Eres Mi Destino

Ashely respiro hondo tratando de mantener la calma mientras evitaba el contacto visual con el.

Ashely, ¿Por qué... por qué estás usando solo ropa interior en verdad no tienes ni el más mínimo respeto por mi?

Santiago, ¿Y que se supone que debo usar para nadar contigo?

Ashely estaba muy nerviosa, ¿Quien dijo que yo quería nadar contigo?

Santiago, "Tu"

Ashely, Señor Mancini lamento decepcionarlo pero yo no sé nadar.

Santiago, Entra al vestidor y colócate un traje de baño.

Ashely, No.

Santiago, Bueno si quieres bañarte desnuda adelante no pondré objeción.

Ashely, Ni en tus mejores sueños sucederá eso.

Santiago la agarro de la mano y se metió al vestidor junto con ella y cerró la puerta dejándola acorralada.

Santiago, Ya que no quieres cambiarte lo haré yo por ti.

Ashely se puso pálida se apoderó el miedo y la vergüenza de ella, Santiago le tenía bloqueado el camino no habría forma de escapar, suspiro entendiendo que su única opción era ceder.

Ashely, no es necesario lo haré yo misma, así que por favor retírate

Santiago, muy bien te daré cinco minutos si después de ese tiempo no está lista subiré de nuevo a buscarte y lo haré yo mismo.

Dicho eso la soltó, abrió la puerta y salió.

Al salir de la habitación se paró en la puerta y miro su entre pierna estaba muy abultado, era algo nuevo ni en sus tiempo de pubertad una mujer con solo su presencia lo exitaba tanto prefirió adelantarse y meterse en la piscina para bajar el calentón.

Por otra parte Ashely se encontraba en el vestidor recordo que solo tenía 5 minutos para salir y rápidamente abrió el armario. Allí vio un espacio lleno de trajes de baños nuevos, al hechar le un vistazo se decidió por el que era más conservador, al verse en el espejo se sintió avergonzada, Buenos mal todavía conservo una buena figura, así nadie creería que tengo un bebé.

Ashely Lombardo

Ashely al pensar en eso no pudo evitar acordarse de su otro hijo y sus ojos se cristalizaron "Como desearía a verte salvado de las llamas también".

En eso alguien tocó la puerta interrumpiendo su pensamiento, respiro hondo y su mirada se tranquilizo y procedió a abrir la puerta.

Servidora: Buenos días joven, el amo la espera ya en la alberca, acompáñame por favor

Ashely Asintió y la siguió.

Al llegar a la piscina pudo notar lo grande que era, el agua se veía fresca y cristalina sin duda alguna constaba con un buen servicio de mantenimiento. Santiago ya estaba adentro de la misma afortunadamente el se había colocado un shorts, al verla llegar a la orilla la miro de pies a cabeza, Su figura era increíblemente perfecta esta chica lo estaba torturando.

Santiago Mancini.

Ashely ante su mirada penetrante no pudo evitar sentirse nerviosa y avergonzada e involuntariamente cubrió sus pechos con las manos.

Santiago al darse cuenta de su comportamiento quiso romper el hielo por lo que agarro un poco se agua con la mano y se la aventó.

Ashely, respiro profundo y se limpio la cara, cuando levanto la vista ya Santiago se encontraba nadando al otro lado de la piscina, era todo un nadador profesional.

Ashely al estar de pie a la piscina se dió cuenta que por estar usando un traje de baño era menos vergonzoso si entraba en ella por lo que se adentro y se aferró al borde, no pensaba moverse de allí.

Santiago nado y se fue acercando a Ashley, por lo que el corazón de la muchacha dijo a latir con fuerza y la respiración se le cortó. Pues tenía a Santiago a solo unos centímetros de distancia.

Ashely, Señor Mancini por favor.

Una ves más Santiago la interrumpió.

Santiago, De verdad me gustas mucho, te propongo algo ¿Se mi novia?.

Ashely al escuchar esas palabras se le acelero más aún el corazón y le respondió: "Lamento tener que decirte que no, Sr Santiago esto no funcionará".

De repente Santiago se le acercó más.

Santiago, Por qué dices eso, sabes que puedo darte todo lo que tú quieras.

Ashely, No se trata siempre solo de dinero, Yo soy una mujer casada y también tengo un hijo, a Ashley no le quedó de otra que decir esa pequeña mentira.

En efecto cuando Ashely dijo eso el ambiente se volvió pesado y ninguno de los dos hablo por un rato.

Santiago se sintió decepcionado al escuchar sus palabras era la primera ves que se interesaba tanto por una chica. ¡Santiago era muy astuto y sabía que le estaba mintiendo!.

Santiago, No me estás mintiendo, ¿Verdad?.

Ashely se aferró al borde de la piscina y nego con la cabeza, Santiago observo fijamente sus labio y se acercó más dejándole un pequeño beso en los mismo y la abrazo.

Ashely, Por favor señor Mancini esto no está bien, yo soy una mujer casada y tengo un hijo de cinco años.

Santiago al escuchar de nuevo su afirmación pensó en la posibilidad de que fuera cierta la situación, por lo que sé puso tenso, su cuerpo cambio con la noticia, la verdad no esperaba que fuera una mujer virginal, pero una mujer casada y con hijo sin duda alguna no sería apta para ser su mujer no estaba dispuesto a criar el hijo de otro hombre.

Ashely se dió cuenta del cambio de Santiago se puso de nuevo muy ansiosa, por lo que guardo silencio de nuevo.

Santiago, ¿Lo sientes?

Ashely quedo en estado de shock sabía que Santiago la estaba amenazando de nuevo pero se armó de valor y contesto: "Si".

Santiago, Será mejor que no me mientas, si descubro que me mentiste de nuevo, tendrás que atenerte a las consecuencias.

Ashely al oír sus palabras sintió temor, sabía de qué el cumplía con su palabra y ella en parte le había mentido ya que no estaba casada pero si tenía un hijo, por más que le llamara la atención Santiago, y de solo pensar de que era un hombre mujeriego y no le gustaba ser vinculado con ninguna mujer, por lo que su propuesta de noviazgo era algo totalmente inesperado. Pero ella también sabía que el era un hombre muy importante por lo que era imposible aceptar criar un hijo de otro hombre y más en su condición dónde fue concebido de una noche de pasión con un total desconocido. Aunque al pensar en su hijo recordo que se parecía mucho a el y se sintió un poco confundida.

Santiago la miro fijamente por un instante luego se salió y desapareció del lugar.

Ashely no se movió por un tiempo de la piscina intentaba asimilar todo lo que terminaba de suceder. Habían transcurrido diez minutos y Ashely no salía de la piscina, tenía miedo de encontraste con Santiago o que volviera a parecer por lo que comenzó a mirar a los alrededores y ponerse nerviosa.

En eso escucho la voz de la joven del servicio, Señorita, "Nuestro jefe ya se a marchado me pidió que la acompañará de nuevo a la habitación para que se pueda cambiar y enviarla de regreso".

Ashely, está bien, gracias.

Ashely inmediatamente la siguió hasta la habitación y se cambió rápidamente, salió de allí y se dirijo con la joven al estacionamiento donde la estaban esperando, durante el trayecto se pregunto, si se liberaría así tan fácil de Santiago, además que estaba la demanda de por medio. ¿Que pasaría?.

Hugo, Señorita Lombardo, la llevaremos de regreso a su trabajo.

Ashely le agradeció y subió al vehículo en el camino de regreso le pregunto: ¿Por fin el señor Mancini me dejara tranquila?

Hugo, no lo sé.

Ashely, ¿Realmente no lo sabe o no quiere decírmelo?.

Hugo, Señorita Lombardo, lo único que le puedo aconsejar es en que piense una manera de reparar la imagen del señor Mancini, ya que su reportaje lo afecto no solo a nivel personal, si no profesional ya que su imagen es la cara de presentación de nuestra empresa, con su reportaje daño su credibilidad por lo que le sugiero que busque una solución pronto.

Ashely sabía perfectamente que tenía que buscar la manera de limpiar el desastre que había causado con su reportaje, lo cierto es que ella no penso que lo fuese a afectar tanto por lo que contestó: "Mucha gracias por su consejo, creame que buscare una solución rápida y se las haré saber".

Hugo, No tiene nada que agradecer, es lo que el Presidente Santiago me dijo que le informará.

Ashely bajo del auto y al ver que Hugo no se marchaba le pregunto: ¿Hay algo más?

Hugo, si el presidente me pido que le entregará esto, es su número personal por si desea comunicarse con el.

Hugo al ver que Ashley miraba la tarjeta con asombró se la colocó en las manos, se despidió y se marchó rápidamente del lugar