¿Cómo te sentirías si amaras a tu propio primo? La respuesta es ¿por qué no? Si tu primo es un hombre muy guapo y amable, aunque su carácter y actitud sean tan fríos como el Polo Norte.
Eso es lo que le pasó a Bayron Arbeto, un precioso omega de dieciocho años que quería mucho a Agam Mateo, su primo mayor.
Un alfa conocido por ser muy frío, rígido y nunca visto cerca de ningún omega. Pero lamentablemente Agam Mateo no siente lo mismo, el alfa siempre ha considerado a Bayron como su propio hermano pequeño. ¿Y cómo podría un hermano amar a su hermano?
-Amarte es un regalo para mí- Bayron Arbeto
-Ser amado por ti es un desastre para mí- Agam Mateo.
¿Cómo va la historia de amor de ambos? ¿Se producirá el matrimonio entre primos? Ven a seguir su linda y adorable historia de amor.
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Part. 22
Después de lo que le hizo ayer por la tarde a Agam, a Bayron no le permitieron venir a trabajar ni poner un pie en la empresa de su primo.
Bayron hizo todo lo que pudo para pedirle a Tobias que convenciera a Agam para que le permitiera regresar al trabajo.
Pero el resultado siguió siendo el mismo, su primo insistió en su decisión. De hecho, como resultado de su petición, su mamá lo regañó severamente porque había avergonzado a Agam frente a todos los empleados.
Y hoy, esta noche, Bayron tiene que aceptar el hecho de que el hombre que ama se comprometerá con otra mujer. Y no pudo hacer otra cosa que asistir a la fiesta, a pesar de que su corazón estaba triste y herido.
-¿Qué más quiero? ¿No sé si estoy triste?- Bayron miró su teléfono celular que había estado sonando por un tiempo, mostrando el nombre del hombre que había estado ocupando su día últimamente desde que no trabajaba en la empresa de Agam.
Sin contestar la llamada, Bayron dejó su celular en la mesa de noche, porque no quería que lo molestaran ni hablar con nadie. Pero unos segundos después su celular volvió a sonar mostrando un breve mensaje.
-Hay algo importante de lo que quiero hablar- Después de leer el breve mensaje, Bayron inmediatamente contestó una llamada telefónica de Sky.
-¿Qué pasa Ski?- Preguntó Bayron.
-Leo, ¿qué te pasa?- Sky respondió a la pregunta de Leo con una pregunta, cuando escuchó la voz del chico que amaba tan ronca.
-Estoy bien- Bayron respondió brevemente.
-Pero tu voz suena como la de alguien que ha estado llorando.
-¿La verdad es qué?- Bayron se aclaró la garganta mientras se frotaba la mejilla que todavía estaba húmeda de lágrimas.
-Sí, ¿estás bien?- Sky le preguntó a Leo nuevamente, estaba muy preocupado por el estado del omega.
-Estoy bien, tal vez porque tengo un resfriado y mi voz está ronca- mintió Bayron.
-Oh sí, ¿de qué querías hablar?- Bayron recordó el propósito al contestar la llamada telefónica, porque Sky dijo que había algo importante que discutir.
-Eso, quiero- Sky estaba confundido acerca de cómo expresar su propósito.
-Quiero invitarte a salir esta noche, ¿estás libre?- Sky se atrevió a preguntar.
-Lo siento, no puedo, porque esta noche hay una fiesta familiar al que tengo que asistir.
-Ah, es una pena que no puedas venir, aunque tenía muchas ganas de invitarte- Sky respiró hondo, porque su deseo de abrazar al hermoso omega que amaba fracasó estrepitosamente.
-Lo siento- dijo Bayron incómodo porque rechazó la invitación de Sky. Aunque si tuviera la opción, Bayron preferiría ir con ese hombre en lugar de asistir al evento de compromiso de Agam.
Después de charlar durante mucho tiempo con Sky, Bayron inmediatamente colgó su teléfono celular cuando su mamá lo llamó por su nombre.
-Sí mamá- Bayron se sentó junto a su mamá.
-¡Rápido, prepárate! Nos iremos en un momento- Tobias le dijo a su hijo.
-Mamá, la fiesta es a las siete de la noche y solo son las cuatro de la tarde- Bayron refunfuñó.
-Lo se, cariño, pero no hay nada de malo en que mi hermoso hijo se prepare antes- Tobias pellizcó ansiosamente la mejilla de Bayron.
-Oye, ¿por qué tienes los ojos hinchados?- Se dio cuenta de que los ojos de su hijo parecían hinchados.
-Um... esto es porque dormí mucho tiempo, por eso se hinchó- Bayron intenta reír.
-Ojalá mamá crea mis mentiras- Bayron murmuró para sí mismo. Tobias respiró hondo y luego frotó la cara de su hijo.
-Date prisa, date una ducha y prepárate, porque salimos a las seis de la tarde.
-Está bien- Bayron inmediatamente abandonó el lugar, afortunadamente su madre creyó en su mentira de lo contrario las cosas no durarían mucho.
Mientras tanto, Tobias, que todavía estaba en la sala familiar, miró la espalda de su hijo con una mirada significativa y una expresión triste.