Nerea, luego de terminar con una relación por más de diez años, se ve en la obligación de buscar otro prometido antes de que su familia se entere que ya no se va a casar.
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Capítulo 2
Mientras seguíamos esperando, tome mi tablet y empecé a ver el diseño del hotel, en el cual nos íbamos a concentrar en trabajar. Mi empresa se dedicaba a la hostelería y arquitectura, la familia Montenegro tenía varios edificios hoteles e incluso hospitales que les pertenecían, además de que se encargaban también de reestructurar y mantener los edificios y sus alrededores naturales. Estaba tomando apuntes de algunas ideas que se me habían ocurrido para el arte del paisaje del jardín interior cuando el hijo del CEO llegó. Dylan Montenegro, era un arquitecto famoso y conocido tanto en Los Ángeles como en toda Europa. Sus edificios y grandes obras se encontraban esparcidos por varias ciudades del mundo y a tan corta edad, puesto que solo tenía treinta y cuatro años, muchos grandes arquitectos adoraban su trabajo.
Guarde mis cosas y acercándome al grupo lo saludé con respeto como lo hacía siempre y al ver que me miró extraño baje mi rostro y me mantuve callada escuchando lo que él tenía que decir.
— Buenos días a todos, espero que entiendan que aunque vamos a un lugar paradisíaco, no significa que estarán de vacaciones. Necesito que pongan todo su esfuerzo y dedicación en este proyecto, ya que al ser este mi primer proyecto en la compañía espero que sea el mejor. Cuento con su apoyo.
Veo como todos asienten y al oír que ya era momento de abordar nos dirigimos hacia el túnel de abordaje, pero antes de poder seguir al grupo escucho a mis espaldas la voz de mi jefe diciendo.
— ¿Tengo que preocuparme?
Volteó a verlo de frente y al ver su mirada penetrante digo.
— ¿Disculpe?
— ¿Que si tengo que preocuparme? ¿Señorita Palmer sabe por qué soy el mejor en mi trabajo?— Guardo silencio y él agrega— Es porque siempre tomo muy buenas decisiones. Cuando elegí a mi equipo de trabajo la elegí a usted porque en los años que lleva en la empresa siempre había tenido un desempeño excelente y una imagen intachable. — Veo como me observa y dice— Dígame que no equivoque al traerla a este proyecto...
— No, señor. No volverá a suceder.
— Eso esperó, para evitar que sus colegas se den cuenta de su estado se sentará a mi lado. — Veo como voltea y hablándole a su asistente dice.— Consíguele un asiento en primera clase conmigo...
— Señor no es necesario...
— No perdamos más el tiempo y entrégale tus documentos.
Veo como el asistente me mira y entregándole mi volteó y pasaporte se dirige hacia las boleterías y cambiando el asiento regresa rápido y dice.
— Tuvo suerte, lo encontró de buen humor. Por favor evite esta clase incidente. No queremos que nuestra estadía en Cancún se vuelva una tortura.
Asiento ante sus palabras y ambos nos dirigimos a abordar el avión.
Al ingresar vi como mis colegas me indicaban nuestros asientos, pero haciéndole señas me dirigí a la cabina de primera clase. Cuando llegue el lugar estaba vacío aun así mire mi volteó y entregándoselo a la azafata me indico tomar asiento junto a mi jefe.
Así lo hice y sin decir ni una palabra solamente me acomode y luego saque nuevamente mi tablet de mi bolso de mano para seguir con la idea que tenía en la sala de espera, tenía miedo de dormirme y perderla. Estuve trabajando por algunos minutos en silencio hasta que vi como mi jefe empezó a prestar atención a lo que estaba haciendo y pidiéndome permiso con su mirada, le entregue mi tablet y él empezó a hacer algunas recomendaciones a mi diseño.
– No está mal... pero ¿por qué decido concentrase en esta zona?
Veo como me mira y contestó.
— Porque es la única parte del hotel que por alguna razón obviaron. Por lo que vi ahora solo es utilizado como una zona donde los huéspedes esperan por sus habitaciones, pero creo que podría convertirse un gran pateo de juegos donde los padres podrían dejar a sus hijos tranquilos mientras ellos disfrutan de la playa o una salida a almorzar...— Le comente un poco sobre mi idea y le expuse los beneficios que esto podría traer a la hora de tener que elegir un hotel.— Sé que muchos piensan que a Cancún solo van las parejas enamoradas o de luna de miel, pero si nos enfocamos también en el confort y comodidad de la familia, creo que nuestro hotel tendría un enfoque diferente.
Veo como sonríe de lado y tomando su computadora me muestra su idea y al ver que tenía una propuesta similar dice.
— Tal parece que no me equivoque con usted. Envíeme ese borrador y luego lo estaremos mejorando.
Asentí y enviándole el archivo a su correo personal, bostece y él solo agregó.
— Descanse, luego continuamos con el trabajo.
Agradecí por eso y me acomodé en mi asiento para dormir.
***
Al cabo de unas horas despierto por el suave moviendo de mi jefe y este dice.
– Abroche su cinturón ya estamos por aterrizar.
Asiento algo adormilada aún y acomodando mi asiento, ajusto mi cinturón.
Pasaban de la una del medio día cuando llegamos al hotel y mi jefe pidiéndonos a todos que por ese día descansemos me dirigí a mi habitación y al ver que Mateo me seguía, recordé que ambos habíamos acordado compartir habitación. Detuve mis pasos y al ver que estaba cerca mío, dije.
— Iré a la recepción para pedir otro cuarto. Tú quédate con este.
Veo como su mano toma mi brazo y dice.
— Nerea no es necesario, ¿podemos hablar...?
— No hay nada que decir, ya dijiste todo lo que sentías y querías, y yo acepte eso. Ya no tenemos un compromiso, ni tampoco estamos en una relación. Así que ahora te pido que aceptes mi decisión de no querer compartir la misma habitación qué tú.
Sin esperar respuesta volteé y al ver que detrás de mí estaba mi jefe, seguí mi camino hasta la recepción sin decir ni una palabra más.
No quería que nadie notará nuestra situación, pero era algo que pronto todos iban a saber.
Al llegar a la recepción pedí otro cuarto y en cuanto me entregaron las llaves me dirigí hacia él, ingrese y luego de dejar mis cosas tome una ducha y salí. Nos habían dado el día libre y no podía desaprovechar esa oportunidad.