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SEDUCIENDO A MI EX SUEGRO

SEDUCIENDO A MI EX SUEGRO

Status: En proceso
Genre:Traiciones y engaños / Amor-odio / Venganza de la protagonista / Casada con el millonario / Jefe en problemas / Triángulo amoroso
Popularitas:16.2k
Nilai: 5
nombre de autor: Lilith James

Emma lo tenía todo: un buen trabajo, amigas incondicionales y al hombre que creía perfecto. Durante tres años soñó con el día en que Stefan le pediría matrimonio, convencida de que juntos estaban destinados a construir una vida. Pero la noche en que esperaba conocer a su futuro suegro, el mundo de Emma se derrumba con una sola frase: “Ya no quiero estar contigo.”

Desolada, rota y humillada, intenta recomponer los pedazos de su corazón… hasta que una publicación en redes sociales revela la verdad: Stefan no solo la abandonó, también le ha sido infiel, y ahora celebra un compromiso con otra mujer.

La tristeza pronto se convierte en rabia. Y en medio del dolor, Emma descubre la pieza clave para su venganza: el padre de Stefan.
Si logra conquistarlo, no solo destrozará al hombre que le rompió el corazón, también se convertirá en la mujer que jamás pensó ser: su madrastra.

Un juego peligroso comienza. Entre el deseo, la traición y la sed de venganza, Emma aprenderá que el amor y el odio

NovelToon tiene autorización de Lilith James para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 23

Emma

Bajo despacio las escaleras, ya cambiada en ropa más cómoda. El vestido rojo quedó olvidado en algún rincón de la habitación y ahora llevo una blusa de tirantes con un short. Me froto las manos, intentando calmar el cosquilleo nervioso en mi estómago, mientras me acerco a la cocina donde el aroma a especias me llama y, cuando entro, siento que se me paraliza el corazón.

Robert se encuentra de pie junto a mi madre, con un delantal puesto y las mangas de la camisa arremangadas hasta los codos. Se ve completamente fuera de lugar y, al mismo tiempo, demasiado cómodo en esa cocina que siempre consideré territorio exclusivo de mi madre. Ella le sonríe como si lo conociera de toda la vida, como si fuera un viejo amigo de la familia. Y él… él la hace reír.

Mis rodillas flaquean y me aferro al marco de la puerta.

Si tan solo supiera.

Si tan solo pudiera imaginar que este hombre es el padre de Stefan… y que pasé todo el día de ayer con él, de la manera más impensable. Me da un vuelco el estómago solo de pensarlo.

Por lo menos doy gracias a los cielos de que mi padre no está en casa; fue a casa de mi tío a ver un partido. No sé cómo manejaría verlo a él también en medio de esto.

—¡Ah, Emma, justo a tiempo!— Dice mi madre cuando me nota en la entrada. Me pone en las manos una tabla y unas cebollas. —Anda, pica estas para la salsa.

Respiro hondo, asiento y me coloco en la mesada. Empiezo a picar con torpeza, mientras mis ojos viajan inevitablemente hacia Robert. El hombre se mueve por la cocina como si llevara años practicando en esa misma estufa, y cada vez que suelta un comentario, mi madre ríe como si estuviera en la mejor compañía.

El contraste me abruma: él, tan natural en esta escena doméstica, y yo, luchando por no dejar que los nervios me delaten.

—Y dime, Robert— Pregunta mi madre de pronto, con esa curiosidad suya que nunca perdona. —¿Cómo se desempeña mi hija en el trabajo?

Mi respiración se corta en seco. Me preparo para escuchar lo que va a decir.

—No puedo responderle esa pregunta aún— Responde él con calma y lo miro de reojo, tensa.

—¿Cómo que no?— Pregunta mi madre, confundida. —Algo debe estar haciendo bien como para tenerlo de invitado en el almuerzo.

Él sonríe y dice:

—Es porque de hecho… todavía no es oficialmente parte de mi equipo. Viajé hasta Francia para tener una junta con ella y tratar de convencerla de ser mi jefa de Marketing.

El cuchillo se me resbala de las manos. El filo se incrusta en mi dedo y un quejido se me escapa antes de que pueda contenerlo.

—¡Emma!— Exclama mi madre, soltando lo que tiene en las manos.

Robert reacciona más rápido. Agarra unas servilletas y se acerca a mí, sujetándome la mano con firmeza y presionando sobre la herida. El calor de sus dedos sobre los míos me nubla más que el dolor punzante en el dedo.

—Tranquila, no es nada grave— Murmura, como si estuviera calmando a un niño.

Mi madre corre a buscar el botiquín, dejándonos a solas por un instante. Y yo aprovecho para detener lo que sea que está tramando.

—¿Qué estás haciendo?— Le digo entre dientes.

Sus ojos azules me taladran, imperturbables.

—No puedes mentirle así a mi madre.

Su expresión no cambia.

—No estoy mintiendo. Hace tiempo que busco a alguien para mi equipo de Marketing. Y tú me has parecido la mejor opción.

Mi boca se abre, dispuesta a refutar, a gritarle que deje de jugar con mi vida. Pero justo entonces, mi madre regresa con el botiquín y se lo entrega.

Robert lo abre sin titubear, toma desinfectante y gasas, y con una paciencia inesperada empieza a curarme él mismo, como si lo hubiera hecho mil veces antes.

No dejo de mirarlo mientras envuelve con cuidado la gasa alrededor de mi dedo. La presión de sus manos es firme, pero también hay una suavidad que me desarma. Robert mantiene la concentración en la herida como si fuera lo único importante en el mundo, y yo apenas puedo respirar.

Mi madre, está de pie junto a nosotros, nos observa con un ceño fruncido que me hace temblar más que el propio dolor.

—Llamaré a tu padre— Dice de pronto.

—¡No!— Grito sin pensarlo.

Ambos me miran sorprendidos. Mi madre da un pequeño respingo y Robert suelta un bufido, apenas audible, como si se divirtiera con mi reacción.

—No es necesario molestarlo por una pequeñez— Digo rápido, buscando suavizar la situación, aunque el corazón me late desbocado. —La herida no es nada grave, ¿verdad, Robert?

Él levanta la vista hacia mí, con esa chispa de burla escondida en sus ojos. Asiente despacio, recoge todo lo utilizado y lo tira en la basura. Después, le entrega el botiquín a mi madre con un gesto impecable, como si fuera un invitado modelo.

Ella murmura algo y vuelve a salir de la cocina, dejándonos otra vez a solas.

En cuanto desaparece, Robert no pierde el tiempo. Se acerca a mí con pasos firmes, y antes de que pueda retroceder me toma el rostro entre sus manos. Me obliga a alzar la mirada y, cuando siento el calor de su piel en mis mejillas, el aire se me queda atrapado en la garganta.

Su boca roza la mía con un beso lento, tierno, completamente opuesto a la ferocidad con la que estuvo devorandome horas atrás. Es un contraste que me aturde, ya que no se cuál me gusta más. Cuando se aparta, se pasa la lengua por los labios, como saboreando mi sabor, y yo me quedo inmóvil.

Los besos de Robert son más adictivos que cualquier droga.

—Continuaremos con este juego de adolescentes— Murmura solo para los dos. —Hasta que estés lista para decir la verdad.

Lo miro aún nerviosa.

—Dame tiempo. Necesito buscar la mejor manera de decírselo a mi madre— Suspiro. —No es nada fácil decirle algo así cuando ni siquiera estamos en una relación definida.

La expresión de Robert se endurece.

—¿Eso es lo que quieres?

—¿Qué cosa?— Pregunto sin entender a lo que se refiere.

Sus ojos se clavan en los míos, como buscando algo.

—Que estemos en una relación.

Niego rápido y el calor subiéndome a la cara.

—Eso no fue lo que quise decir…

Pero no tengo oportunidad de seguir. Mi madre regresa justo en ese momento, obligando a Robert a soltarme y poner distancia entre nosotros con la misma naturalidad con la que estaba hace unos instantes. Él da un paso atrás, recuperando su aire impecable, mientras yo me esfuerzo por parecer normal cuando todo dentro de mí arde.

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Aracelis Durango
En mi opinión, Independientemente de si se queda o no debe decirle en ese mismo momento lo que paso con Stefan y salir de eso lo antes posible
Alison Mendoza Sotelo
Nesesito una pareja contra viento y marea
Alison Mendoza Sotelo
Que se quede y de una vez cuente todo xfabor
Beth Bo
Será que nos pueden dar un baby Falcone por favaaaaaar
Beth Bo
Pobrecita, Stefan la traumó con eso del aburrimiento
Beth Bo
No puedo creer que este cucaracho sea hijo de Robert
Beth Bo
Esooo!!! Robert no la esconde, quiere que todos la conozcan
Beth Bo
Esooo!!! Robert no la esconde, quiere que todos la conozcan
Mauge Albornoz Diaz
sii se tiene q quedar!! deben ser felices juntos
Monica Hernández
siiii que se quede y obvio ella le tiene que decir lo que sucedió con Stefan antes de que la víbora de la ex esposa lo sepa y se lo diga ojalá que Emma ya se lo diga y que Robert falcone le de la revolcada de su vida que saque a relucir lo celoso posesivo y que la marque así Emma sabrá a aquien pertenece 🤭🤭🤭
Monica Hernández: total ya le dijo que aunque se vaya la encontrará que más da si emma le da el susto para después darle el gusto🤭🤭🤭 ya le dio una probadita o adelanto
total 1 replies
Griselda Enrique
obvió no se le puede decir NO a un papucho como el 🥵🥵🥵🥵🥰🥰🥰🥰🥰🤭🤭🤭🤭
Nancy RoMo
si q se quede 😁
Nancy RoMo
yo tambien necesito uno con urgencia 🥹🥺😅🤣
😍❤️кαяєи🍀🇻🇪
que se quedé.!!!!! que se quedé... que sigan disfrutando de los placeres de la vida.. jajajaja ❤️‍🔥❤️‍🔥😍😍
ana luisa
Que se quede es su mujer que luchen los dos que hablen y sesn sincero
ana luisa
Que se quede es su mujer que luchen los dos que hablen y sesn sincero
Emperatriz Reales
Huy q caliente este capitulo
Emperatriz Reales
Enma tiene q hablar claro, las mentiras solo entierran lo bueno q pueda existir
Aracelis Durango
Emma sincerate con Robert y deja de lado la venganza ya no hay vuelta atrás ya están tan enamorados 😍 que se reconcilian de una vez
Aracelis Durango
Yo quiero un Robert también, pero allí está el pero que va a pasar cuando sepa que Emma era su nuera y ya no solo espero que lo tome bien. Emma aprovecha y dile a Robert porque en algún momento lo tiene que saber
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