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Una Oportunidad, Tres Milagros.

Una Oportunidad, Tres Milagros.

Status: Terminada
Genre:Romance / Madre soltera / Embarazo no planeado / Completas
Popularitas:2.8M
Nilai: 4.9
nombre de autor: Rosa Verbel

¡En emisión!

En un pintoresco pueblo, Victoria Torres, una joven de dieciséis años, se enfrenta a los retos de la vida con sueños e ilusiones. Su mundo cambia drásticamente cuando se enamora de Martín Sierra, el chico más popular de la escuela. Sin embargo, su relación, marcada por el secreto y la rebeldía, culmina en un giro inesperado: un embarazo no planeado. La desilusión y el rechazo de Martín, junto con la furia de su estricto padre, empujan a Victoria a un viaje lleno de sacrificios y desafíos. A pesar de su juventud, toma la valiente decisión de criar a sus tres hijos, luchando por un futuro mejor. Esta es la historia de una madre que, a través del dolor y la adversidad, descubre su fortaleza interior y el verdadero significado del amor y la familia.

Mientras Victoria lucha por sacar adelante a sus trillizos, en la capital un hombre sufre un divorcio por no poder tener hijos. es estéril.

NovelToon tiene autorización de Rosa Verbel para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 11

La casa de Mathias Aguilar estaba perfectamente iluminada esa noche. Las lámparas cálidas, la vajilla de porcelana, las velas de aroma suave, todo estaba dispuesto con esmero. Sobre la mesa del comedor, una elegante cena esperada: filete en reducción de vino, espárragos a la mantequilla, un postre fino cubierto en chocolate amargo. Una botella de champagne enfriaba en un balde de plata. El aroma de rosas frescas impregnaba el ambiente.

Mathias se miró al espejo por última vez, ajustando el cuello de su camisa. En su mano temblaba una pequeña caja aterciopelada que guardaba un delicado collar de diamantes, recién traído de una de las joyerías más exclusivas de la ciudad.

Había invertido tiempo, dinero y esperanza en esa noche. Quería que Karla sintiera que aún había amor, que aún podían luchar juntos por ese sueño que alguna vez compartieron: tener una familia, una hermosa llena de mucho amor.

Cuando el reloj marcó las ocho, escuchó el sonido de la puerta principal. Karla había llegado.

—¿Mathias? —preguntó desde la entrada, con tono desconfiado.

—Aquí, amor… en el comedor.

Karla apareció con su bolso colgando de un hombro, cansada, envuelta en un traje de oficina oscuro. Sus ojos recorrieron la escena con sorpresa, aunque no con la alegría que él esperaba.

—¿Se está celebrando algo?

Mathias se acercó, tomó su mano con delicadeza y le sonrió.

—Sí. A ti. A nosotros. A lo que fuimos y aún podemos ser.

Ella arqueó una ceja, esbozando una sonrisa forzada.

—¿Todo esto… para mí?

Él asintió y, sin soltar su mano, le ofreció la pequeña caja.

Karla la abrió, y sus ojos se posaron sobre la joya. Era hermosa. Costosa. Delicada. Pero su rostro no se iluminó. Solo la observó en silencio.

—Déjame ponértela —dijo él suavemente, colocándosela en el cuello—. Quería recordarte lo mucho que te amo. Y que sigo dispuesto a todo por ti mi amor.

Cenaron en silencio. El chisporroteo de las velas era lo único que se atrevía a romper la tensión.

Después del postre, Mathias tomó aire. Sabía que debía hablar, aunque le doliera.

—He estado pensando mucho en nosotros —comenzó, sin mirarla—. Y sé que lo que estamos pasando no es fácil… pero no quiero rendirme. Te amo, Karla. Quiero que tengamos una familia. Si no podemos hacerlo de forma natural… podemos considerar otras opciones.

Ella lo miró en silencio.

—Podemos buscar un donante, amor —continuó, con voz temblorosa pero esperanzada—. O adoptar… Hay tantos niños allá afuera que necesitan amor. Incluso podríamos adoptar a dos, darles un hogar. Seríamos buenos padres. Lo sé. Lo siento en el corazón.

Karla dejó el tenedor a un lado, con un golpe sordo sobre el plato.

—No —dijo con frialdad.

Mathias se quedó callado.

—No quiero hijos de otro hombre. No quiero criar hijos que no son míos —repitió—. Quiero los míos propios, Mathias. Los nuestros. Y si eso no es posible… no quiero nada.

—Pero… Karla… —intentó decir él, dolido—. ¿Y si eso nunca ocurre? ¿Nos rendimos así nomás?

Ella se levantó de la mesa sin responder, tomó su bolso y caminó hacia las escaleras.

—Dormiré en la habitación de invitados —dijo, sin siquiera voltearse—. Como he hecho las últimas semanas. Buenas noches.

Mathias no se movió. Solo la miró subir escalón por escalón hasta que su silueta desapareció.

La casa volvió a quedarse en silencio, y todo el esfuerzo puesto en esa noche se sintió tan vacío como su corazón. Tenía negocios que prosperaban, cuentas bancarias llenas, contactos, propiedades… pero le faltaba lo más importante.

Una familia. Amor de verdad. Alguien con quien compartirlo todo.

Y esa noche, más que nunca, Mathias Aguilar supo que su vida estaba completa solo en apariencia. Porque por dentro… se estaba quedando solo.

...

Mathias despertó temprano, aunque no había dormido bien. Había pasado la noche solo en su habitación, repasando mentalmente cada palabra dicha por Karla la noche anterior. Sus ojos estaban rojos, pero no de sueño, sino de agotamiento emocional.

Sabía que necesitaba hablar con alguien, desahogarse, buscar consejo. Pensó en su prima Mónica Cruz, médica general y una de las pocas personas en su vida que sabía escuchar sin juzgar. Ella trabajaba en el hospital del sur, y aunque su agenda era apretada, siempre le hacía un espacio a él.

Pasó por una cafetería cercana, compró dos capuchinos y se dirigió al hospital.

Mónica lo recibió con una sonrisa cálida, vestida con su bata blanca y el cabello recogido en una coleta alta. Siempre había sido una mujer directa, inteligente y sensible.

—¿Mathias Aguilar madrugando para verme? Debe ser grave —bromeó, mientras lo invitaba a pasar a su consultorio.

—Es grave —respondió él con una sonrisa triste, tendiéndole el café.

Ya sentados, Mathias le contó todo. La cena fallida, las palabras de Karla, la frialdad con la que lo trataba, y ese deseo suyo —cada vez más profundo— de formar una familia, de convertirse en padre. Mónica lo escuchó con atención, sin interrumpirlo.

—Tienes derecho a sentirte triste, Mathias —dijo con tono suave—. Pero también tienes que entender que no todos procesamos las cosas de la misma forma. Karla está frustrada, dolida, probablemente se siente incompleta… Y tú también. Pero pelear entre ustedes no va a darles lo que tanto anhelan.

—¿Y qué hago? ¿Me siento a esperar a que me deje? Porque eso es lo que parece…

—Dale espacio. Tiempo. Tal vez necesite entender lo que tiene contigo, antes de enfocarse en lo que no puede tener. A veces, lo que queremos no es lo que necesitamos —agregó Mónica, dándole un pequeño apretón en la mano—. Pero no te hundas tú solo. Hay muchas formas de ser feliz, Mathias. Solo no cierres tu corazón.

Mathias suspiró profundamente. Mónica siempre tenía la palabra justa.

—Gracias, prima. De verdad. Eres de las pocas personas que todavía me hace sentir que no estoy solo.

—Nunca lo estás —respondió ella—. Pero ahora me toca atender pacientes, ya sabes… salvar el mundo una receta a la vez.

Ambos se rieron suavemente. Mathias se despidió con un abrazo y salió del consultorio.

Mientras caminaba por el pasillo principal del hospital, rumbo a la salida, algo lo detuvo sin previo aviso.

Una joven mujer se acercaba en dirección contraria. Su cabello castaño oscuro estaba suelto y le caía suavemente sobre los hombros. Tenía la piel tersa, los ojos negros brillantes y una expresión serena, aunque cansada. Su embarazo era evidente, y aún así, su figura se movía con una gracia natural y una dulzura que a Mathias lo dejó sin aliento por un segundo.

"Qué hermosa se ve embarazada"… pensó, casi con culpa. Parece tan joven… y tan fuerte a la vez.

Ella también lo notó.

Victoria había ido esa mañana a su control de rutina. Aunque se sentía pesada, se había arreglado un poco para no parecer tan desaliñada. Y de pronto, ese hombre alto, de porte elegante, con el cabello oscuro perfectamente peinado y unos ojos tan claros que parecían casi irreales, apareció en su camino.

"Wow… qué guapo es. Parece salido de una película".

Sus miradas se cruzaron solo un par de segundos, pero fue suficiente para que ambos sintieran una extraña electricidad en el pecho.

Sin decir palabra alguna, continuaron caminando cada uno en su dirección.

Sin saber que ese fugaz cruce de caminos sería apenas el primero de muchos momentos destinados a cambiar sus vidas para siempre.

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Adriana Flores
🥰
Solmary
Hermoso trabajo de la escritora , tiene todo para atraparte
Norma Gonzalez
felicidades escritora muy Bonita tú novela, te seré sincera le había dado vueltas, porque la verdad las novelas que pasan de 60 capítulos me repelen, por que aveces las empiezas a leer y meten tantos personajes que no saben como acabar.
y no dan final a la historia central des pues de haberte, shutado más de 90 o 100 capítulos salen con que veas una segunda parte, y eso me pudre, por que en el mejor de los casos hay solo una segunda parte, pero se avientan hasta 3 y todo queda inconcluso, con lagunas entre los personajes y la narrativa, que no se mal entienda, estoy de acuerdo en las zaga, pero terminan la historia principal y se continúa con otra, de los mismos personaje centrales y nuevos villanos .....pero en estas novelas que te comento se ve todo cortado, o ensimado, y no ya no es lo mismo asquea.
Norma Gonzalez
jajajajaja 😜 estas novelas, son dignas de televisa, la pobretona, se queda con el millonario. 🤪
Norma Gonzalez
la mamá no es mala, aunque cueste creer , hay mujeres entre los 50 a 60 años ...que todavía están totalmente sumisas y doblegadas a la pareja e inculcan ese adoctrinamiento a sus hijas, como les fue inculcado a ellas.
lamentable pero así es.
Dilia Esther Sarabia Beleño
Muy buena historia de amor y comprensión me gustó mucho, siempre y de acuerdo a nuestras actuaciones se nos presenta una nueva oportunidad en nuestras vidas hermosa historia de amor verdadero.
Norma Gonzalez
me pregunto, ya Matías le comentó a Victoria que es estéril???? o hasta cuando se lo va a decir.
Yurani Martinez
viejo asqueroso que se pudra
Macgleni Deriabar Sarmiento Deriabar
Quisiera encontrarme un hombre así, que bello.
AYA
Quiero uno clon de Mathias 😁
AYA
Yo se que hay que ir lento, pero tampoco tanto 😁
Hotel Duran
Excelente
Rositha🌹📝📚: muchas gracias por tu apoyo y puntuación 🤩♥️
total 1 replies
Norma Gonzalez
me recargo en la pared, escritora que jijos piensas???? está novela la hiciste, sobre el maltrato emocional y afectivo de un hombre joven estéril, cual único deseo y mayor ilusión de su vida es ser papá , tener bebés que cuidar y darles amor,educarlos verlos crecer, y tú con tú tortugues se los vas a presentar cuando cumplan la mayoría de edad, taz loca o qué?????
Norma Gonzalez
bonita historia, pero ya vamos capítulo 21 y esto no avanza, creó me bajo de barco antes que me maree. 🤪
Momys.rub
Exelente de principio a fin!!!
Rositha🌹📝📚: Muchas gracias por tu apoyo y puntuación 🤩♥️
total 1 replies
Momys.rub
Belleza!!!!
Ahora q le desalojaron el desagüe....
Va a aventar repetidos a lo wey!!
Le va a sacar varias copias al.esperma!!
La vida los premia!!!
Momys.rub
Sencillamente hermoso!!!
Los Niños dicen la Verdad, y en sus corazones no hay lugar otra rencor o maldad!!
Tienen una Familia q a hechonde ellos,unos grandiosos niños.!!
Ni pex Martin, tu perdiste por pocos Huevos y Soooopooortaaaa!!!
El q te acepten ya es ganancia para Ti!!!
Momys.rub
Aunq No lo Merece, hiciste bien en decirle al pocos huevos q fue un grandioso donador de esperma y Nada más!!!
Y Peedonar a tu progenitor fue lo mejor!!!
Al final Tu eres quien sale ganando, pies te liberas de toda carga nena!!!!
AYA
Hay confusión con los nombres del protagonista y el padre de lis trillizos. sugerencia regresen a leer lis primeros capítulos.
Yurani Martinez
sinceramente yo si llore😭😭
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