victoria, recién graduada obtiene la oportunidad de trabajar para la mejor compañía, alado de Gabriel un hombre de mal carácter y sin sentimientos ambos quedarán atrapados en un círculo amoroso al pasar una noche juntos.
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volviendo a caer
En el hogar de Violeta…
Aquella tarde, Violeta y Victoria decidieron disfrutar de una velada juntas, como lo harían dos amigas cercanas. Desde siempre, Violeta había anhelado tener una hermana con quien compartir secretos, risas y momentos especiales, y Victoria llegó a su vida como la compañera perfecta para cumplir ese deseo. A pesar de que Violeta provenía de una familia adinerada, con acceso a lujos y una multitud de amigos, se sentía sola y vacía. Ninguno de esos amigos lograba llenar el vacío emocional que había en su corazón. La compañía de Victoria, sin embargo, ofrecía a Violeta una conexión genuina, algo que nunca había experimentado antes. Ambas se entendían a la perfección, y esa tarde juntas se convirtió en una hermosa oportunidad para fortalecer su lazo y disfrutar de la amistad que tanto había deseado Violeta.
Mientras comían helado directamente del bote, Violeta se giró hacia Victoria con una sonrisa sincera.
— Sabes, Vicky, mi hermano es un idiota. Un estúpido necio y arrogante. Pero no está ciego. Lo que te pasó anoche, aunque fue un desastre, lo hizo real. Y gracias a eso yo, por fin, tengo una hermana.
Victoria sonrió por primera vez en el día, sintiendo que, a pesar de todo lo perdido, había ganado algo infinitamente valioso.
Gracias, violeta, tu eres mi hermana.!_ dijo victoria con una gran sonrisa.
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...Ala mañana siguiente......
En palabras de Victoria.
Me levanté muy temprano y fui a casa mi padre Antonio estaba sentando en el sofá leyendo el periódico.
— Buenos días papi, como te sientes.!_ dije mirándolo mientras me acurrucaba en su hombro y es que cada día se veía más apagado.
— Mi niña, yo estoy bien. Mejor cuéntame qué tal esa fiesta, ¡porque saliste muy hermosa en la revista! —dijo mi padre, su voz llena de orgullo.
Mi corazón latió con fuerza.
¿Revista? ¿De qué estaba hablando?
Mi padre se inclinó y tomó el periódico que había dejado a un lado. No era un periódico normal; era un tabloide de sociedad que rara vez leía, abierto en una sección de chismes de negocios.
Mis ojos se posaron en el titular, que estaba acompañado de una foto borrosa, pero inconfundible, mía y de Gabriel saliendo del hotel, él tirando de mi brazo con una intensidad que se leía como pasión en lugar de rabia.
..."Gabriel Foster abandona cena millonaria con su hermosa asistente"...
Papi, esto... esto es un error. Son chismes —dije, intentando sonar tranquila, pero mi voz era un hilo.
Mi padre me miró, y aunque intentaba ocultarlo, noté una sombra de preocupación en sus ojos.
— Mi niña, espero que sea solo chisme. Pero debes tener cuidado con esa familia. Especialmente con el Señor Foster. Él tiene un compromiso muy serio, y tú vales más que ser una... distracción —dijo Antonio, su advertencia era suave, pero clara.
—Antonio no debes de preocuparte, Gabriel es como su hermano, esos son puros chismes.!_ dijo mi madre mirándome.
– ¡Tienes razón estoy exagerando.!_ dijo mi padre abrazándome mientras yo tragaba el nudo en mi garganta.
Yo me tengo que ir a cambiar para trabajar más tarde los veré en la clínica.!_ dije.
¡No!, tu ve a trabajar el hospital es horrible mejor llega temprano para cenar todos juntos.!_ dijo Antonio besando mi frente.
Si claro, llegaré temprano.– dije levantándome para ir a mi habitación y abrir mi armario me puse una falda negra y camisa blanca y salí de casa directamente a la oficina.
Al llegar, me dirigí directamente al comedor. Encendí la cafetera y llené una taza con ese café humeante. Después, caminé hacia la oficina de Gabriel, con el estómago revuelto por los nervios que sentía. Cada paso que daba aumentaba la sensación de tensión en mi interior, hasta el punto de que el dolor en mi pancita se hacía cada vez más intenso.
Cuando dejé la taza de café sobre el escritorio, una oleada de sensaciones me invadió al sentir las manos de Gabriel envolviendo mi cintura. Mi corazón comenzó a latir tan aceleradamente que sentí cómo mi piel se erizaba, como si una corriente eléctrica hubiese recorrido todo mi cuerpo.
Señorita Victoria, estoy realmente muy molesto por la forma en que te fuiste de mi apartamento, susurró Gabriel cerca de mi oído, mientras me atraía hacia él desde atrás. Su voz tenía un tono de reproche, pero también de cercanía, lo que hizo que una mezcla de emociones me invadiera.
Suéltame por favor.!_ dije con la voz agitada.
No lo haré, te voy a castigar por haberte ido sin avisar.!_ dijo Gabriel mientras sus manos tocaban mis senos.Los apretó suavemente a través de la tela, enviando otra descarga eléctrica por mi cuerpo.
— ¡Gabriel! ¡Para! ¡Alguien puede entrar! —siseé, mi respiración era superficial y errática.
– Tu lo quieres tanto como yo, necesito castigarte por ser una mala chica.!_ dijo Gabriel mientras mi cuerpo me traicionaba dejándose llevar por su toque.
En cuestión de segundos estaba contra el cristal de su oficina que daba directamente a la calle Pero nadie podía ver, ya que estábamos en el piso cuarenta.
Mi falda estaba en el piso al igual que toda mi ropa, las manos de Gabriel tocaban todo mi cuerpo, sentí como entro en mi y solté un gemido de placer y de dolor ardiente contra el cristal, sus dedos se movían dentro de mi sexualidad mientras el me embestía una y otra vez.
Di mi nombre, Victoria —ordenó él.
— ¡Gabriel! —grité en un susurro ronco, mi cuerpo arqueándose contra el frío cristal.
- Ahhh, ahhh – victoria.!_ decía Gabriel mientras mi cuerpo temblaba de placer
Me giro de un solo movimiento y me besó mientras me llevaba a su baño personal, dónde había una regadera.
El agua calló sobre ambos, Pero nuestros cuerpos seguían unidos.
Gabriel se separó de mí y se sentó en una pequeña asiento de mármol donde caía agua tibia.
Ven siéntate.!_ dijo el mientras yo miraba su gran hombría.
Me senté despacio dejando que el entrara, solte un gemido.
La sensación era indescriptible.
mediático de estos periodistas mediocres 😡😡😡