AL PRECENCIAR LA MUERTE DE SU MADRE IRINA PERDIO SU VOZ Y POR CULPA DE SU PADRE FUE OBLIGADA A CASARSE Y DESPUÉS DE DOS AÑOS DE MATRIMONIO FUE OBLIGADA A DIBORCIARSE Y A CASARSE VON OTRO HOMBRE AL QUE NO CONOCÍA.
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CAPÍTULO 18
NARRADOR
En el departamento donde se encontraba Víctor, estaba desesperado por no saber nada de Celeste y Sol, Dmitry e Irina no sabían qué hacer para ayudarlo, porque no tenía ni idea de los sentimientos que en tan poco tiempo Víctor estaba empezando a sentir por ella.
-"Hermano, tranquilízate. ¿Qué te pasa?", preguntó Dmitry.
-"Me enamoré, sé que parece una locura, pero desde que la vi supe que debía cuidar de ella, estar siempre a su lado y de Sol, pero ahora no están y debí salir a buscarlas", confesó Víctor, y tanto Dmitry como Irina se sorprendieron por su respuesta.
-"Créeme, te entiendo hermano, pero ella aún no está lista para una relación. Sabes perfectamente todo lo que vivió, quizás tuvo miedo y por eso se fue", comentó Dmitry.
-"Lo sé, pero yo estoy dispuesto a esperarla. Sabes que soy paciente y lo seré aún más con ella. Ayúdame a encontrarla", expresó Víctor.
-"Te ayudaré, hermano. Enviaré a mis hombres a buscarla, no te preocupes", dijo Dmitry.
-"Gracias, hermano", respondió Víctor.
-"Creo que deberían buscar en su pasado, quizás donde vivía o trabajaba antes de su secuestro, donde vivían sus padres antes de morir y esas cosas. Ella no tiene a nadie y con lo que pasó no creo que confíe en nadie", opinó Irina de manera razonable.
-"Cuñada, eres la mejor. Seguro el detective tiene toda esa información. Voy corriendo", dijo Víctor.
-"No, espera. Mejor vamos todos y yo hablo con ella y luego tú. No hay que asustarla", propuso Irina.
"Sí, cuñada, tienes razón. Vamos", respondió Víctor.
Los tres salieron del edificio y se reunieron con el detective, quien después de mucha insistencia les dio la dirección del antiguo trabajo de Celeste, de la casa de sus padres y de su antiguo departamento. Investigaron y en su antiguo departamento viven otros, así que no puede estar ahí. En su antiguo trabajo no ha llamado, así que solamente quedaba la casa de sus padres. Se pusieron en marcha para llegar lo antes posible. Al llegar, fue Irina la que se bajó, pidiéndole a los dos hombres que se quedaran en la camioneta, para ella poder hablar a solas con ella. Irina tocó la puerta y Celeste se asustó porque no esperaba a nadie. Y aunque sabe que el hombre que la lastimó está encerrado, siente miedo. Celeste se acercó a la puerta y en cuanto vio a Irina del otro lado de la puerta, se tranquilizó y le abrió enseguida.
-"¿Qué haces aquí?", preguntó Celeste.
-"¿Puedo pasar? Quiero hablar contigo", dijo Irina.
-"Sí, pasa. Me alegra que todo haya salido bien y ahora puedas hablar", dijo Celeste, haciéndose a un lado para dejarla entrar.
-"Sí, a mí, igual, pero quiero que hablemos de Víctor, mi cuñado", dijo Irina.
-"¿Qué pasó con él?", preguntó Celeste nerviosa.
-"¿Por qué te fuiste sin decirle nada?", preguntó Irina.
-"Pues es que él es demasiado atento, siempre quiere estar cerca y cuidándonos. Se lo agradezco, pero yo no estoy en condiciones de tener un hombre tan cerca de mí", dijo Celeste nerviosa.
-"Él lo sabe y está dispuesto a tener paciencia. Él jamás te va a presionar. Él simplemente quiere estar cerca de ti y tu hija", dijo Irina.
-"No sé, y si al final no es paciente y ya no quiere esperar. Tengo miedo de que cambie", dijo Celeste.
-"No lo hará, pero si tienes miedo de estar en el mismo espacio que él a solas, ven a vivir con nosotros en la mansión. Somos muchos porque Víctor tiene tres hermanos más, aparte de Dmitry, y están la mamá y la abuela de ellos, al igual que su abuelo y su papá. Pero todos son muy agradables y simpáticos. Todos te vamos a apoyar y nadie va a sobrepasar los límites contigo", propuso Irina.
-"Yo no quiero molestar. Ustedes ya tienen sus problemas como para que yo les traiga más", dijo Celeste apenada.
-"No digas eso, al contrario, nos estarías quitando un problema de encima. Porque sin ti cerca, Víctor estaría preocupado y, por ende, todos nos preocuparíamos por él. ¿Qué dices, te mudas con nosotros?", preguntó Irina.
-"Bueno, creo que sí", dijo Celeste aun con dudas.
-"Bueno, dejaré que Víctor entre para que hablen, y yo estaré afuera. Él no se va a sobrepasar contigo. No te preocupes, él es un caballero", dijo Irina.
-"Bueno", dijo Celeste, nerviosa.
Irina salió de la casa y fue a la camioneta. Le dijo a Víctor que podía pasar, pero que debía ser cuidadoso y que organizara la mudanza de Celeste, mientras ella preparaba una habitación en la mansión. Eso le dio esperanzas a Víctor, y entró para seguir al pie de la letra los consejos de su cuñada para no terminar embarrándola con Celeste y no tener ninguna oportunidad con ella. En cuanto entró, Celeste se sintió nerviosa, y él lo notó, por eso se mantuvo un poco lejos de ella.
-Hola, - Víctor apenado.
-Hola, - Celeste nerviosa.
-Irina me dijo que aceptaste mudarte a la mansión, - Víctor.
-Sí, - Celeste.
-Y Sol, si quieres, la cuido mientras recoges tus cosas y las de ella. Alguien vendrá por nosotros para llevarnos a la mansión, - Víctor.
-Está durmiendo, pero no hay mucho que recoger. No me diste más que dos horas aquí, - Celeste.
-Sí, es que tuve miedo de no verlas nunca más, confiesa Víctor.
-Gracias por el cariño que en poco tiempo nos has demostrado a mi hija y a mí, pero te pido paciencia, ¿sí? - Celeste.
-Y la tendré, ya lo verás. No te molestes, pero ¿si puedo cuidar de Sol, verdad? - Víctor.
-Sí, a Sol le encanta estar en tus brazos y se nota que le tienes mucho cariño, así que podrás estar con ella, - Celeste.
-Cada vez que la abrace, soñaré con abrazarte a ti, - Celeste se puso nerviosa ante ese comentario.
-Pero te voy a esperar sin importar el tiempo que pase, - Continuó hablando Víctor y para suerte de Celeste, Sol lloró y Víctor se pareció a ir por ella. La bebé, en cuanto lo vio, dejó de llorar y le sonrió ampliamente.
-Creo que le agradas más que yo, - comenta Celeste.
-Por supuesto, ella sabe a quién puede manipular con esa sonrisa. Sabe que en cuanto crezca, todo lo que me pida lo tendrá, porque no podré resistirme a ella, - Dijo Víctor.
-Espero no la malcríes y tenga problemas de grande, - Bromeo Celeste.
-Jamás. Ella será una princesa obediente y consentida. Ahora vamos a la mansión. Les va a encantar y mi mamá la vas a amar, - Aseguro Víctor.
Celeste mantenía su distancia de Víctor después de que ella le diera de comer a la niña. Llegó la persona que los llevaría a la mansión. En la camioneta, Víctor lleva a Sol y Celeste se sienta pegada a la ventana para no tener contacto. A ella también le parece un hombre guapo Víctor, pero con lo que ha pasado, es normal que tenga miedo.