La protagonista muere en manos de su esposo y hermana, su propia familia conspiró a sus espaldas para quedarse con su fortuna.
Ella había sido una persona buena, generosa con buenas intenciones y sufrió en manos de quienes decían amarla. En esta nueva vida, hará que las cosas cambien y se asegurará de vivir bien.
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Encuentro Familiar
Mi padre no aceptó la negativa de mi carta, según sus palabras él insiste en que, es mi abuelo quien no quiere que lo vuelva a ver.
- Tendré que ser bien directa con ese tipo que dice estar interesado en verme_ pensé en voz alta
Cuando decidí vivir con él, en un comienzo me trataba bien, luego siguieron su manipulación e ignorar lo que me pasaba.
Su esposa se empeñaba en hacerme hacer cosas, trabajar para ella, atenderla y quitarme las cosas que mi abuelo me regalaba.
Su forma de actuar fue sutil, quejándose primero o lamentándose y yo ingenuamente creía que era así:
- Oh mi pobre hija, no tiene un vestido apropiado para salir a esa reunión del té_ decía y yo le prestaba uno de mis mejores vestidos.
Por supuesto, jamás me los devolvieron, escudándose de que Flora ya fue visto en el, y que no querría que la gente dijera que yo le robaba las cosas a mi hermana. Cada año que pasaba su forma de operar incrementaba, menos mal que para ese entonces aún no vivía oficialmente con ellos, cuando cumplí los 18 años mi abuelo me nombró su sucesora de manera oficial, y en ese tiempo debía presentarme en sociedad, lamentablemente mi abuelo cayó enfermo y tuve que ser presentada acompañada de mi padre y su esposa.
Mi abuelo había organizado ese día con años, pero ellos las guardaron para Flora, el vestido, los zapatos, el peinado, las joyas y yo tuve la fiesta más simple, con un viejo vestido que mi madrastra no quiso porque su color era casi amarillo y no blanco como corresponde a las debutantes. Ella decía que el blanco no me favorecía en nada, mis ojos grises y cabello rubio dorado como el de mi madre, se veían mal ante esos tonos que use. La gente por lo que recuerdo habló de lo mal que se veía la futura duquesa, me sentía tan triste y fue cuando apareció mi salvador: Antonio lucia tan elegante, gallardo, su cabello castaño, sus ojos café avellana, le conferian una elegancia y belleza que no recuerdo haber visto, ni conocido. Cómo fuera, él me invitó a bailar en esa ocasión y yo no pude evitar sentirme atraída por su encanto.
- ¿Usted será la futura duquesa?_ preguntó esa vez, que tonta fui al no sospechar que su pregunta tenía otra intención
- Emm si, mi abuelo hace poco me nombró su sucesora oficial_ dije con timidez
- ¿Podré visitarla en casa de su padre?_ preguntó
- Yo aún vivo con mi abuelo_ respondí
- Según supe, su abuelo se encuentra muy delicado y hay quienes sospechan que el duque no estará con nosotros por mucho_ argumentó
¿Cómo no pude ver lo que escondían sus palabras? Yo respondí que mi abuelo era fuerte y que me dolería mucho perderlo. Él fingió que eso le importaba...
- También tiene una hermana, ¿no es cierto?_ preguntó de pronto
- Si, se llama Flora. En dos años más hará su presentación a la sociedad_ dije sin prestar atención a esos detalles.
Efectivamente mi abuelo falleció a la semana de haberme presentado y fue mi padre quien se hizo cargo de ayudarme. Tengo recuerdos borrosos porque en ese tiempo estaba muy mal por la muerte de mi abuelo, mi madrastra me hizo trabajar en la casa, mi guardarropa me la quitaron y se la dieron a Flora, y mis vestidos cambiaron con colores que no me hacían resaltar. Pero yo solo estaba feliz en ese entonces porque recibía las visitas de Antonio, cuando terminó el año, se anuncio mi compromiso y solo por eso dejaron de pedirme que hiciera cosas en la casa y que cuidara a Flora y mi madrastra. También se preocuparon de darme más dinero para tener vestidos, por supuesto esos vestidos no buscaban favorecer mi figura, y la comida que me daban era poca.
- Debes entender que las futuras novias deben ser delgadas_ decía mi madrastra
- Si, pero aún tengo hambre_ dije
- Eres tan glotona y mal agradecida_ se quejaba
Mira a Flora, ella tiene una exquisita figura, su piel está radiante y muy pronto tendrá su fiesta.
- Me preguntó porque a Flora se le pasaron mis cosas para la fiesta de debutante_ pregunté
- Me sorprende tu egoísmo. Eres duquesa y tienes dinero, lo menos que puedes hacer por tú hermana es apoyarla. Pasaste años ignorandola, es tu manera de compensarla_ casi me gritó
- No se supone que yo siendo niña no debieron venir a verme, ustedes_ dije
Esa fue la primera vez que ella se atrevió a darme una cachetada, y no fue la última vez que lo hizo.
Flora fingía mirar a otro lado, no decía nada y sonreía con malicia, desde hace unos años sospeche que mi media hermana me odiaba.
Pero ahora que estaba viviendo aquí, su manera de tratarme era peor, de a poco el maltrato fue escalando, yo intenté defenderme. Fue Molly quien me intentó ayudar y por hacerlo fue expulsada sin sueldo y misteriosamente encontrada muerta el año en que Flora cumplió los 18 años. Ese día ella usaba el vestido que mi abuelo me compró, la nostalgia y la rabia me hicieron querer quitárselo ese día.
- Suéltame loca_ grito con el forcejeo
- No te corresponde usarlo, es lo que me regaló mi abuelito_ grite, ya estaba cansada de las humillaciones.
Después de todo era duquesa, aún no cumplía la mayoría de edad, así que estaba obligada a ser retenida. Antonio me aseguró que ese año me propondría matrimonio, soñaba que llegara ese día, solo para librarme de Flora y su madre.
- ¡Suéltame!_ unas manos me agarraron, ya había perdido a Molly.
- Por favor Leonor no hagas una escena_ fue Antonio quien me tomo para impedir que le hiciera algo a Flora.
¿Cómo no pensé que era rara la forma en que justificaba y defendía a mi hermana? Siempre diciendo que debo ser más considerada, que ella no tuvo a su hermana, que ella es buena. Le contaba a Antonio lo que vivía y él, solo le bajaba el perfil a todo...
Cuando baje las escaleras recordando todas esas cosas que viví, observé la cara de aquel sujeto que me pide que le diga padre, mi abuelito estaba a su lado y le explicaba que yo no deseaba verlo.
- Hija mía_ llegó diciendo George, es el nombre de mi padre.
Tu abuelo me impide que nos veamos_ se quejo
- Es verdad, soy yo quien no desea verlo a usted señor_ dije con voz cortante como un cuchillo
El trago nervioso saliva, sabía que sus intenciones de ganarse mi afecto radican en querer tenerme bajo su control en el futuro. Está vez no caeré en su trampa.
- Abuelito, por favor dile a este señor que se vaya. No deseo verlo... Me ha ignorado todos estos años y se ha preocupado solo de su esposa e hija, además escuché que el conde ha gastado una fortuna en apuestas. ¿Será que el conde busca que lo ayudemos con sus malas costumbres?_ pregunté y note como su rostro enrojeció por la ira.
- Si fueras mi hija, te enseñaría una lección de respeto_ casi grito
- No lo soy. Así que por favor, Charles dile al señor conde que salga de la propiedad_ respondí
Mi abuelo el duque y yo no tenemos por qué escuchar sus groserías. Además, no quiero que nos vinculen con un apostador_ dije indiferente
Charles impidió que mi padre me levantará la mano, este sujeto ha perdido el juicio. Aún frente a mi abuelo se atrevió a hacer eso. La cara de mi abuelo cambio:
- Me aseguraré que el conde aprenda de respeto_ lo amenazó mi abuelito antes de ser llevado a la fuerza hasta la entrada.