Fénix

Al día siguiente Félix comenzó a buscar trabajo, con su conocimiento solo le faltaba el título, esos tres años metido en su caso como un supuesto casi Omega hogareño le ayudaron en esta vida. Podía disfrutar más de la vida sin sufrir por lo que sucediera a futuro o eso quería imaginar. Comenzo a trabajar en la mina de oro que había cerca, primero como personal de seguridad, era el mas grande del grupo, asustaba su porte, y de a poco por sus conocimientos y empeño, paso a operario de la minera. comenzó en recepción y de allí a administración y manejo de maquinaria pesada.

pronto consiguió un hogar estable donde se mudó y aunque era pequeña la casita con un dormitorio, con una cocina comedor y un baño con bañera, el era feliz. adoptó un gato y un perro que encontró en la ruta un día que volvía de trabajar. Rápidamente los animales se acostumbraron a él y sus horarios. Lo esperaban en la puerta al llegar, el gato se iba todo el día pero estába en la entrada en el momento que Félix regresaba, le hacia cariño con su cola y luego de un rato de cariño desaparecía hasta la otra bienvenida, los días de franco los dos animales no se alejaban del dueño de casa, ayudaba en la escuela porque seguían sin maestro y colaboraba con la comunidad, que era pequeña pero muy solidaria. Los días fueron pasando y asi vivió por cinco años. En su corazón tenía a Rodrigo pero el sentía que lo que hizo fue lo mejor por la trama y sus personajes. A veces la diosa de la reencarnación lo visitaba.

Luego que Félix se fue un grupo de hombres se dedicó a buscarlo por toda la ciudad, como no lo encontraban fueron extendiendo sus recorridos, a zonas más alejadas.

Fénix se hizo cargo de todo lo que llevaba su nombre, se volvió más sanguinario que su clon, como él le decía. Desde que se transformó en lobo y perdió el amor de su Rodrigo comenzó el odio de nuevo a su hermano, y en estos cinco años se casó con Rodrigo, porque en un RUT quedó embarazado, su hijo Robert era un hermoso niño de un año de edad. El enigma se encargaba de cuidarlo, ya que Fénix lo odiaba por tener el pelo platinado como Félix. Cada vez que lo veía sentía que era el hijo de su hermano y no de él, se peleaba con Rodrigo y le echaba en cara que tanto amaba a su hermano que provocó que su hijo saliera como él. El bebé no entendía era demasiado pequeño para saber que tenía madre y padre, y solo era cuidado por su padre.

Esa mañana de invierno mientras caía una pequeña nevada matutina, Félix caminaba de regreso a la casa, había trabajado el turno noche, un auto freno delante de él y cuando dio un paso hacia atrás para cruzarse de vereda, otro vehículo le cortó el paso por detrás, al darse vuelta un hombre que salió del primer auto, le dio un golpe con un bate y cayó desmayado. Después de cinco años lo habían encontrado, los sabuesos se encontraron con una noticia de un diario local, el delta estaba izando la bandera de una escuelita rural junto a unos pequeños de la comuna.

Lo siguiente que vio el delta fue oscuridad, sintió frío, estaba atado, amordazado y con una capucha que cubría su cabeza, por el movimiento sabía que iba en un vehículo, en la parte de atrás, no tenía miedo, pero estaba alerta para escapar cuando le dieran la oportunidad. Esos tres años casado con Omar le habían dado el don de la espera de lo peor y poder salir lo más ileso posible. Durmió casi todo el viaje, no se molestó en intentar soltarse, ya tendría tiempo cuando viera a dónde lo llevaban.

Era de madrugada, lo levanto alguien de un gran cuerpo, más grande que él seguro otro delta o enigma y sintió cuando lo tiró y cayó al piso, le salió un quejido por perder el aire del golpe, recordó por un momento cuando cayó al auto desde la azotea, alguien lo sento y le saco la capucha por unos segundos no vio nada, estaba encandilado por pasar de la oscuridad a la luz, luego vio a su alrededor y supo dónde estaba, tenía las memorias del dueño del cuerpo, miró a los hombres y reconoció a uno, era Orión el verdugo de casa, y otros hombres, que luego de un momento se pusieron firmes y dieron paso a una figura imponente y conocida.

Llego junto a mí, tomo mí barbilla y la levanto, haciendo que nuestras miradas se conectarán y me dijo, volviste cachorro, por fin te encontré. No podía responder, seguía amordazado, solo lo miré. Se sacó el saco y se arremangó las mangas de su camisa negra, se desabrochó el chaleco, se giro y dio la orden me desataran, y los hombres lo hicieron, me pare y me estaba por sacar la mordaza y fui golpeado por Fénix, caí. Me baje el trapo de la boca y le pregunté porque? Y una patada me hizo girar y caer de nuevo, escupí sangre y me dolía mucho el abdomen. Me volví a incorporar y otra vez dije, porque? Y otro golpe. Yo no sabía que pasaba, en que parte de la trama de la historia estaba, me dolía y ya no quería levantarme, mis lágrimas comenzaron a brotar, me quedé en el suelo sucio del calabozo y cuando Fénix vio que no daba batalla, me escupió y dio la orden que me golpearan unas horas a ver si así volvía el despiadado de su hermano, se fue, y yo recibí la peor de las golpizas de mis dos vidas. Me desmayé después de soportar todo lo que pude, Orión salió y aviso a Luisa, cuando los hombres se cansaron de pegarme se fueron agotados, allí apareció mí nana, y entre los dos me sacaron hasta mí habitación. Llamaron s mis padres que al verme en esas condiciones no supieron que hacer en un primer momento. luego mí madre le dijo a mí padre que llamarán a Rodrigo y me llevará con el a mansion Smith antes que Fénix se diera cuenta que me estaban ayudando. En estos cinco años mis padres y los de la mansión se transformaron en reenes de mí hermano, les prohibió salir y hacer cualquier cosa que no fuera aprobado por el, y tenían una regla que no podían Romer, si hablaban conmigo, morirían.