La monarquía es la misión sagrada de Dios para darle dignidad a la tierra. Nuestra protagonista tenía un destino trazado que vivir dentro de su familia, pero debemos recordar que nunca se debe dar algo por sentado, todo puede cambiar repentinamente de la noche a la mañana. Después de encontrarse en el set de grabación, Beatriz y Trevor vuelven a coincidir, pero esta vez en la universidad, es ahí en donde interactua con nuestro sexy y guapo protagonista, que había llegado un día a su clase de arte. De la convivencia nace entre ellos un amor fuerte, apasionado como el de ensueño, cálido como el verano. Hasta que un día y sin dar una explicación Beatriz deja la universidad sin una despedida, o una explicación dejando a Trevor con sus ilusiones y el corazón roto. Será que el tiempo algún día pueda volver hacer que se reencuentren, así algún puedan volver a vivir el gran amor que tenían
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Escocia
Capítulo 1
Era un día nublado en la universidad de St. Andrew, en Escocia, nuestra protagonista Beatriz después de la clase de ciencias políticas, se escaparía del edificio para ir a practicar su pasatiempo favorito, la fotografía.
En cuanto escucho al profesor decir que se podían retirar, salió corriendo del aula para tomar su bicicleta y su mochila con su equipo fotográfico e ir a la playa. Tenía un sentido de urgencia de seguir con su sesión ya comenzada el día anterior, era su segundo semestre en aquella universidad. Su mejor amiga y roomie se llamaba Kenia, ella venía de Manchester cerca de Londres, casi nunca podia acompañarla ya que trabajaba en las tardes en la biblioteca para pagar sus estudios.
Sin más demora Beatriz llegó a la playa para poder seguir buscando la belleza de aquella isla, antigua y mística. A sus escasos 19 años, y siendo la hermana de en medio sus sueños eran sin duda alcanzables, nada podía detenerla. Estaba tomando fotografías, cuando de pronto unos caballos se cruzaron en su camino, le fascinó especialmente el de color negro azabache era sin duda un majestuoso equino. Sin pensarlo se acercó para fotografiarlo, el ejemplar sin problema se dejó admirar.
—Eres sin duda lo más bello que he visto en esta playa.—expresaba Beatriz mientras acariciaba al caballo.
El caballo se alejó cuando escucho un silbato especial, tal parecía que estaba entrenado. Ella decidió seguirlo para asegurarse que era llamado por su dueño, llegó hasta donde se había escuchado aquel sonido. Se sorprendió al ver que el caballo pertenecía a un set de filmación.
—Solo puede estar personal autorizado en esta área.—dijo la voz de un joven, Beatriz se giró para ver de quien se trataba. Pero aquel chico se quedó paralizado por la belleza frente a sus ojos.
—Lo lamento, no sabía que estaban filmando.—respondió Beatriz, pero aquel joven se había quedado perplejo no podía dejar de observarla.—¿Estás bien?.—preguntó Beatriz para romper el silencio incómodo
—Lo siento supuse que eras una paparazzi o de la prensa, lo digo por la cámara.—respondió aquel joven extraño, aunque Beatriz también pudo observar con gran detalle aquel joven atractivo, y por su acento dedujo que no era inglés
—No, solo estoy divirtiéndome. Me voy ahora.—dijo Beatriz
—Espera ¿Cómo te llamas?.—preguntaba aquel joven apuesto
Beatriz solo le sonrió y le dijo adiós con su mano, desde que ella llegó a Escocia jamás había intimado con alguien, ni siquiera con su roomie, tenía que mantener un perfil bajo. Por su seguridad.
—Trevor, ¿Dónde estás?.—lo buscaba Ben el padre del joven aquel
—Aquí estoy papá.—respondió Trevor y corrió devuelta al set
Su padre era un actor famoso y consolidado dentro de la industria, tenia varios premios de la academia por su trayectoria la cual era impecable. Estaban en Escocia grabando una serie que tendría varias temporadas, así que su estancia en aquel país sería por varios meses o tal vez años.
—No te vayas lejos, no conoces los alrededores además si quieres ser actor en el futuro, deberás prestar atención y aprender de todo esto.—le decía Ben
—Solo trataba de ayudar al staff.—respondió Trevor
—Está bien, olvidé comentarte que estoy esperando la respuesta del decano de la universidad local, como ya comenzó el semestre, tal vez te haga repetir el último que estudiaste allá en Nueva York.—le comentaba Ben
—¿Estás bromeando?.—preguntó Trevor
—No, aquí son distintos a nosotros los norteamericanos. Ya que no hay opción repetirás, no me gustaría que dejaras de estudiar, aunque estoy seguro que en el futuro serás tan famoso como yo.—respondió Ben
—De acuerdo no objetaré.—dijo Trevor, continuó ayudando al staff mientras su padre y sus compañeros grababan las escenas, que por cierto estaban por estrenarse en la primera temporada de la serie.
Por la noche ya en la completa soledad de su habitación, Trevor practicaba su pasión más grande, el dibujo. Trataba de plasmar en sus hojas a la joven que había conocido en la playa, su mirada sin duda era algo divino, tenía facciones únicas y refinadas. Su actuar era de una señorita de sociedad, suponía que era hija de un conde o un lord, ya que en la gran Bretaña aún existía esas formalidades. Sin embargo, dudo que fuera alguien local su acento se escuchaba diferente. Se desveló aunque no logro replicar el hermoso rostro de aquella misteriosa joven.
La mañana siguiente estaba Beatriz y su roomie desayunando, estaba tan concentrada viendo las fotografías que había tomado de ese majestuoso caballo, que no estaba poniendo atención a lo que Kenia le estaba platicando.
—Beatriz, ¿sigues aquí?.—preguntó Kenia
—Si, lo siento estaba revisando. ¿Qué te parece?.—preguntó Beatriz mientras le mostraba la fotografía
—Sin duda es majestuoso, ¿cómo lograste ese color en el cielo? Además no es común encontrarlos en plena playa. ¿Cómo sucedió?.—preguntó Kenia
—No lo sé así se capturó la imagen, descubrí que están grabando una película o una serie en ese lugar, el caballo pertenecía a ellos. Solo que un joven me hizo saber que estaba prohibido acercarse. Me alejé de inmediato.—respondió Beatriz
—¿y el joven era guapo?.—preguntó Kenia
—Mentiría si te digo que no le preste atención, pero quién evita admirar esos ojos azules tan profundos como el océano. Además tenía una boca realmente sensual, que te invita a besarlo.—respondió Beatriz como si tuviera la experiencia de haber besado antes a un chico
—De acuerdo, sin duda alguna si te impactó. Y si vamos de nuevo a merodear allá, no se tal vez lo volvamos a encontrar, así podrás saber si es el joven de tus sueños.—sugería Kenia mientras le daba un sorbo a su te.
—No como crees, vamos a quedar como un par de locas obsesivas. Tal vez lo hagamos sentir perseguido si vuelve a verme, no definitivamente yo estoy fuera. Además tengo demasiada tarea que entregar, me voy a dedicar el fin de semana a ponerme al día.—decía Beatriz
—Bien lo intenté, bueno señorita prepararé todo para ir a la lavandería. Hoy cocinaré yo.—dijo Kenia mientras levantaba su plato de la mesa, para ponerse a asear la cocina antes de irse
Beatriz no podía dejar de mirar sus fotografías, pero también era inevitable no sentir curiosidad por aquel joven. Sobre todo por verlo una vez más, pero ella sí creía en el destino y si lo volvía a encontrar sería una señal.
Así pasaron los días, Beatriz seguía su rutina en la universidad. Mientras Trevor seguía trabajando como el asistente de su padre durante las filmaciones, aún el decano no le daba una respuesta a Ben.
—¿Qué tiene mi padre?.—preguntó Trevor
—Esta furioso porque aún no le dan una respuesta sobre tu ingreso en la universidad St. Andrew. Le expliqué que si necesitabas, podías tomar clases con maestro particular pero lo rechazó.—respondió Jerry su representante
—Hablaré con él Jerry déjalo en mis manos.—dijo Trevor y de inmediato dejó las cosas que traía en sus manos para ir a hablar con su padre
—Ya te lo dijo Jerry, ¿verdad?.—preguntó Ben mientras se arrancaba la barba falsa que usaba para su personaje
—Si, creo que un tutor privado podría ayudarme.—respondió Trevor
—De ninguna manera, esta serie va para largo. Está teniendo un rating inimaginable, así que quiero que te acepte que obtengas un título. Si hoy no recibo una respuesta, mañana iré hasta la oficina del decano para hablar de nuevo con él a primera hora.—decía Ben mientras se calmaba
Durante la tarde recibió la llamada tan ansiada del decano Winston, habían conseguido un lugar para Trevor en la carrera de leyes. A su mail le habían enviado su horario de clases y las clases extra curriculares que podía tomar.
—Ves papá, todo con calma y tranquilidad se resuelve.—decía Trevor
—Bueno, tienes suerte hay un lugar en Arte, tu favorito, pero vaya también tiene esgrima. Te puede ayudar en un futuro con algunos personajes.—dijo Ben
—Tomaré las dos, esgrima y arte. Además tendré el tiempo para todo, aquí no tengo amigos.—dijo Trevor
—No tengo duda que los tendrás, ya me imagino cuando te inviten un té. Ingleses.—se burlaba Ben
Trevor se sentía emocionado por su nueva vida en St. Andrew, esperaba realmente hacer amigos y sobre todo comenzar a hacer sus pinturas o dibujos de manera profesional.
Dos días después ya estaba listo para recomenzar su carrera universitaria pero en el segundo semestre, las clases eran buenas y lo mantenían concentrado, después de la tercera hora, tendría su clase de esgrima y después de arte. Después de una hora, ansiaba aprender más sobre pintura, dibujo y arte. Llego a su clase, colocó sus herramientas y su caballete, nadie hablaba con nadie.
—Sea bienvenido señor Richardson es inusual que entren alumnos semanas después de haber iniciado las clases. Es usted un joven afortunado, espero valore eso. Soy su profesor de arte Baltasar Craig, bien comencemos. Señorita Beatriz por favor coloque al centro lo que dibujaremos hoy.—daba la instrucción el profesor
Beatriz se levantó de su asiento, para tomar una pequeña escultura que le habían prestado en la biblioteca. Trevor estaba realmente sorprendido, ahí estaba ella la chica de la playa, tal parece compartirían la misma clase, para él era una hermosa coincidencia. Se veía tan hermosa con su atuendo tan europeo, realmente era preciosa. Ninguna mujer había provocado tanto en su persona.
Ella también lo reconoció en el momento, le regalo de nuevo una sonrisa y agito su mano para decirle hola. Los demás compañeros se sorprendieron al ver que se conocían, Beatriz no socializaba con nadie, es por eso que les sorprendió bastante a cada uno de los presentes, que ella tuviera un conocido dentro de la universidad.
—Si que eres afortunado, de todas las chicas lindas en St Andrew conoces a la más bella, le apodamos la pequeña duquesa por su comportamiento tan altivo. No habla con nadie y tampoco se relaciona, solo con su roomie. Bienvenido soy Marti de Hanover.—se presentaba su compañero de al lado
—Soy Trevor, vengo de Nueva York.—respondió
—Genial un yankee, esperemos que no te matemos del aburrimiento. Cualquier cosa yo te puedo asesorar.—decía Marti
—Menos plática señor Hanover.—lo reprendía el profesor
Minutos después Trevor dibujaba, pero a la vez no perdía de vista a su compañera. La pequeña duquesa, el que no socializará confirmaba aún más que era alguien que provenía de una familia de una posición alta, siendo hija de un conde o algo similar.
—¿Ella de dónde es?.—preguntó Trevor
—La pequeña Duquesa, nadie sabe solo sabemos que se llama Beatriz de Teck, yo apuesto que viene de Alemania. Pero nadie sabe su verdadero origen, como no se involucra con nosotros. Nunca lo sabremos, por cierto no te desgastes en buscarla en redes sociales no tiene, es como si no existiera.—respondió Marti
Beatriz estaba concentrada en su labor, pero Trevor no dejaba de observarla. Se sentía más intrigado, quería saber más y más de ella, no dejaría pasar la oportunidad para acercarse.
Te descubrí en "GOLONDRINA."
Me gustó tanto que decidí seguirte. Y de esa lista, elegí ésta por el título.
ESPERABA un relato de fantasía, pero nunca imaginé el resultado.
Es bellísima, perfecta de punta a punta y esta MUY BIEN ESCRITA!!!
DIOS bendiga tu talento. Felicitaciones. Y muchas graaaaaaacias por estos regalos.