Si hubiera sabido el impacto que tendrías en mi vida, hubiera corrido en otra dirección que no fuese la tuya
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Miedos ocultos
La mañana siguiente comenzó con un aire pesado. La tensión acumulada en la casa era palpable, como si cada miembro de la familia sintiera el peso del peligro. A pesar de las conversaciones del día anterior y la esperanza que Alex había traído al unirse al equipo, April no podía sacudirse una creciente sensación de ansiedad. Había algo más, algo que no podía explicar, pero que la mantenía al borde.
Mientras Jota y Alex se preparaban para salir y continuar con las indagaciones, April decidió quedarse en casa por unas horas más, tratando de revisar sus pensamientos y descansar un poco después de la noche intensa. Sus padres estaban en la cocina, hablando en susurros, intentando mantener la calma. Sin embargo, el eco de las últimas palabras de la policía no dejaba de resonar en la mente de April: **"No podemos garantizar que esté a salvo."**
Al mediodía, mientras estaba sentada en la sala revisando algunas notas de su hermano, el teléfono de April vibró sobre la mesa. Pensando que podría ser Jota o Alex con una actualización, lo tomó sin pensarlo. Pero lo que vio en la pantalla la hizo detenerse en seco.
Un mensaje anónimo.
**“Sabemos lo que hiciste.”**
Junto al texto, había una foto adjunta. Era ella, claramente reconocible, bajando del coche de Andrew. La imagen parecía tomada desde una distancia considerable, pero la resolución era lo suficientemente clara como para distinguirla sin lugar a dudas. El paisaje detrás de ella era el mismo de una de las noches en que había salido con Andrew para intentar despejar su mente de los problemas.
April sintió un escalofrío recorrerle la espalda. ¿Quién estaba vigilándola? Miró la foto una vez más, tratando de recordar ese momento exacto, pero lo único que sentía ahora era terror. Cerró el mensaje rápidamente y dejó el teléfono a un lado, su corazón acelerado.
Trató de racionalizar la situación. Quizás alguien la había estado siguiendo, alguien que simplemente estaba jugando con su mente. Pero antes de que pudiera calmarse por completo, el teléfono vibró de nuevo.
**“Estás en la mira. Serás la próxima.”**
El segundo mensaje la dejó sin aliento. Las palabras eran directas, amenazantes, y no dejaban lugar a malentendidos. Sintió que su estómago se revolvía mientras su mente trataba de comprender lo que estaba sucediendo. ¿Por qué la estaban amenazando? ¿Qué tenía que ver con su hermano? ¿O esto era algo completamente diferente?
April se quedó paralizada por unos minutos, su mente una tormenta de posibilidades. La primera reacción fue pensar en contárselo a Jota o a Alex, pero algo la detuvo. Si se lo decía, podría distraerlos de la búsqueda. Y además, no tenía idea de quién estaba detrás de esos mensajes. ¿Y si esto era parte de un juego más grande, algo diseñado para desestabilizarlos? Sabía que Jota actuaría impulsivamente si se enteraba, y no quería ponerlo en peligro ni a él ni a su hermano.
Respiró profundamente, tratando de recuperar la calma. **No podía permitirse caer en el miedo.** Necesitaba mantener la mente fría y seguir adelante. No sería fácil, pero no tenía más opción. Ignoró los mensajes y bloqueó el número. Por ahora, eso tendría que ser suficiente.
El resto del día transcurrió de manera extrañamente normal. Alex y Jota volvieron por la tarde, ambos con expresiones de cansancio y frustración. Se habían reunido con varios contactos en el trabajo del hermano de April, pero no habían logrado obtener información concluyente.
—Uno de los compañeros de trabajo de tu hermano mencionó algo sobre unas reuniones fuera del horario laboral —dijo Alex, mientras se servía un café—. Parecía algo inusual, pero no tenemos muchos detalles. Nadie sabía exactamente de qué trataban.
—Pensamos que tal vez tenía algo que ver con el proyecto nuevo del que habló, pero estamos topándonos con muchas versiones —añadió Jota—. Vamos a tener que ir más a fondo en esto.
April asintió, tratando de mantener la compostura mientras escuchaba. **El miedo por su hermano seguía siendo lo principal, pero ahora estaba cargando con otro temor más personal.** No podía evitar mirar de reojo su teléfono, temiendo que volviera a vibrar.
—¿Y tú cómo estás? —preguntó Jota, notando el silencio de April—. Has estado callada todo el día.
—Estoy bien —respondió ella, forzando una sonrisa—. Solo… preocupada. Quiero hacer algo más, pero me siento atrapada aquí.
Jota la miró con compasión, y Alex asintió, entendiendo la frustración.
—Es normal sentirte así —dijo Alex—. Pero necesitamos que estés en calma. Esto es un proceso largo, y cualquier error podría costarnos. Siéntete libre de unirte a las reuniones si lo prefieres, pero no te presiones.
April agradeció el gesto, aunque sabía que no era tanto el hecho de sentirse inútil lo que la agobiaba, sino el miedo creciente que se estaba formando dentro de ella.
Más tarde mientras todos se enfocaban en buscar pistas April recibió otro mensaje. Esta vez sin foto, pero igual de perturbador:
**“No podrás esconderte para siempre.”**
El temor que había logrado mantener a raya durante todo el día la golpeó de nuevo. Sabía que esto no podía ser una coincidencia. **Alguien la estaba observando, alguien que tenía una razón para mantenerla bajo vigilancia.**
Su mente comenzó a trabajar a toda velocidad. No podía ignorarlo más. Necesitaba entender quién estaba detrás de esto. Pero primero, tenía que asegurarse de que nadie más se viera afectado. Estaba claro que no era solo su hermano quien estaba en peligro.
Mientras los demás estaban en la sala reunidos April se unió a ellos . Allí, con el teléfono en mano y Alex frente a ella concentrado en unos documentos comenzó a revisar los detalles de los mensajes. No había mucho con lo que trabajar, pero su instinto le decía que estos estaban relacionados de alguna forma con el secuestro de su hermano.
Decidió hacer algo arriesgado. Tomó su teléfono y, en lugar de bloquear el número, escribió un mensaje de vuelta.
**“¿Qué quieres de mí?”**
El teléfono permaneció en silencio por lo que parecieron minutos interminables. Luego, vibró una vez más.
**“Todo a su tiempo. Tu hermano es solo el comienzo.”**
April sintió que la sangre se le helaba. Esto no era solo un mensaje anónimo. **Esto era una amenaza directa.** Alguien quería algo, y no se detendría hasta conseguirlo. Pero la pregunta era: ¿por qué ella? ¿Qué tenía que ver en todo esto?