Hannah CEO: Frígida Venganza

Hannah

Para mí mala suerte mi padre tenía razón y el idiota es bueno en su trabajo. No puedo despedirlo por algo que sucedió hace más de una década pero si puedo hacer sus días laborales incómodos.

Cecilia ha comenzado con dolores pero no quiere irse a su casa y tomar licencia aunque se lo decimos reiteradas veces. Está a un mes de ser madre. Límite sus labores a atender el teléfono y programar reuniones, ya no le pido ni un café ni copias porque se siente muy pesada con su embarazo

Mientras estaba pensando en conseguir un reemplazo para Cecilia, una idea cruzó por mi mente. En vez de secretaria, tendré secretario.

-*Traeme un café

-¿Disculpe?

-No. Un café negro con dos cucharadas de azúcar y apúrate que para eso te pago

-Enseguida señora*

Vi a David morderse el labio para no responderme y salió en búsqueda de mi café. Yo no puedo arruinar su vida ni marcarla para siempre como hizo con la mía pero si puedo joderle la existencia hasta que decida renunciar voluntariamente.

Entró con mi café, le di un sorbo

-¿*Que es esto?

-Su café

-No me gusta y está frío. Hazme otro*

Salió de la oficina ofendido pero ni modo, se aguantará. Cómo necesita el trabajo resistirá humillaciones, interesante. Yo buscaba amor y no lo que recibí pero acabe siendo humillada públicamente.

Ya soy incapaz de llorar, demasiado lo hice. No puedo ser madre tampoco ni disfrutar del sexo sin que se me venga a la mente lo que sufri mi primera vez. Lo odio. Para colmo no se acuerda de mí o finge no hacerlo.

Cuatro cafés me preparó Palmer en una hora y no tome ninguno. Ahora intentaba complacerme el infeliz, jamás le será posible.

-*Cuando Cecilia tenga su bebé, ocuparás su lugar

-Pero...

-¿Pero?

-Si señora, como usted desee*

Dos semanas después

Cecilia rompió fuente y fue llevada de emergencia a la clínica. Palmer fue ascendido a secretario presidencial. No debí de hacer demasiado, solo pedir que movieran los teléfonos a su escritorio que por órdenes de mi padre sigue en mi oficina.

-Tiene una llamada del abogado

-Diga

-Buenos días, su esposo desea reunirse con usted personalmente para hablar sobre el divorcio

-¿Es realmente necesario?

-Si no desea que el vuelva a aplazar todo le recomiendo que lo haga porque fue muy claro al respecto

-Bien. Dígale que lo espero en mí oficina uno de estos días, él ya sabe mis horarios

-Perfecto, se lo comunicaré. Que tenga buen día

-Muchas gracias. Igualmente

Ahora que diablos quiere mí querido ex esposo no se. Seguro más dinero, es lo único que le interesa. Se cree que yo tengo que mantenerlo junto a su secretaria multiusos. Según los rumores ha perdido varios casos y seguro por eso su economía está mal. Cómo acostumbra a gastar...

Mientras tanto mí secretario estaba trabajando, es eficiente este desgraciado y demasiado meticuloso en su labor lo cual me enfurece porque no encuentro como despedirlo si es eficiente