchas ganas de darle un balazo en el medio de la frente, y casi lo hago.

La muy descarada fingía no entender nada, luego sus brazos se enredaron en mí cuello y me besó, sentí mucho asco, su cuerpo desnudo aún tenía el sudor de aquel bastardo, le di una bofetada con tanta fuerza qué ella cayó contra la pared, pero al instante comenzó a convulsionar, la muy estupida había abusado del uso de las drogas.

No quise tocarla, me causaba rechazo, sentí por segunda vez el dolor qué Miya me había causado, pero ahora más fuerte, lo vi todo con mis propios ojos.

Marcos la cubrió con una cortina qué arrancó del ventanal y salimos hacia la clínica de un amigo, allí no me preguntan más de qué deberían.

Al llegar fuimos recibidos por el mejor personal médico, los cuáles sé llevaron a la italiana.

Yo me marché a mi residencia y Marcos quedo a cargo de la perra, yo no perdería ni un segundo cuidándola.

Al llegar a mí mansión mandé a varios de mis hombres al club de Vladimir a buscar a Miya, ella sería la nueva reina de todo lo qué me pertenece.

Aveces es mejor malo conocido que malo por conocer.

Horas después ellos llegaron con miya, aquella mujer sé veía feliz, traía con ella a su pequeño hijo, y a pesar de qué eran altas horas de la noche no dudó en cambiar todo a su antojo.

Lo primero qué hizo fue cambiar de lugar a tais y Magdalena, estás dos mujeres qué solían usar dos de las mejores habitaciones fueron cambiadas a habitaciones más simples, y me sorprendió, por un momento creí qué miya me iba a pedir qué las dejara en la calle o mínimo qué las mandaría a las habitaciones de empleados.

Mientras tanto yo, bebía un vaso de whisky en la sala, tais sé acercó a mi y me pidió qué intercediera por ella, pero me negué, desde hoy tendrán qué seguir las órdenes de mí mujer.

Cuándo me decidí ir a dormir recibí una llamada de Marcos, el me informo qué la italiana estaba mejor, pero lo siguiente fue un golpe duro, él dijo qué la maldita perra estaba embarazada, no quise oír más, tomé las llaves de mi auto y salí hecho un demonio.

En cuánto estuve en la clínica, el doctor qué atendió a la maldita intentó hablar conmigo, pero lo único qué pregunté fue sí era cierto lo del embarazo, el dijo qué sí y que necesitaba hablar conmigo pero lo dejé hablando sólo y entré a la habitación.

Ella sé encontraba dormida con su rostro de niña buena, pero sé muy bien qué sólo es cómo todas las mujeres, una maldita perra qué se entrega al mejor postor.

Me senté en el sofá y esperé a que despertara, y rato después lo hizo.

Ella no quiso complacerme y usé a sonya para obligarla, y si sé seguía negando estaba dispuesto a matarlas a las dos, pero no fue necesario.

La tomé a mí antojo, hice con ella lo que quise, en fin, aún sigue siendo mí puta.

Pero la sinvergüenza intentó enredarme, sé escuso con qué yo no había pagado por ella cuándo en realidad si lo hice, dijo qué Vladimir y Miya le causaron un aborto y qué él bastardo era mío, obviamente la desenmascare, ella hablaba de un maldito aborto cuándo aún llevaba el bastardo en el vientre.

Le di un fuerte golpe, me gustaría ser yo quien matara a ése bastardo indeciblemente, le di un aviso y luego me vestí y salí.

Y al estar en el corredor sonya sé acercó furiosa.

BURIAN--- porque sigue aqui está mujer, te dije que la llevarás a la mansión.

MARCOS--- señor creo qué debe escucharla.

BURIAN---¿ qué quieres ? ve al grano y que sea rápido.

SONYA--- eres un maldito, un poco hombre.

Ése pobre infeliz llevaba un hijo tuyo, y Vladimir junto a la perra de miya le hicieron tener un aborto.

BURIAN--- deja de hablar estupideces, ella aún está embarazada.

SONYA--- yo misma estuve allí, no puedes decir qué miento.

BURIAN--- Marcos llama al doctor qué atendió a la puta.

Al terminar de pronunciar mis palabras me senté y esperé, sonya me miraba fijamente y furiosa.

DOCTOR--- dime Burian.

¿ en qué puedo ayudarte ?

BURIAN--- explíquele aquí a la dama qué la mujer en aquella habitación está embarazada y no tuvo ningún aborto, y menos forzado.

DOCTOR--- déjame decirte qué la dama tiene razón.

La paciente tuvo un aborto y por cierto muy mal hecho.

Ella estaba embaraza de mellizos, y con el aborto qué le hicieron sólo quitaron un feto, ósea qué llegaron a una sola bolsa amniótica y por ello, se salvo uno de los bebés, ya qué no compartían la misma bolsa.

Pero el embarazo de la paciente es algo complicado, requiere de muchos cuidados, y prohibiciones.

Una de ellas es no tener sexo, y mucho menos consumir drogas, ya qué encontramos demasiados residuos de ellas en su cuerpo.

Tiene qué tener una dieta saludable, ya qué su estado es un poco deplorable.

Ella sé encuentra anémica, no sé estuvo cuidando con la alimentación.

Te recomiendo cómo tú doctor de años, qué cuides de ella, sé muy bien qué tú cuidas de las mujeres qué posees, pero está chica no está bien.

En los estudios qué le realizamos detectamos qué sufrió violencia, tiene golpes, sinceramente no comprendo cómo no perdió a los fetos sólo con los golpes qué recibió.

SONYA--- te lo dije, nosotras no te mentimos.

BURIAN--- cállate, de igual manera ésos bastardos no son míos, ella sé acostó con Mijail, seguro son suyos.

DOCTOR--- con permiso, yo me retiro, pero te aconsejo qué la dejes aquí por lo menos unos días más, necesita estar bajó cuidado médico para no perder el embarazo.

BURIAN--- no, ella viene conmigo, no perderé un sólo centavo más por ella.

Y tú sonya, tú también vendrás conmigo, te compré, ahora también me perteneces, y por tú propio bien sé una chica buena.