El Diario De Supervivencia

Ashleigh

Terminamos escondidos en una de las habitaciones del piso once, ya no era seguro estar en donde anteriormente nos encontrábamos, luego de aquel acontecimiento doloroso del ascensor, muy asqueroso y repugnante, muy irreal también. ¿Cómo es que alguien puede tener tanta maldad en su alma para hacer algo así?, es algo inimaginable lo que nos está sucediendo, y hubiera querido que no sea real, que no seamos nosotros los que vivamos esta atrocidad por más egoísta que suene. Es demasiado para mi todo esto. La muerte de Lisa y Veta nos afectó demasiado. Randy no deja de estar en el baño de la habitación llorando a escondidas de nosotros para que no verlo. Yo, en cambio, opte por llorar sobre la cama de la habitación, mientras Charlotte acariciaba mi espalda para calmarme.

—Bueno... Aún no nos podemos quedar aquí, debemos buscar a Dom, quizás siga con vida—dijo Brian, que estaba sentado en el borde de la cama donde yo estaba. Tenía su mirada baja, luego la levanto al momento de decir eso para vernos.

—Si te atrapa, ríndete—volví a repetir aquel consejo escrito en el diario, el cual estaba entre mis brazos. Dirigí mi mirada en el objeto una vez que lo dije, como si fuera una gran necesidad tenerlo ante mis ojos y recordar que estaba allí, que ese maldito diario existe, y en el tiene toda la historia de la verdad. Note la miraba Brian sobre mí al decir eso, pero no le preste mucha atención.

—Ash, sé que estás asustadas, pero no tendría la conciencia limpia si dejáramos que Dom este por ahí y posiblemente en peligro.

—Entonces ve tú solo por él estando aquel loco que asesino a nuestras amigas, Superman—respondió Randy desde el baño, aún sin salir de aquel lugar. Su voz se escuchó con eco y era notable el nudo en su garganta.

—Cuando dejes de llorar y salgas como un hombre podrás opinar.

Otra discusión a alta voces se formó entre Randy y Brian. Ese es el único pequeño problema de tener un grupo de amigos, las peleas. Son muy constantes, y nunca pueden faltar en un día tranquilo o de tensión como el que desafortunadamente estamos viviendo ahora mismo.

—Bien, ya, pelear no sirve de nada—levanto la voz Charlott de aquella forma tan liderazga de su personalidad para que la discusión acabe una vez por todas—Lisa y Victoria ahora estas muertas, todos estamos desbastados y me gustaría que se callen un momento, ¿Si?. Brian en este momento tiene razón, no podemos dejar a Dom por ahí solo, así que vamos por él al bar, quieran o no, y si no está allí, nos largamos de este lugar y pedimos ayuda.

—¿Y si no quiero ir?—pregunto Randy, ya desde fuera del baño. Sus ojos enrojecidos y levemente hinchados por llorar se clavaron enseguida en los ojos oscuros de Charlott.

—Peor será para ti quedarte aquí solo y sin poder salir, o siendo finalmente atrapado por el lunático, ¿Acaso quieres eso Randy?.

—Bien, bien, está bien—acepto Randy ante las palabras frías de Charlott, y dejo escapar un suspiro entre sus labios.

Y así fue como ya nos encontrábamos todos caminando por las escaleras, teniendo espasmos en las piernas, nuestras respiraciones agitadas, y con un miedo sin límites. Cualquier ruido nos asusta y nos hace sobresaltar, hasta el ruido de nuestras propias pisadas. Parecíamos ridículos. Aunque eso era lo que menos nos importaba en estos momentos. Lo que más tenía nuestra atención ahora, es el no morir en la búsqueda de Dom, y también el que nuestro amigo no este muerto. Aun así... Empezaba a dudar de si esta búsqueda valía la pena con cada paso que daba. Pensar en lo que vimos hace unas horas antes, desde el diario hasta lo del ascensor. Sigo sintiéndome extraña respecto a eso, y sigo sin saber lo que tengo que creer. Las dudas de si estoy en la realidad o en un sueño aún siguen, y cada vez que esa pregunta llega a mi cabeza, no dejo de sentir algo en mi cuerpo que se comprime hasta dejarme sin aire. Las emociones o pensamientos de una persona es bastante extraño. Pero que importa eso ahora, antes quizás si me hubiera fascinado reflexionarlo, ahora ya no, ya no puedo tener mis pensamientos con claridad. Nada es claro ahora, todo es oscuridad, a mis alrededores lo veo de ese modo, a mis amigos que están a mi lado también, solo los veo como sombras que se mueven de forma leve, y sus palabras dichas en susurros eran incomprensibles. Siento como si no fuera yo, como si mis pasos se dieran por si solos entre toda la oscuridad que me rodea, olvide por completo lo que hacía aquí, ¿Hacia dónde estoy caminando?. Este lugar que me vuelve loca, ¿Qué es esto?, ¿Un hotel?, no, claro que no lo es, parece un manicomio, o un lugar donde te torturan mentalmente y que tal parece que físicamente también.

—Ashleigh—escuché la voz lejana de Brian, aún si estaba a mi lado—¿Te encuentras bien?.

—No...—respondí con dificultad al no poder respirar de la mejor manera.

Fui honesta con él, ya que mi estado me delataba. Intente verlo, pero era imposible. El rostro de Brian era complementé oscuro, los rabillos de mis ojos parecían tener manchas oscuras, puesto que eso era lo que veía, manchas que daban vueltas, formando movimiento de espiral al todo mi alrededor. Esto no es normal, nada lo es a estas alturas, no es normal, algo normal seria que este hotel no luzca abandonado, lo normal seria que halla varias personas aquí, lo normal es que mis amigos estén vivos y no mueran, lo normal es no ver a un asesino, ¿O si lo era?, ¿Todo esto es normal?, ¿Es normal estas situaciones de asesinato que pasan en las noticias cada día?, ¿Es normal estas torturas que aparecen en las películas de terror o novelas echas por personas de mente retorcida o morbosa?, ¿Qué piensan al hacerlo?, solo ellos se divierten haciendo estas cosas para crear más personas retorcidas, ¿Es normal lo que pienso ahora mismo?, ¿Verdad?.

Me sobresalté al ver que la silueta de Brian se movía repentinamente para pasar sus manos por debajo de mis piernas y mi espalda, como lo hizo antes de que pasara toda esta locura, cuando todo estaba "bien". Yo solo apoyé mi cabeza cerca del cuello de él para calmarme. No lo había notado, pero mi corazón seguía latiendo desde que salimos del cuarto. Eso debió ser lo que provocaba mi estado de incoherencia, o eso es lo que quiero creer, que solo estoy siendo incoherente.

—Brian, quédate aquí a cuidar, Randy y yo veremos si Dom está aquí, si no lo está, nos vamos de inmediato—escuche hablar a Charlotte. Su voz no sonaba lejana, supongo que eso significaba que me estaba sintiendo mejor. También noté que ya estábamos en las puertas de la entrada del bar, puertas que Charlotte y Randy cruzaron sin esperar una respuesta por nuestra parte, y era lo mejor, mientras menos quejas, más rápido podríamos irnos de aquí. Solo espero que Dom esté allí, no quiero que otra persona más muera a manos de aquel desquiciado que quien sabe donde debe estar ahora.

—Sé que tienes miedo—me dijo Brian de repente. Levante un poco mi rostro para poder verlo, ahora podía verlo normal, sin ser tapado por oscuridad, mis alrededores lastimosamente seguían con esos movimientos espirales que me hacían perder la cabeza—sé que es muy duro todo esto. Pero como dijo Charlotte, necesitamos que estés tranquila Ashleigh y que seas fuerte. Saldremos con vida, ¿Si?, tú no vas a quedarte y no pasaras por todas esas mierdas.

No podía contestar. Sé que debía de ser fuerte. Pero era algo que no podía conceder o cumplir. No es fácil, siento mi cabeza perdida y mis emociones dispersadas. No puedo hacer mucho estando así.

—Lo siento—le dije a Brian y solo cerré un momento mis ojos para no verlo. Quería volver a ver oscuridad y salir de mi cuerpo. El estar presente me duele, por mucho que sienta que enloquezco con ver espirales en todo mi campo visual, prefiero eso ante que seguir viendo mi alrededor normalmente y preocuparme por saber si un asesino nos sigue o no, si nos está acechando para saber en que momento atacar, o pensando en como torturarnos de todas las formas posibles; lenta, rápida, dejándonos con vida, matándonos. Son demasiadas cosas de las qué no paro de pensar y que quisiera hacerlo, quisiera parar de una vez con estos horribles pensamientos e imágenes mentales que recapitulaban la despiadada tortura que sufrió Jerry antes de morir a manos de aquel enfermo mental que juega con nosotros.

—No me pidas perdón Ash, no haces nada malo y ni tampoco te estoy regañando. Solo no quiero verte así, me asusta que pueda darte un paro cardiaco, la forma en la que reaccionas me preocupa mucho, me duele ver como andas caminando con tu respiración tan acelerada, como si no pudieras respirar siquiera.

Brian soltó un suspiro. Notaba que tampoco estaba muy positivo con todo lo que sucedió. Pero había una diferencia entre él y yo ante eso, y es que Brian si puede ser fuerte, sabe enfrentarse a la situación por más miedo que tenga, o por más que su corazón repiquetee de forma constante contra su pecho. Yo no, yo no podría hacer eso. Mi miedo me consume por completo, lo peor de esto, es que dejo que lo haga, dejo que mis miedos y temores me coman como si fuera una presa inofensiva, como un conejito lindo y peludo, me gustan los conejos negros de casa. Sin embargo, sé que esas ternuras, estando en otro ambiente como un bosque, son devoradas ferozmente por lobos hambrientos, es la cadena alimenticia. Este caso es distinto, Kefor es un asesino con sed de sangre, tal parece que disfruta de ver sufrir a sus víctimas.

—No puedo evitar, ni controlar esto—dije luego de un silencio que duro poco. Brian me miro, y eso era una señal para saber que me estaba escuchando—hace unos años, un loco entro a mi casa. Quería matarme, no era un ladrón, era un desquiciado. Intente escodarme de él para salvarme. Pero no sirvió de nada, no tardo en encontrarme y me tomo del cuello para estrangularme—conté de la forma más resumida posible y con algo de dificultad en mi voz. Tenía un nudo en la garganta que no me permitía contar la historia con la que deje intrigado a Brian al parecer. Él me miraba muy atento, no apartaba su mirada aun si me detuve por aquel fastidioso nudo—el aire no pasaba por mi nariz, ni por mi boca, estaba por morir, estaba muy segura de eso en ese momento. Intente defenderme, eso es claro. Aunque él era más fuerte que yo. Por suerte para mí, mi padre estaba en mi casa. Igualmente, quede con ese momento grabado en mi cabeza y no puedo olvidarlo—finalice. Sentía mis mejillas humedecerse por culpa de algunas lágrimas. Lo mismo sucedió al contarle la misma tragedia a Charlotte. Brian ahora es la segunda persona en mi vínculo de amigos que sabe sobre esto.

—Ashleigh, no sé que decir, es...—pero no podía seguir hablando, debió sorprenderle el hecho de que quizás, nunca me hubiera vuelto a ver. Si ese hombre no me hubiese estrangulado, hubiera usado algún objeto como ayuda para darme muerte—¿Por qué nunca lo contaste?.

—Tenía miedo. No quería que se burlen de mi, o que hagan esas bromas. Ya sabes, todos se burlaron de ti por lo que le paso a Kenny, no fue gracioso para ti y ellos sabían que no te divertía. No quería que me suceda lo mismo. Cualquier ruido fuerte o repentino me asusta, eso también ya lo sabes, ¿No?—Brian asintió ante mi pregunta, entonces continúe explicando para desahogarme y quitarme un gran peso de encima—pues... Por eso, pensaba no decirle a otras personas nunca, no quería tener que soportar otro peso más que cargar. No creas que no confió en ti, claro que lo hago, y sé que nunca me harías algo tan terrible como eso para lastimarme. Pero no podía decírtelo, algo me impedía hacerlo cuando estábamos solo nosotros. Sin embargo, ahora... Supongo que puedo hacerlo por todo esto, por todo lo que nos está sucediendo.

De nuevo se formó nuevamente otro silencio. Brian no sabía qué decir. Yo solo solté una leve risa que dejo confundido al de ojos castaños.

—También, quiero decirte que sé que me amas, y no como una amiga. No te enojes con Randy luego de salir vivos y cuando estemos juntos—solté. Note como Brian quedo sorprendido e iba a decir algo. Pero sus palabras que intentaban excusarse fueron interrumpidas por la puerta del bar que se abrieron, dejando salir a una pelirroja con una notable cara de decepción y junto con un castaño que tenía en su rostro remarcando la misma expresión que ella.

—Vámonos de aquí—dijo Charlott sin perder el tiempo con rodeos. Pero note una cierta duda en aquel noto. Seguramente no quería irse y dejar a Dom posiblemente vivo, la entiendo completamente. Sin embargo, soy una cobarde y egoísta que prefiere salir de allí rápido con vida. Charlott no, ella se arriesgaría a buscarlo. Sin embargo, nosotros somos un impedimento para que pueda hacerlo, prefiere mantenernos a salvo por ahora, y espero que eso pueda ser cumplido.

Estar a salvo... O mas bien, sobrevivir.