El engaño fue la causa del cambio drástico en mi. La venganza es lo que pienso ejecutar ante mis Ex.
*Ex novio
*Ex mejor amiga
Después de unos largos años.
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En boca del lobo.
Al llegar lo tomé del brazo.
En seguida el volteó a verme. Quise morirme al ver su atractivo rostro enfadado. No era más que mi pesadilla y maldición. Alzó una ceja y me mató con la mirada.
---Que diablos te pasa.
Quedé en silencio maldiciendo en mi interior. Jamás pediría ayuda a ese tipo. Giré con disimulo para ver el rostro de Alesia, ella sonreía saboreando el triunfo, entonces cambié de opinión.
Me giré para ver su rostro perfecto y apreté los puños
---Por, por favor ayúdame.
Dije en un susurro mientras me mordía el labio. ¿ De todas las personas por qué diablos tenía que ser el?. Esto fue un duro golpe a mi orgullo. Grandes gotas de sudor empezaron a cubrir mi frente.
Lo más lógico es que el rechace mi petición y yo debía de resignarme a pasar por la mayor humillación por parte de mis detractores.
---¿Que?.
---Por favor. Di que eres mi novio. ---Supliqué.
Vi una sonrisa ladeada dibujarse en su rostro bien rasurado. Y me puse como un tomate. La vergüenza era demasiado grande que quería morir.
Agoté todas las esperanzas. Estuve por girarme cuando el me tomó de la cintura.
---Solo si trabajas para mí. ----Susurró a mí oído.
Me mordí la mejilla, mi corazón empezó a temblar de la sola idea de trabajar para ese hombre.
---Está, está bien.
Me esforcé por sonreír mientras caminamos hacia ellos. En todo el trayecto el no dejó de sujetar mi cintura
El rostro de Benjamín se amplió en sorpresa en cuanto nos vió.
Pero Alesia permanecía inmutable.
---No me digas que ese guapo hombre es tu novio. ---Pregunto ella, en son de burla y escepticismo. ---Lo dudo mucho. Seguro es un actor que contrataste.
---Cállate, Alesia. ---Regañó Benjamín con el rostro entomatado. Se acercó al oído de esta y susurró: ---Es el socio del que te comenté. Ese hombre jamás se prestaría para cosas como esta.
El rostro de Alesia se puso blanco.
Benjamín mostró una gran sonrisa : ---Un gusto verlo señor Dylan Belanch, estoy muy ansioso por firmar nuestro gran acuerdo Comercial.
---No he venido a hablar de negocios. ---Respondió cortante, dejando a Benjamín con la mano en el aire.
Me aclaré la voz y mire sus ojos profundos.
---El, es mi novio. ---Anuncié tragando mis nervios.
Giré rápidamente, si permanecía más tiempo viendo sus ojos color avellana, estos iban a absorber mi alma.
---Creo que la señorita está incrédula. ---Anunció ---Entonces hay que demostrar lo mucho que nos amamos. ---Dijo mientras me miraba con una sonrisa que en lo muy profundo era pura maldad.
Pegó sus labios y me besó. Un gran frío me recorrió y luche por no temblar. Solo cerré los ojos y sentí sus cálidos labios moverse. A duras penas pude mover los labios, sintiendo que estos se habían adormecido.
Se separó muy lento le sonrió a los presentes.
---Creo que no hay más que ver. Será mejor que se vayan por dónde vinieron. ---Dije, manteniendo un perfil sereno, aunque moría por dentro.
Alesia me dedicó una mirada de muerte antes de girar y marcharse furiosa del lugar.
Melody soltó una sonrisa cómplice y se aclaró la voz.
---Amiga, tengo una urgencia. Te dejo en buenas manos.
Dicho eso despareció antes de que abra la boca. Yo en verdad quería huir con ella.
El soltó su agarre y volví a verlo. Su rostro se había transformado, era el mismo rostro del diablo.
---No soy alguien a quien puedas burlar. Más te vale que cumplas tu palabra, sino quieres tener problemas. Me debes algo, y si no me pagas te cobraré con creces y querrás morir. No puedes escapar de mi, ahora estás en mis manos.
Dicho esto desapareció como niebla.
Mis ojos empezaron a mojarse. Sentí mi mundo desmoronarse y caerse a pedazos. ¿En qué me metí?. La respuesta es simple: en la misma boca del lobo y todo por estúpida. Todo es mi culpa. Jamás debí de regresar a Cancún, fui muy impulsiva e infantil y ahora me doy cuenta.
Todo estaba arruinado. Ese hombre me haría la vida imposible.
La gente empezó a mirarme con lastima al verme llorar desconsolada.
Me sequé las lágrimas y respire hondo. Empecé a caminar. Tenía que mostrar fortaleza, no era momento de caerme a pedazos, mi familia me necesitaba en estos momentos, esto es solo un valle tenebroso momentáneo. Y huir no estaba en mis planes.
---Errar es de humanos. ---Me dije, para consolarme y tomé un taxi.