Lilith, que trabaja en un club exclusivo como mesera, un día llama la atención de un cliente muy importante, ¿qué pasará ahora?
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Capitulo 12
— Abuela sabes que soy una chica fuerte, que no me doy por vencida, así que no te preocupes, que todo saldrá bien, y veremos estos como una pesadilla pasajera, nada más.
— Lilith...
Se quedó un momento callada, aparecía tener algo en su corazón, que me quería decir y no seatrevíaa hacerlo.
— Abuela, no te preocupes, solo dime cualquier cosa.
Ella suspiró, y me dijo.
— Lilith si las cosas salen mal...
— Eso no va a suceder, no pienses eso abuela, mira, la cirugía, luego unos meses de quimio y todo habrá terminado, nada malo va a pasar.
Ella se soltó de mi abrazo, me miró a los ojos firmemente y me dijo.
— Si algo malo pasa, prométeme que vivirás bien, que no te hundirás como tu madre lo hizo, es lo único que te pido, promételo.
Muchas cosas vinieron a mi mente, gritos, peleas, entre mi abuela y mi madre, recuerde todas las veces, que mi abuela trató de sacar a mi madre de los vicios, sin embargo, ella le dijo, “no me molestas está es mi libertad”, me dan escalofríos de solo pensar en eso.
— Te lo prometo abuela, que viviré bien.
Es lo máximo que puede decir, en mi mundo, nunca imaginé, ni imaginaré que no estás abuela, por qué tú eres mi mundo, mi hada madrina, mi protectora mi todo.
La abuela me dio un cálido beso en la frente, fue tan emotivo el momento que las lágrimas que hace años nos derramaba salieron automáticamente de mis ojos, no lo pude evitar, nos abrazamos un tiempo malas, hasta que una enfermera tocó la puerta.
— Señorita, ya la hora de vistas termino, me dijo la enfermera.
Le di un último abrazo a la abuela, me limpié las lágrimas, y puse mi mejor sonrisa para despedirme de ella.
— Abuela, nos vemos el miércoles, estaré esperando, que salgas de la cirugía, pórtate bien, y tomas todas tus medicinas.
— Que Dios siempre te proteja mi pequeña niña, me dijo ella.
Salí de la habitación, pero sentía mi corazón pesado, todo lo que pasó entre la abuela y yo parecía una despedida, no, no, no, no voy a hacer negativa, hemos llegado tan lejos, por fin se hará la cirugía, todo saldrá bien.
Fui a donde se había quedado el auto estacionado, entre enseguida, la Señora Laura parecía estar de muy malhumor, diré mucho más de una hora lo sé, el auto arrancó, supuse que nos dirigimos al apartamento, sin embargo, mire por la ventana y la ruta no me parecía conocida.
El camino cada vez, se hacía más largo, me percaté que salimos de la ciudad, después de ver el letrero de “bienvenidos a las Vegas” a la distancia, entonces el cambio se hicieron más rural, como si fuéramos para el campo o un bosque, los ricos son tan excéntrico, tienen tantas casas donde vivir, y muchos otros, mueren sin un techo propio bajo sus cabezas.
Después de casi tres horas, lo supe, por qué mire la pantalla de mi celular, algunas veces, llevamos a un lugar, era un bosque, el auto se estacionó en una hermosa casa, toda de lo que parecía madera y cristal, había otra al lado más pequeña, y un lago en frente.
Yo sabía que esas cosas existían, lo que no me imaginaba era que yo las podría ver, salí del auto, y me quedé mirando la vista, era mágico, el sol se estaba ocultando, y los rayos naranja tocaban el agua del lago, muy hermoso.
— ¿Te gusta la vista?, pregunta, esa voz, era inconfundible.
Me di la vuelta, y estaba parado mirando lo que yo miraba, incluso en la misma dirección, estaba vestido de crema, pantalón, y camisa, siempre está vestido de colores claros, será que son los colores que le gustan, ¿qué me importa eso a mí?.
— Si, la vista es mágica.
— ¿Mágica?, me preguntó, mire su cara y era una mezcla de asombro y curiosidad.
— El cómo el sol toca el agua, con sus últimos rayos del día, es como magia, como si una barita mágica tocará el agua, y se volviera un espejo mágico.
Parecía analizar cada una de mis palabras, y después de que llegó a una conclusión, su cara se oscureció, como si un mal pensamiento le hubiera quitado la tranquilidad.
— Entramos.
Se dio la vuelta y, camino hacia adelante de la casa, yo lo seguí, no tenía otra oportunidad que hacerlo, suspiré, frustrada, de tener que seguir órdenes como si fuera un perro entrenado, la madre, el hijo, la prima, estás tres personas, son muy parecidas, pero tiene auras diferentes.
— ¿Qué es lo que piensa tanto?, me preguntó, después que yo entrara y chocara con él.
— Nada, señor.
Me señaló un mueble, para qué me sentará, me senté, y entonces empezó hablar.
— Quiero que esto quede claro desde el principio, eres solo un capricho que quiero darme, de ninguna manera tengo sentimientos por ti, ni los voy a tener, cuando esto termine cada quien va a tomar su camino, no quiero escenas de celos, ni quiero llanto, está claro.
— Si señor.
Tampoco quiero estar emocionalmente atada a un hombre como tú, si estoy en esta situación es por una necesidad urgente, si no fuera por eso, jamás hubiera aceptado este trato.
— Vamos a comer.
Me pare y lo seguí, ahora con más cuidado, de no chocar con él, entramos al comedor, la mesa estaba servida, había mucha comida, y yo tenía hambre, no había comido nada en todo el día, me senté dónde me indico, y comencé a comer, todo estaba muy rico, la vida es una broma, estoy aquí comiendo buena comida, sin embargo, el precio que voy a pagar, me detuve al pensar en eso, que tengo que entregar mi cuerpo, a un hombre que no amo.
Después de la cena me tomé un jugo, y me quedé sentada en la mesa, la cena fue silenciosa, no existía tema de conversación entre este hombre y yo, es algo muy incómodo.
— ¡Mi querido Primo!, grito desde la puerta la doctora que me atendió.
Fue corriendo y abrazo, al señor Sawiris, mientras me miró, con desprecio, después se sentó en la mesa y comenzó hablar.
— Traje los resultados de los análisis de tu chica, ella tiene anemia crónica, por eso es tan flaca, debes darle de comer. Dijo ella con sarcasmo mientras tomaba un vaso y lo llenaba de jugo.
— No podías simplemente enviarme un mensaje con los resultados, ¿qué haces aquí?, le pregunto enojado.
— Nunca pensé que traería a alguien aquí, solo estoy muy sorprendida, además, se me olvidó, ponerle la inyección, así que viene a eso, y luego me voy.
Entre ellos dos existe algo, un asunto sin resolver, incluso yo lo puedo ver, ¿por qué tengo que estar en medio de todo esto?, ¿cuál inyección?, cada vez las cosas se enredan más, y lucen peor.