Katy es una joven de 19 años que vivió en un orfanato hasta los 18. Actualmente trabaja como mesera, y conoce a Sebastian, un CEO millonario, mientras le servía a él y a sus amigos en una mesa.
Sin saberlo, Sebastian había hecho una apuesta con sus amigos para conquistarla y lograr que formara parte de su mundo de riquezas durante seis meses. Katy se entrega a la relación y termina embarazándose.
El día que planeaba contar que estaba embarazada, descubre la existencia de la apuesta…
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Capítulo 3
Katy
Llego a casa a las 20:40, Sebastian vive en un apartamento
“tríplex” en la azotea de un edificio de lujo en Nueva York, donde se encuentra la sede de
su empresa de tecnología, es uno de los hombres más ricos y exitosos del
momento, así como sus mejores amigos, Henrico, Dimitre y Max, estudiaron
juntos en Harvard y son amigos desde entonces...
Dejo el vino y la tabla de quesos en la cocina en el primer
piso, me quito los zapatos, pues me duelen mucho los pies... desde la cocina escucho las
risas y las voces en el segundo piso donde está la sala de juegos... en el tercer
piso están las habitaciones... subo, les doy un saludo antes de subir a la habitación
y tomar mi baño relajante…
Cuando estoy a punto de tocar la puerta y entrar, escucho la voz
de Dimitre...
Dimitre — ¿Y ahora Seb que ganaste la apuesta, qué vas a
hacer con la camarera? Ya tienes la llave de tu yate, hasta puedes rebautizarlo
jajajaja
Max — Es verdad Seb, ¿qué vas a hacer ahora, vas a patear a la pobre
chica ya que conseguiste lo que querías, mostrar que puedes conquistar a cualquiera y
mantenerla enamoradita por 6 meses, presentarla en la sociedad como si fuera una
de nosotros...?
Rico — Yo pienso que esta broma fue demasiado lejos... podrías
haber salido con ella hasta llevarla a la cama y después despedirla, no necesitas
quedarte con ella todo este tiempo Seb, y ahora ¿qué va a ser de ella...? y además, ni siquiera
necesitabas un yate nuevo... tienes el tuyo, que es excelente por cierto... no
me gustan estas bromas que involucran la vida de otras personas…
Sebastian — Cálmense gente jajajaja, no voy a despedirla
todavía, no terminé con ella todavía... nunca nadie me excitó tanto en la cama como
ella... solo voy a despedirla cuando me aburra... y todavía no ha sucedido jajajaja
Max — ¿Será que mi amigo está enamorado? Jajaja
Dimitre — Dentro de poco le pide matrimonio a la camarera
jajajajaja
Sebastian — No voy a pedirle matrimonio a nadie...
primero porque no pretendo casarme tan pronto... segundo, cuando me case, tendrá
que ser con alguien de mi clase, necesito una esposa que sepa desenvolverse en la sociedad
en la que vivo, que sepa recibir a mis invitados en las cenas de negocios, y además
quiero hijos y no puedo tener hijos con cualquiera... principalmente una
mujer tan simplona y sin estudios... ¿qué tipo de niño crecería...?
Rico — E snob jajajajaja
Mis oídos están zumbando, escucho a lo lejos que se ríen de
lo que dice Rico… cuando me doy cuenta, estoy sentada en el suelo apoyada en la puerta...
lágrimas corren por mi rostro, me pongo las manos en la boca para no hacer ruido,
no quiero que me escuchen... Con mucho esfuerzo me levanto y subo las escaleras a
nuestra habitación... estoy desesperada, no consigo parar de llorar y temblar...
nunca sentí un dolor tan grande dentro de mí... parece que mi corazón está
siendo desgarrado... cómo pude ser tan idiota... todo este tiempo estaba en mi
cara... la manera en que me presentaba a los demás... no importarle que yo
trabajara como camarera... estaba siendo el hazmerreír para ellos... Dios mío, ¿qué
hice yo para merecer esta humillación de parte de ellos...?
Busco una mochila en el vestidor, intento hacer las cosas lo más silenciosamente posible, pongo de cualquier manera en la mochila, solamente la
ropa que traje cuando vine para acá... no quiero nada de él... ni los vestidos
de marca, ni los bolsos y joyas, mucho menos los zapatos caros... junto
mis cositas y mis documentos... intento calmarme y bajo las escaleras muy
despacio y sin hacer ruido... ellos todavía están en la sala de juegos riendo y
hablando alto... cierro mis oídos, pues no quiero escuchar más nada que venga
de la boca de ellos... creo que están bebiendo hace horas, pero eso no cambia las cosas
que dijeron... 6 meses... 6 meses siendo una idiota... una broma para ellos…
Consigo salir del apartamento, ya en la acera paro un taxi y
entro... cuando me siento en el coche vuelvo a respirar, ni siquiera me di cuenta de que estaba
aguantando la respiración... ¿y ahora? ¿Adónde voy? No puedo quedarme más
en esta ciudad, no voy a conseguirlo... necesito huir, no quiero nunca más tener
que mirar la cara de Sebastian... cómo puedo amar tanto a un hombre que yo no
conocía... Señor, esto no puede ser amor... esto tiene que pasar... está doliendo
tanto... El conductor del taxi se queda mirándome y esperando que le diga para
dónde ir... limpio las lágrimas con vergüenza y le pido que me lleve al aeropuerto...
tengo mis ahorros, voy a comprar un
pasaje para cualquier lugar, después veo
qué hacer con mi vida y la de mi bebé... ¡Dios mío! Todavía está el bebé... por
un momento olvidé que cargo una vida...
Mi celular suena, avisando que llegó un mensaje... miro
la hora, son las 21:30, no pasó ni una hora desde que llegué y escuché todo lo que
dijeron... pero para mí, parece que fueron horas... estoy exhausta, mi cuerpo
pesado... El mensaje es de Sebastian queriendo saber si salgo a las 11 hoy y qué
voy a querer cenar... él no se dio cuenta de que estuve allí todavía, pues dejé las
cosas que traje en la cocina... Apago el celular... En noche de póquer ellos
siempre juegan hasta la medianoche por ahí,
después que yo llego y me baño ellos se van... Eso es bueno porque da tiempo
de tomar mi vuelo sea para donde sea y desaparecer…
Llego al aeropuerto y veo para dónde es el primer vuelo que sale
para dentro de los Estados Unidos, no puedo ir para fuera, pues no tengo
pasaporte... El primer vuelo que sale en 20 minutos va para Dallas... tendrá que
ser ese mismo... llegando allá veo para dónde voy... Compro el
pasaje, hago el check-in y cuando me doy cuenta ya estoy en el avión despegando...
Lloro todo el vuelo... todo esto está siendo demasiado para mí...
nunca pasé por una decepción tan grande
así... Cuando perdí a mis padres yo tenía solo 3 años, crecí en el orfanato y no
tengo recuerdos de mis padres y del accidente que se los llevó... después que cumplí
18 años y salí del orfanato fui a vivir con Ana que también tenía 18 y salió junto
conmigo... Alquilamos un apartamento pequeñito y bien sencillo porque era lo que conseguíamos
pagar con el salario de camarera... no conseguí entrar a una facultad, pues lo que ganaba solo daba para comer y pagar el alquiler... pero siempre tuve sueños,
siempre quise más... pero la vida no había sido fácil para mí y las puertas
nunca se abren para alguien que viene de un orfanato y no tiene raíces...
Llegamos a Dallas y yo todavía no pensé en qué hacer
o para dónde ir... la Ciudad es muy grande así como Nueva York, y no quiero
quedarme en una ciudad así... la experiencia en una ciudad así no fue buena y
no quiero criar a mi hijo aquí... pero necesito economizar... entonces tomo un taxi
y le pido que me lleve a la terminal de autobuses, llegando allá veo una ciudadecita pequeña aquí
mismo en Texas para recomenzar y donde él no pueda encontrarme... a pesar de que
él ya ganó su apuesta, creo que no vendrá detrás de mí...
Llego a la terminal de autobuses, busco en la ventanilla el nombre de las ciudades,
veo cuándo sale el primer autobús y para dónde va... Dreamsville, prendo el celular
rapidito e investigo cuántos habitantes tiene... 3.435, es esa misma... vamos
a intentar recomenzar allí y sea lo que Dios quiera... Compro mi pasaje con la
Identidad así como hice en el aeropuerto y no con la licencia de conducir... No
quiero dejar pistas para atrás para el caso de que alguien intente encontrarme... Yo no sé el motivo de que mi identidad hecha en el orfanato solo tenga el
apellido de soltera de mi madre... En la identidad me llamo Katerine Taylor y
en la licencia de conducir mi nombre está con el apellido de mi padre así como
en el registro de nacimiento, Katerine Jordan... Así embarco en el autobús camino
de mi nueva vida...