El Viudo Impiedoso y la Niñera

Lorenzo se siente sofocado en casa, su pecho duele, apenas puede respirar, intenta tomar aire pero se siente como si no hubiera ninguno. ¿Cómo pude descuidar tanto a Theo? ¿Cómo pude ser todo lo que le quedó y no ser el padre que él necesitaba?

Dios mío, ayúdame, te lo imploro, no aguanto más. No puedo más.

Me detengo en el borde de la azotea donde le pedí matrimonio a Suzi, ya no soporto el dolor que siento, solo quiero acabar con esta desesperación. Siento pequeñas manos tocando mi abdomen y suaves patadas en la espalda.

Isabella: Júlia me contó lo que pasó y activé el rastreador del anillo de Lorenzo, nunca se lo quita. Por la ubicación sé dónde está y subo con Arthur, la escena de él en el borde de la azotea hace que mi corazón duela. Me acerco en silencio y lo abrazo como puedo, mi barriga no ayuda. Si te rindes no lo soportaré.

Lorenzo: Bella, por favor, sal de aquí.

Isabella: ¡No! Te he dado espacio, pero ya es suficiente. No puedes sentir lástima de ti mismo por el resto de tu vida. Eres mi otra mitad y te veo morir todos los días. ¿Tienes idea de lo agotador que es? Estoy embarazada Lorenzo y he tenido meses horribles, apenas puedo sentir alegría al verte así. ¡Para! ¡Por favor! Todos estamos sufriendo, te quedaste viudo, pero sigues vivo. Borré todas las fotos de mi boda de mi casa porque no soportaba ver a Suzi, así que te entiendo, pero todos seguimos con nuestras vidas, como ella querría que lo hiciéramos. Mañana hay almuerzo familiar, como todos los domingos, hace dos años que no participas. Theo ya no sonríe como antes y nuestros padres están al límite. Nos estás lastimando a todos, así que ¡para! Te lo imploro, no aguanto más...

Lorenzo: Siento las lágrimas de Isabella mojando mi espalda, su voz está entrecortada y su cuerpo tiembla entero. Bajo, voy a bajar.

Isabella: Yo bajo mirando a Lorenzo con miedo de que se tire.

Lorenzo: Lo siento.

Isabella: No te sientas así, prométeme que vas a vivir, por favor. Le hablo con las manos en mi barriga.

Lorenzo: Voy a intentarlo, Bella.

Isabella: Le entrego una tarjeta a Lorenzo, que me mira curioso. Ve el lunes, es una cita con una psicóloga. Te imploro que vayas.

Lorenzo: Lo pensaré, Bella. Ven, vámonos de aquí. Arthur nos acompaña en silencio, ellos se van con su chofer y yo voy después con el mío a casa. Pienso en todo lo que Isabella dijo. Entro a casa y todo está en silencio, paso por la habitación de Theo y él no está aquí. El comedor ha sido limpiado, entro a mi habitación y me quito toda la ropa, luego voy directamente al baño, entro distraído y Alice está aquí, me mira y se asusta.

Alice: ¡Dios mío! Me asusto y le echo agua con jabón de la cubeta a Lorenzo. Él está desnudo, intento salir del baño rápidamente y él está en la puerta, todo sucede muy rápido, resbalo en el agua que también tenía jabón. Lorenzo intenta sujetarme y me asusto al verlo desnudo, caigo encima de él y cierro los ojos con fuerza.

Lorenzo: Esta loca nos derriba y estoy desnudo, siento su cuerpo pegado al mío, ella no se queda quieta, mi miembro se despierta después de dos años, pésimo momento para una situación así. La loca se congela y no sé qué hacer, ella debe estar sintiendo, porque está más roja que un tomate. Siento su respiración acelerada, el perfume de su cabello en mi rostro y tengo la certeza de que necesito deshacerme de ella. ¡Quítate de encima!

Alice: ¡Tú... tú pervertido! Me levanto con los ojos cerrados apoyándome en la pared totalmente avergonzada, Lorenzo parecía estar "armado" debajo de mí, ¿cómo puede excitarse en una situación como esta?

Lorenzo: ¿Qué haces en la mierda de mi baño?

Alice: Me volteo de espaldas. ¿No te diste cuenta? ¡Limpié! Todo estaba sucio aquí, Theo se fue a casa de sus tíos y aproveché para limpiar, solo faltaba tu habitación y como no estabas aquí decidí limpiarla. Puede poner una toalla, por favor.

Lorenzo: Alice toma una toalla y me la pasa sin mirarme. Nota que sus manos tiemblan. No va a hacer ninguna diferencia después de verme desnudo. ¿Qué diablos de olor tan desagradable es este?

Alice: Es agua con jabón, mejor dúchate pronto.

Falo con voz temblorosa intentando normalizar mi respiración aún de espaldas a Lorenzo.

Lorenzo: Aprieto la cabeza de mi miembro con fuerza intentando disminuir mi erección en vano.

Estás parada en la maldita puerta del baño, Alice, ¡desaparece de aquí! ¡Ahora!

Alice: Intento salir con los ojos cerrados y una vez más me desequilibro. Lorenzo sujeta firmemente mi cintura y puedo sentir su miembro tocándome.

No... No me sujetes.

Lorenzo: Entonces abre mierda los ojos y sal de aquí sin tropezar con tus propios pies.

Hablo impaciente, irritado con la sensación que esta aproximación me causa.

Alice: Abro los ojos despacio y veo los intensos ojos azules de Lorenzo mirándome, nuestras respiraciones se mezclan, me sonrojo con la forma firme en que sus manos me tocan y me alejo empujando su pecho con las mías ¡Él está tan definido! ¡Maldición! ¡Qué pensamiento más idiota, salgo rápidamente de su habitación y entro en la mía con el cuerpo ardiente, corro al baño y me doy una ducha fría con la imagen de Lorenzo en mi mente. Me visto y no sé si salir de la habitación o no. Hasta que escucho golpes, abro y Lorenzo está parado apoyado en el marco de la puerta con el cabello mojado y las manos en los bolsillos. Él es tan... Sacudo la cabeza como si eso pudiera alejar los pensamientos que tengo con él en este momento.

¿Te puedo ayudar?

Lorenzo: Alice abre la puerta con una expresión confusa, ella sacude la cabeza mientras me mira.

¿Piensas terminar lo que empezaste en el baño?

Alice: ¡No! ¡Claro que no! ¡Per... pervertido!

Lorenzo: Alice se enfada y noto que ella entendió otra cosa.

¿Te has vuelto loca, Alice? Estaba hablando de limpiar el baño. Está hecho un desastre y no tenemos empleados.

Alice: ¡Porque asustas a todas con tu mal humor!

Lorenzo: Lo sé.

Alice: ¿Qué? Lo siento, estaba esperando que me gritaras ahora. En fin, voy a terminar, pero necesitamos contratar algunos empleados, aquí es muy grande para limpiar sola y necesito cuidar a Theo, él es mi prioridad.

Lorenzo: Mañana llegará un nuevo equipo.

Alice: De acuerdo, disculpa por lo ocurrido en el baño, nunca volverá a pasar algo así.

Lorenzo: Excelente.

Salgo sin avisar que voy a buscar a Theo, evito incluso pensar en lo que ocurrió en el baño, en la situación en la que Alice me dejó.

Alice: Lorenzo es extraño de más. No entendí nada de lo que ocurrió aquí. ¡Que Dios me ayude! Vuelvo a limpiar el baño, dejo todo limpio, guardo las cosas y voy a preparar la cena. Preparo una pasta con salsa roja, carne molida y queso. La cena estaba atrasada y no podría hacer nada más rápido.

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Hola gente hermosa.

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