Silencio En La Oscuridad.

Makoto solo observa a su querida hermana Hikari, con una leve sonrisa.

Hikari, estaba dramática hasta cierto punto y luego se paró, se puso al frente de Makoto. Con una sonrisa y ojos llorosos.

- Vamos a hacer lo de siempre? - Dijo.

Makoto cambio su expresión lo más serio, y luego sonrió leve diciendo.

- Si, lo de siempre -Respondió Makoto.

Callo la noche, Hikari se levanto sonrío leve y luego se despidió. Abrió aquella puerta, salió.

Makoto solo miraba quieto, cerro levemente sus ojos y estaba apunto de dormí, pero escucho un ruido, se apagaron las luces en la cual se movían unos ojos al rededor del, makoto abrió los ojos.

-Hasta que al fin te atreves a venir-

-Sabes que siempre he venido por ti, pero ni Hikari me ha dejado verte. - Dijo aquella voz gruesa.

-Sebastián, nunca me dices la verdad, seguro te estabas metiendo con mujeres y hombres en mi ausencia. - Dijo Makoto con un tono dramático.

Sebastián se quedo callado, ya que Makoto decía la verdad, aunque se puso triste por a verlo herido y solo le miro por un rato hasta que decidió decirle.

-Tienes razón, te fui infiel por el tiempo que estuviste postrado en esa maldita camilla. - Dijo con un tono serio.

Makoto no lo podía creer, miro con los ojos llorosos al hombre que tenia frente de él. Cerro sus ojos.

-Lárgate de aquí no te quiero ver más en esta vida!- Diciendo con agonía.

Sebastián quedó sorprendido y salió de aquella habitación, cerrando levemente aquella puerta y escuchando antes la voz de Makoto entre lágrimas.

-Terminamos-

Makoto con un nudo en la garganta, lloro por un leve tiempo y luego sus ojos rojos terminaron más serio de costumbre y su rostro al igual. Esa noche termino con una sonrisa. Sonreía de maldad y en sus pensamientos.

-Por fin se termino esta maldita relación, maldito hombre desde que comenzamos a salir me aborrecía la idea de estar con este idiota.

Un rato después, Makoto se levanto de aquella camilla, camino lentamente a su alrededor mientras se colocaba sus prendas de vestir y luego salió de aquel cuarto iluminado. Su vista se poso a las hermosos colores de las plantas y arboles que estaban de aquel lado de la puerta final.

-Ahí estas- Dijo Hikari.

-Hermana- Dijo Makoto con una leve sonrisa.

Hikari le vio el rostro, tenia la cara más seria que había visto y se decidió decirle.

-Lo has hecho?

-Sí , lo hice, termine con Sebastián.- Dijo Makoto serio.

-Bien hecho, se lo merecía, ahora debemos hacer lo que falta y poder irnos de este maldito mundo de porquería- Dijo Hikari con una expresión algo histérica y cansada.

Makoto y Hikari se miraron entre un momento y luego caminaban por aquella calle llena de color. Las personas que pasaban a su alrededor les miraban algo extrañados, no habían visto a personas de esos rasgos y le quedan mirando con envidia y arrogancia.

-Personas como ustedes no deberían estar aquí- Dijo una señora que le miraba con envidia.

Hikari sonrio muy tiernamente al igual que makoto.

-Gracias a ti somos libres..- Dijeron juntos mientras poco a poco desaparecían sin dejar rastros y dejando a todos lo que lo miraban más sorprendidos.

-Ni la estrella más pequeña puede dejar de alumbrar en la inmensa oscuridad, ni siquiera la oscura tiniebla puede apagar una pequeña luz en todo el mundo. La luz es más colorida que una oscura habitación. -Dijeron al final antes de desaparecer.