Volví a la manada que tanto he odiado, estando dentro de esta manada me trae recuerdos de aquella noche, estuve apunto de morir y la única manera en la que podía sobrevivir era recibiendo tratamiento en el mundo humano, pero los miserables de los reyes trillizos alfas les habían negado a mis padres la opción de ir al mundo humano ya que el odio que le tienen los hombres lobos a los humanos es demasiado, el recuerdo de mis padres arrodillados pidiéndoles que los dejaran ir para poder salvarme no sale de cabeza, ellos le dieron la opción de que si se iban no podían volver a la manada y así fue como mis padres y yo terminamos siendo unos renegados prohibiéndonos la entrada a la manada Luna real. Y ahora después de ocho años les piden a mis padres volver ¿para que? Eso lo sabremos muy pronto
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Capítulo 12
Bajo las escaleras lo más que puedo, mi teléfono suena lo miro y me detengo de golpe al ver quien me llama ¡Gissel! ¡Me va a matar! No le he enviado y fue lo primero que me dijo que hiciera, tomo la llamada antes de que corte.
—Ho...
—Emma Davis, ¿Se puede saber que parte de que me llames cuando llegues no entiendes? — me corta molesta.
—Lo...Lo siento mucho, iba a llamarte pero es que pasaron tantas cosas que...
—¿Que cosas es más importante que tú mejor amiga? — pregunta.
—He encontrado a mis compañeros.
—Aa. Así que eres de las amigas que abandonan a sus amigas por su pareja.
—Claro que no. Sería incapaz de algo así, enserio lo siento si supieras quienes son no seguirías enojada.
—Espera, ¿acaso dijiste quienes? Ósea es mas de uno — pregunta — bueno ahora si te perdono ¿Dime quienes son?.
—Los trillizos — digo en voz baja, Gissel se queda en silencio por un tiempo bastante largo que pensé que me había colgado — Los mismo que casi te matan — me quedo inmóvil cuando el aroma de los trillizos llega a mis fosas nasales ¡Lo ha escuchado!
Me giro a ver a mis compañeros, el impacto de sus miradas son puñales que se entierran en mi pecho sus miradas están cargada de culpabilidad y tristeza.
—Emma, ¿estas allí? — preguntó Gissel.
—He,, si — digo aún mirando a los trillizos que tampoco han dejado de mirarme.
—Emma, tienes que venir y contarme todo.
—Mm, si voy para allá — digo colgando sin esperar respuesta de su parte, me centro en los trillizos que sus expresiones aún no han cambiado.
—Lo...lo siento mucho— digo sin poder mirarles a la cara ¿Por que me siento tan culpable? — Gissel ha sido mi amiga por muchos años y no le pude ocultar lo que soy y pues también sabe lo que paso hace años y..... — no me responden solo siguen mirándome aun con culpabilidad.
Me acerco a ellos quedado lo suficientemente cerca alzo la mirada para poder verle a los ojos, esta vez mirada muestran sorpresa es obvio que no se esperanba que me acercara, tomo una mano de cada uno entre las mías.
—No quiero que se sigan sintiendo culpables, yo.... prometí dejar mis rencores atrás y eso implica olvidar lo que paso y quiero que ustedes también lo hagan — digo, y esta vez lo digo enserio.
—Tal vez tú lo puedes dejar atrás nena, pero nosotros no esa es una carga que no podremos superar pero si tú estás dispuesta a dejarlo atrás nosotros también podremos de nuestra parte — dice Jack mientras acuna mi cara con sus grandes manos.
Me quedo mirando sus ojos azules y inconscientemente me paro de puntillas y le planto un beso en la mejilla que lo deja inmóvil y con mil emociones pasando por su cara en respuesta me dedica una sonrisa que provoca que me sonroje, ¿como planeaba ignorarlos? Por más que trate de ignorarlos es imposible.
—Pequeña, no queremos incomodarte pero si le das un beso a mi hermano entonces nosotros también nos merecemos uno ¿no? — dice Sam haciendo que mi sonrojo aumente.