Él ayuda a su mejor amigo a castigar a su hija dándole un empleo en su empresa, pero lo que no contaba era que ella estaba completamente diferente de lo que recordaba. La deseó en cuanto la vio entrar en su oficina. Ella siempre ha estado enamorada de él y lo tentará como el mismo diablo.
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Capítulo 14
Con Mel
Termino de arreglarme y miro a mi mejor amiga que todavía está acostada.
Mel- Despierta princesa.
Rafa- 10 minutos.
- Murmura mientras se cubre con la sábana.
Mel- Vas a trabajar, levántate perezosa.
- Me mira y resopla.
Rafa- Tengo muchas ganas de golpear a ese desgraciado.
- Me río a carcajadas.
Mel- Eso terminará en boda, ya te lo dije.
Rafa- Prefiero que me entierren viva a casarme con ese idiota.
Mel- Carlos no es tan malo.
- Es un rubio de 1.90, todo tatuado y de ojos azules. "Es lindo pero mi amiga no quiere ceder, pero sé que en el fondo se gustan".
Rafa- No eres tú la que tiene que lidiar con él.
- El padre de Rafa abrió una empresa hace años con su mejor amigo y hoy son Rafa y Carlos quienes están al frente de la empresa y ambos se la pasan peleando.
Mel- Esto todavía va a terminar en boda.
Rafa- Me pongo una piña en el c* pero no me eches esa maldición, Melissa, ¿qué clase de amiga eres?
- Me río a carcajadas y ella se levanta, toma un conjunto mío de trabajo y vamos a desayunar. Después de arreglarnos, nos subimos al auto, la dejo en la empresa y luego vamos en dirección a la empresa de Henry. Mi corazón se acelera, entro en el ascensor y respiro hondo.
Mel- ¡Sé fuerte! Tú puedes.
- Las puertas se abren y voy directo a mi escritorio. Pongo todo en su lugar, me levanto y voy a su oficina. Tan pronto como lo veo, pierdo el aliento. "Está sin camisa, el desgraciado está sin camisa." Sonríe maliciosamente. Trago saliva.
Henry- Buenos días, Melissa.
Mel- Buenos días. Vine a buscar los documentos que usted firmó.
- Se pasa la mano por el pelo "y me doy cuenta de que acaba de ducharse". Contrólate, Mel, te ordenó que lo olvidaras...
Henry- Claro, aquí tienes.
- Lo toma de encima del escritorio y me lo entrega. Tomo los papeles y salgo como si nada hubiera pasado, pero por dentro estoy hirviendo. Me siento y respiro hondo. La mañana pasa rápido. A la hora del almuerzo, hago nuestros pedidos habituales y pronto llega el repartidor del restaurante. Pago y voy a la cocina a ponerle la comida en el plato. Cojo el jugo y lo pongo en la copa y se lo llevo. "Henry está concentrado en la pantalla del portátil." Lo pongo sobre la mesa y lo miro.
Mel- Si necesita algo más, solo llámeme.
Henry- Espere un minuto.
- Termina de escribir y se pone de pie con una carpeta en la mano, pero antes de que me la entregue, me acaricia la cara. Me quedo petrificada por su reacción. Toma un mechón de mi cabello y lo coloca detrás de mi oreja.
Henry- Eres tan hermosa, Melissa.
- Doy un paso atrás y lo miro.
Mel- ¿Es para la reunión?
- Señalo la carpeta. Él sale de su trance y se aparta.
Henry- Es el contrato que me entregó el abogado ayer. Quiero que lo revises. No he tenido tiempo.
Mel- Claro.
- Con las piernas temblorosas, salgo de su oficina sintiendo mi cuerpo arder de deseo. "Solo quería sentarme en su escritorio, abrir las piernas y que me follara."
Mel- Melissa Connor, ¿qué clase de pensamientos son esos?
- Me regaño a mí misma y voy a almorzar... Después de cepillarme los dientes, vuelvo a mi escritorio. Llega la hora de la reunión y llamo a su puerta.
Henry- Adelante.
- Abro la puerta.
Mel- La reunión.
Henry- Vamos.
- Voy a mi escritorio y cojo la carpeta.
Henry- ¿Ya has leído el contrato?
- Habla detrás de mí y siento un escalofrío recorriendo mi cuerpo.
Mel- Sí.
Henry- ¿Estás tensa?
- Pega nuestros cuerpos y siento su bulto en mi trasero.
Henry- ¿Necesitas ayuda?
- Susurra en mi oído, provocándome escalofríos por todo el cuerpo. Me alejo y lo miro seria.
Mel- Espero que esto no vuelva a suceder.
Henry- ¿No quieres?
Mel- No soy una niña, Henry. Primero pusiste un límite entre nosotros dos y voy a respetar ese límite. Vamos a actuar como dos profesionales.
- Me dirijo a la sala de reuniones con él detrás de mí, gruñendo.
Henry- Ya veremos, Melissa.