Después de llevar una vida de mafiosa, Camila Núñez muere en su mundo y despierta en otro diferente, siendo una mujer que está destinada a morir joven.
Cómo ya sabe el destino que le espera, ella no se quedará a esperar que la muerte le llegue por segunda vez.
Si en su primera vida no se dejó intimidar por alguien, en ese mundo menos, que cuenta con el poder y la magia.
NovelToon tiene autorización de Yaneidis Pérez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Reclamos
Mientras aquella descerebrada estaba pensando en hacer cosas despreciables para conseguir el amor del príncipe, Oliver por fin se instalaba con éxito en una habitación que le asignó la emperatriz de Lumia.
Gracias a su buen diálogo y un par de monedas de oro, Oliver ha investigado la vida de la emperatriz y le resulta una ridiculez que ella esté casada con semejante enclenque, el cual tiene una amante.
Tales personas para Oliver son menos que unas alimañas, y las tendrá en su lista negra, para eliminarlas.
Ese día no salió de su habitación pensando en su linda emperatriz, y tiene pensado ganarse su confianza con hechos leales.
Al día siguiente, Yadira estaba en su oficina, y el joven que entró a trabajar en el día de ayer se reporta con ella, para que se le indique todo lo relacionado a su trabajo.
Ella le indica qué hacer.
—Tu misión es encárgate de que las gárgolas sean eliminadas, espero ver excelentes resultados de tu trabajo, ninguno ganó el duelo, y por lo tanto me quedo con la espada — dice ella de manera directa y Oliver le responde con honestidad.
—La espada es buena, pero puedo conseguir una más adelante. Además ya ha visto mi gran desempeño en combate, deje todo en mis manos y le aseguro que solo verá el éxito, buscaré el origen de esas cosas, y haré mi trabajo— afirma Oliver lleno de confianza.
Yadira al escuchar eso, se levanta de su asiento y le pide a Oliver seguirla. Hoy mismo lo dará a conocer como su general.
Al poco tiempo, ambos estaban en a dónde estaban los soldados.
Yadira le hace una seña a su fiel amigo, y esté reúne a todos los soldados de allí, los cuales son unos cinco mil. Es claro que la guardia imperial necesita ser reformada.
—El hombre a mi lado será su general a partir de hoy, él velará por el bienestar de todos nosotros— afirma ella y una oleada de murmullos se escuchan.
Eso la motiva a seguir.
—Quien no esté de acuerdo en lo que acabo de decir, puede irse de allí— dice Yadira y se queda mirando a todos allí, entre los soldados, logró reconocer al soldado que dejó escapar a la anterior Yadira y lo llamó adelante.
—¿Dime tu nombre soldado?— pide ella y el hombre dice su nombre, mientras hace una reverencia.
—Majestad, mi nombre es Fabio, soy hijo del duque Duran, hoy es mi cuarto día como soldado— confesó el soldado y Yadira decide premiarlo por al menos ser el único en querer salvar a la anterior Yadira.
—Es maravilloso ver personas como tú entre mi ejército, tú serás comandante del primer escuadrón imperial, espero buenos resultados de ti— dice ella y los soldados que tienen más tiempo que aquel recién llegado se comienzan a quejar, pero la precisión espiritual de Yadira los hace hacer silencio.
—Quien quiera morir en mis manos que se revele, no voy a tolerar traición y menos malos tratos hacia un compañero — le grita Yadira y sale de allí, siendo seguido por el nuevo general y Yami.
Cuando llegaron a la oficina, para arruinar su día estaban los tíos de Yadira esperando por ella, ellos llegaban a reclamar algunos asuntos, tales como lo sucedido con Martina, porque eso estaba afectando sus negocios. Ese día entraron al palacio con ayuda de Aurelio.
—Por fin llegas, llevamos tiempo esperando por ti— dice su tío nada más llegar.
—Que yo sepa, no teníamos nada programado para hoy, así que se pueden ir, no tienen permitido estar aquí— recuerda ella nada más sentarse en su asiento.
La esposa de su tío protesta en respuesta.
—No puedes hablarnos así como si fuéramos tus sirvientes, tu tío y yo te hemos cuidado desde que murieron tus padres y así es como nos paga, vaya mala agradecida tenemos como sobrina— dice ella y Yami y el general se enojaron, pero Yadira levanta una mano para que se calmen.
—¿Ya no le he dicho que conozcan su lugar? Parece que no he sido tan clara al respecto— grita Yadira y ambos se asustan.
El tío fue más inteligente que su esposa y se fue en sumisión. Le conviene estar en buenos términos con su sobrina.
—Sobrina, disculpa nuestro mal comportamiento. Hoy hemos llegado para pedir tu ayuda con lo sucedido con tu prima, como verás, hemos tenido muchas bajas por las habladurías que se escuchan en el imperio y eso no es bueno para la familia imperial — dice él y Yadira sonríe de manera burlona.
—¿En qué me beneficia sus negocios?— pregunta ella con burla y su tío palidece.
Él trata de desviar el tema.
—Mi reputación y la de tu prima son responsabilidad tuya, además de que debes de intervenir por ella, esto no puedo seguir así, además de que ya llegó el día de recibir lo acordado cada mes y aún no ha llegado nada a nuestra mansión — dice directamente el tío y Yadira se pone seria. Esa gente es una sanguijuela.
No creyó que esos dos fueran tan caradura como para venir aquí a preguntar por el tesoro que cada mes se le entrega.