En la isla de Hematera, dividida entre humanos y vampiros, el destino de dos hermanos gemelos, Fabián y Francisco, ha estado marcado desde antes de su nacimiento. Fabián sacrificó la mitad de su alma para volver a nacer y proteger a Francisco, aun si eso significaba vivir apenas veinte años. Sin embargo, su vida se ve trastocada cuando el amor, la traición y la sangre lo arrastran a un mundo donde ángeles, demonios y vampiros luchan en silencio por el dominio y la redención.
Convertido en vampiro contra su voluntad, Fabián deberá enfrentar la verdad sobre su corazón de ángel
Entre guerras celestiales y heridas que no cicatrizan, la esperanza se enciende en la oscuridad: la unión de sangre y espíritu de
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Sangre de la luna oscura
Del lado oscuro de la luna, el ángel de los 10 ojos dió un salto que lo hizo caer en un lugar gris, rocoso y con arena negra que parecían ser cenizas, sus ojos completamente negros escanenado el lugar hasta que vio a lo lejos 3 ojos de piedra, cerrados, se acercó lentamente a ellos a la vez que se arrancaba una de sus plumas afilada como una navaja
Frente a los ojos cerrados cortó su palma y los manchó de sangre para despertar su poder, los ojos se abrieron lentamente antes de comenzar a llorar sangre, llenando poco a poco un río que estaba frente a ellos, el ángel observaba como la sangre fluía por el río poco a poco las sombras de las almas se veían más cerca de la superficie
El ángel se cubrió los ojos con una venda negra antes de soltar un grito desgarrador que guió a las almas fuera del río las cuales se arrastraban a la orilla como si ya no recordarán quienes eran y solo pudieran pensar en vengarse
Lucio lavaba la ropa en el cuarto de lavado hasta que encontró la ropa cubierta con las cenizas de Emanuel que aún no se había atrevido a limpiar, no podía, cada minúscula pizca de esas cenizas eran todo para él
Se había propuesto ser valiente y lavar la ropa, más cada vez que lo intentaba terminaba llorando, era bueno haciendo creer a todos que estaba bien, más nunca superó esa partida, la resurrección de vampiros que se habían convertido en ceniza era prácticamente un secreto maldito que pocos sabían
Se secó las lágrimas y puso la ropa en una bolsa, incapaz de lavarla, se sentó en el suelo pensando… más de 500 años gobernando, estrés y diferentes tipos de ansiedad que no terminaría por matarlo por su naturaleza de vampiro, tal vez debía retirarse unos años y descansar
Si terminaba de entrenar a Liam, podría tomar el trono un tiempo, solo cien años, era suficiente para que pudiera despejarse lo suficiente para poder regresar renovado, en eso estaba cuando recibió una llamada de Fabián quien le decía en tono desesperado que se escondiera y que no dejarán que ninguno de sus vampiros saliera del clan hasta nuevo aviso
Lucio– es… ¿es por lo del ángel que habías mencionado?
Fabián–... si… busca a un vampiro en especial pero no quiero que vaya a confundirlo con alguno de ustedes y les haga daño, sé que es demasiado… pero tenemos que aguantar
Lucio– no te preocupes… eh pasado por cosas así de pesadas
Fabián sabía que eso era verdad y solo lo hacía sentir mal al no poder permitirle a Lucio tener una vida tranquila después de todo ese sufrimiento– te quiero… gracias
Lucio sonrió, a pesar de todo lo que había perdido aún tenía un trozo importante de Emanuel con él, podía con la amenaza del ángel y con más
dio a sus vampiros indicaciones antes de cerrar el castillo y el clan como había dicho Fabián, todo a simple vista parecía normal, pero todos los vampiros que tenían trabajos nocturnos se reportaron enfermos o indispuestos, los cargos nocturnos del lado humano habían quedado de pronto desocupados, el lugar oscuro y más silencioso de lo normal
A pesar de no saber exactamente lo que sucedía, los vampiros se sentían en peligro, su propio instinto les decía que se escondieron de “una amenaza”, Fabián cerró las puertas y ventanas, se metió al cuarto donde estaban escondidos todos los demás vampiros
Se arrodilló en el suelo con victor en su regazo, Erick a su lado, Albus abrazando a Kael y David abrazando a Sergio, esperando no tener que pelear de nuevo contra un ser poderoso
Francisco sentado en el suelo del cuarto lujoso del clan junto a Dark y Loto, esperando que pasara el día, sabían que el ángel buscaría a cualquiera que saliera de día así no fuera vampiro y que las almas saldrán de noche
se sentían los pasos pesados de las almas durante la noche, silenciosos, arrastrados como si fueran cargando su propia existencia, el viento silbando libremente, como si nada le impidiera el paso, la luna gigantesca como un gran ojo observando todo entre la oscuridad
Cada fibra se su ser afiladas como agujas, con las alas abiertas sobre sus seres queridos y las pupilas dilatadas listos para cualquier cosa, incluso su respiración fríamente controlada, aún cuando sus frágiles corazones externos durmieran pacíficamente en sus brazos, ellos no podían cerrar los ojos un solo minuto
Lucio en el refugio con Liam entre los brazos, mientras escuchaba pasos en el techo que buscaban la manera de entrar, el sol salió y los pasos se dejaron de escuchar, pero el ángel seguía afuera buscando, con las vendas, solo mirando con los ojos de sus alas que le causaban dolor al no ser diseñados para eso
Caminaba por las calles, sus ojos sangraban por el esfuerzo de ver, cada vampiro que se le cruzaba intentaba escapar, siendo el ángel mucho más poderoso, los capturaba y los exponía al sol causandoles quemaduras graves
Cuando notaba eso los soltaba antes de marcarlos con sello celestial que le indicaba a sí mismo quien ya había pasado por la prueba y quien aún no, estaba desesperado por encontrar los ojos que buscaba que no tenía consideración con nadie
Chi miraba el suelo en el refugio, sabía que si las almas buscaban venganza de sus asesinos, él tendría que lidiar con Emanuel, lo había matado, sin importar la razón, era responsable de su muerte y sin duda lo buscaría
Aceptar ese destino y dejar de esconderse, era lo que debería hacer pero tenía miedo, sacó un caramelo de la lata que Fabián le regaló hace tiempo para comerlo, ya no eran los originales pero eran de la misma marca “Solecitos dulces” una fábrica de dulces especiales para vampiros
Héctor jugaba con una pelota anti estrés mientras miraba el techo hasta que dijo– no te preocupes… Sangrecita… estás a salvo no dejaré que se venguen de ti
Chi suspiró antes de decir– lo merezco realmente
Héctor– no seas tan cruel contigo mismo… no pasará nada
En el cielo, Abel hacía sus trabajos cuando uno de los ángeles menores se acercó con un sobre y le dijo– ángel Abel… una carta para usted
Abel recibió la carta con una suave sonrisa– gracias… hace muchos siglos que nadie me manda una carta
Miró la carta para darse cuenta que era de Caín, emocionado la abrió para ver una hoja con la letra hermosa de su hermano que tenía escrita su dirección, número de celular e incluso un correo electrónico para que pudieran comunicarse
Unas disculpas escritas y esos datos eran suficiente para sentirse mejor, como si por fin hubiera recuperado algo perdido, hasta que vio a varios ángeles correr a la oficina de Gabriel con desesperación y hasta miedo
Abel lo s siguió y escuchó que uno de ellos decía que estaba pasando algo raro, el arcángel Miguel dijo a todos– cálmense y regresen a sus labores, no pasa nada
Abel no se creía eso y dijo– ¿qué es lo que nos ocultan?... ¿Es grave?
el arcángel Miguel sin saber qué más hacer dijo– el ángel maldito del lado oscuro de la luna se ha escapado de su prisión, tememos que pueda hacer algo malo… sus familiares dijeron que era un ángel corrompido
Gabriel con desdén hacia el ángel dijo– es un ser defectuoso… su familia lo encerró en el lado oscuro de la luna por su alta peligrosidad y tenemos que eliminarlo
Miguel– ya no podemos controlarlo, no obedece, es nuestra única opción para evitar que su oscuridad afecte a los seres de luz
Abel– ¿saben que busca o que quiere?
Miguel con la mirada fría respondió– destruir… claro está… nadie baje a la tierra hasta que podamos eliminarlo
Ordenaron a todos los ángeles a bloquear el cielo y prepararse por si debían atacar al ángel, de un día para otro una serie de vampiros habían sufrido ataques del ángel que lograba arrancarles uno de sus ojos, para un uso aún desconocido
Miguel miraba el camino del ángel sin saber que hacer o cómo reaccionar, era un ser peligroso que se había aprendido todos y cada uno de los cantos celestiales más prohibidos e incluso olvidados del cielo, era tan inteligente que les sorprendía que después de una semana de buscar aún no había encontrado eso que buscaba
Gabriel se apretaba las manos con nerviosismo mientras decía– Miguel… ¿desde cuándo existe ese ser?... nunca se habló de un ángel en la luna
Miguel revisaba un libro dorado realmente grande con tensión visible en el rostro–.. ni siquiera yo sabía de esto… lo único que sé es que es un ángel que fué estudiado toda su vida, es peligroso, no solo por su poder y fuerza, también por su inteligencia, fué desterrado por algo…
Se pasa las manos por la cabeza desordenando su bonito cabello, lo apretaba como si luchara contra las ganas de arrancarlo directamente de las raíces y continúo diciendo– después de revisar todos los libros sagrados del cielo… no sé cuál fue la razón… no tengo idea… no eh dormido por más de 10 días seguidos
Miguel notó que su voz estaba sonando desesperada y fingió un tono calmado diciendo– solo espero que no sea nada demasiado grave… como sea… no busca a los ángeles así que esta bien
Gabriel vio a través de su intento de parecer tranquilo y dijo– Miguel… eres el arcángel más importante, jefe del ejército celestial… pero… tal vez…
Dudo si decirle que podía pedir ayuda al arcángel que estaba acostumbrado a dirigir las guerras celestiales más crueles y sangrientas de la historia por lo que dijo– ¿cuánto tiempo crees que esté en la tierra?
Miguel se acomodó el cabello como pudo para responder– hasta que encuentre eso que busca… hay que investigar qué es… y destruirlo
Gabriel asintió con una reverencia antes de salir ya buscar lo que fuera que el ángel deseara, Abel escuchaba desde afuera, tenía miedo por Caín, por todos los seres que estuvieran en peligro, bajó la mirada a sus sandalias blancas recordando la bondad con la que fueron obsequiadas
Caminó a un lugar al que llamaban “Criptas de los Caídos” donde los ángeles híbridos de cualquier tipo, ángeles caídos que no llegaban a demonios y otros seres considerados impuros vivían, Abel escondió sus alas antes de bajar a ese lugar oscuro, buscaba los registros que los ángeles puros no tenían por ser demasiado antiguos o estar sucios
Al bajar el cielo era cada vez más oscuro, siniestro, con nubes que formaban sombras que daban escalofríos, el corazón de Abel latía rápido ante los nervios de bajar a un lugar que además de ser un terrible tabú, se creía mortalmente peligroso
Los ángeles se dejaban caer en el suelo por el dolor o la tristeza, dormían en las calles y parecían siempre estar cansados, pero no parecían querer atacar o lastimar a alguien, solo deseaban dormir
Se acercó un poco solo para ver que ninguno atacaba a los que se caían, pero tampoco intentaban levantarlos, no corrían peligro no había autos nadie los iba a atropellar, nadie quería quitarles nada o hacerles daño, estaban acostumbrados a eso como si fuera cosa de todos los días
Abel caminaba entre las calles, había huellas de sangre de pies descalzos, poco a poco se fué acercando a una gran biblioteca llena de libros olvidados por el cielo, en la puerta una mujer con alas negras le pidió pagar por entrar, el precio era mínimo, un caramelo o cualquier cosa dulce que pudieran ofrecer como no necesitaban la comida como los humanos o el dinero en sí, lo único que deseaban era un placer terrenal como el azúcar para disfrutar un poco de su propia vida
Le entregó a la mujer una caja de chocolates y ella le dió una llave temporal para que pudieran entrar, sonriendo, tan bonita como una flor pequeña en medio de las cenizas no podía llevarse los libros, tenía que transcribir cualquier cosa que le pareciera importante conservar
El aire olía fuerte, a polvo, papel viejo y cenizas, se preguntaba con un nudo de rabia y dolor en la garganta ¿cómo era posible que un clan vampírico como el de Fabián o Lucio oliera mejor que un lugar lleno de ángeles? seres que deberían portar luz solo por llevar sangre celestial sin importar con que estuviera mezclada o sus acciones del pasado, no lo podía creer
Con curiosidad entró a la biblioteca para revisar los estantes, cada libro parecía nuevo aunque tuvieran siglos de antigüedad, los libros de los crímenes de ángeles eran rojo oscuro con unos broches que se abrían con la llave que le había dado la mujer, se dió cuenta que habían muchos libros para leer por lo que llevaría tiempo
Comenzó a leer desde el más reciente tratando de no tomarse tanto tiempo, cada “crimen” de los ángeles era más absurdo que el anterior, tales como, nacer sin un ala, que la aureola de sus cabezas fuera de otro color, comer fuera del horario, nacer híbrido de algo o simplemente no rezar las veces que eran requeridas
Abel se frotaba las sienes suspirando como si no pudiera creer que fuera cierto, antes de seguir con la lectura, sin parar por horas y usando su poder de ángel pudo terminar de leer los crímenes de más de mil libros que no decían nada sobre un ángel de 10 ojos que haya arrancado los ojos de alguien
Agotado le preguntó a uno de los encargados sobre los libros de crímenes y pecados, el encargado lo miraba con una expresión que pasó de natural a compasión, se acercó a una puerta de madera rojo oscuro y dijo– está es la puerta que buscas
En lo alto de la puerta había una placa de bronce que decía “Pecados Mortales”, la puerta crujio al abrirse, estaba lleno de libros negros, escitos con tinta dorada que parecían enciclopedias con cada delito detallado y con fotografías de cada pecador a color como en los libros anteriores con la diferencia de que cada uno tenía un solo caso con toda la informacion del sujeto
Abel se pasó las manos por la cara del estrés de solo imaginar tener que leer todos esos libros, pero se armó de valor y sacó el primero, el caso Lucifer, escrito como un ángel que había traicionado a Dios, rompiendo las reglas más importantes del cielo y siendo condenado al infierno
Guardó el libro para tomar el siguiente, una mujer que dió a luz un hijo de un vampiro al cual fué obligada a abandonar cuando él cumpio 4 años, sin poder poner un nombre a su hijo, bebé que al parecer tenía una marca de nacimiento en el brazo con forma de triángulo, Abel sentía pena pero siguió leyendo a pesar de lo que sentía
Mientras tanto Albus cambiaba la ropa de Kael a una limpia para poder cenar después del baño cuando notó algo en su cuerpo que antes no había visto
Albus– ¿que es esto Kael?... ¿lo tenías?
Kael– ¿mi marca de nacimiento?... si… la maquillaba para que no las vieras y creyeras que estaba defectuoso
Albus acarició la cabeza de Kael antes de decirle– es mi culpa que pienses así… no te dí la seguridad que necesitabas pero no te preocupes… eso cambiará
Kael– yo solo quería ser perfecto para ti… que un día me vieras más que como un sirviente
Albus se abrazó al chico que antes fue un niño pequeño y asustado antes de decir– lo eres… te quiero Kael
Sergio entró con la cena, a Fabián le dio un plato con 3 piezas de onigiri especial antes de decir– por favor… comelas todas ¿si?
Fabián tenía un poco de dudas pero asintió y comenzó a comerlas, el sabor del relleno era fuerte, delicioso un poco raro, el resto comenzó a comer también pero no parecían tener la misma sensación que él, lo ignoró y siguió comiendo
Albus enseguida se dio cuenta de lo que estaba pasando, sonrió sinceramente sin decir ni evidenciar nada, sabía que era un acto de amor y no un intento de asesinato, cada plato de Sergio lo era
Fabián– Albus… ¿sucede algo?- preguntó con curiosidad genuina
Albus– no me hubieras ganado Fabián… en la guerra, no use ni la mitad de mi poder
Fabián bajó la mirada decepcionado de sí mismo antes de decir– lo sé… lo acepto
Albus sonrió con ternura para seguir–... tu poder es mucho mayor al mío… pero aún no lo despiertas, tus dones se activan solo cuando necesitas defender a alguien… eso es lindo… pero no es práctico… necesitas despertarlos a voluntad
Fabián sabía que no podía, era inexperto en todo lo que era su propio poder, no tenía idea de lo que podía hacer y dijo avergonzado– soy… débil… inútil…
Albus puso la frente contra la de él para decir– no… eres demasiado cruel contigo mismo… mi pequeña rosa… eres más importante de lo que imaginas
El apodo de pequeña rosa era diferente a la primera vez que lo había usado, se sentía mejor, más suave y cargado de ternura, amor verdadero que no se acercaba a la posesión que antes podría verse a simple vista, sonrió satisfecho por esa nueva sensación
Albus- así… un día podrás despertar todo tu potencial ya veras
El ángel de los 10 ojos seguía buscando vampiros a los que pudiera arrancar sus ojos, con una calma fríamente calculada para no llamar la atención ni causar más desastre del que tenía planeado, caminado por las calles con cuidado, gritando de forma desgarradora cada pocos minutos, nadie lo escuchaba
Luzbel hablaba con los pecados capitales, Asmodeo estaba bastante molesto, por causa del ángel que cayó de la luna su entrenamiento que era el último de Francisco se había retrasado hasta nuevo aviso
Luzbel– ese ángel, es muy peligroso… no sé porqué pero arranca los ojos de los vampiros que encuentra en cualquier lugar, a veces solo les arranca uno, otras si les llega a arrancar los 2
Asmodeo se acomodaba el cabello– ¿no sabes nada de esa amenaza?... ¿Qué clase de Rey Demonio eres?
Luzbel– ¿en serio me estás pretendiendo que sepa asuntos celestiales que ni siquiera ellos saben?... por favor dime que es broma
Asmodeo– los vampiros no son los únicos que están en peligro… sabes que puede buscar a cualquiera que cumpla con lo que sea que sea que está buscando
Luzbel– ya sé…
Aureliax interrumpió diciendo con un tono molesto– no podemos confiarnos de que los ángeles resolverán todo solo por que se supone que es su trabajo… si hace…
Una voz calmada, profunda y casi sepulcral interrumpió diciendo– no tienen mínimo de conciencia ¿verdad?
Un ser montado sobre un caballo bayo se acercó con un aire frío, cargado de tensión, con esa voz fría continuó– ese ángel sabe que no pueden detenerlo aún si de verdad lo intentan… tiene cada movimiento calculado a la perfección como un reloj bien sincronizado
Los pecados se estremecieron y cada uno se encogió en su silla ante la presencia de los 4 jinetes del apocalipsis, Azraelion, jinete de la muerte, Abrisal, jinete del hambre, Seraphor, jinete de la guerra y Dominor, jinete de la conquista
Azraelion arrastraba su manto por el suelo al andar hasta que llegó delante de Luzbel para decir– ese ángel, no es peligroso para ninguno de nosotros… pero, sí para los vampiros
Abrisal con pasos lentos se acercó a Asmodeo antes de decir– no desea más de lo que cree merecer… aún si tarda toda su vida en encontrarlo… si quieren que pare, averiguen que es lo que tanto desea
Seraphor mantenía una calma calculada, estratégica, su voz suave y tranquila pero escalofriante al decir– este ángel… no quiere guerra, de lo contrario ya habría atacado el cielo o como mínimo el infierno, pero se toma su tiempo, como si gozara cada segundo de su estancia aquí
Luzbel– ¿qué sugieren entonces?... a pesar de no querer una guerra, daña a los vampiros
Abrisal se sentó en el regazo de Belpharion, pecado de la gula mientras que decía– encontrar que es lo que quiere es lo primero… más creo que hablar con él será un poco complicado
Belpharion se cubría la cara incapaz de mirar al jinete del hambre o si quiera quitarlo de su regazo
Luzbel– veré quien puede ayudarme a eso… ahora, por favor Abrisal, bájate de ahí… y ustedes vigilen a los vampiros, recuerden que a pesar de todo, siguen siendo demonios
Abrisal se levantó dejando el regazo de Belpharion helado y como si hubiera tenido encima un enorme peso que lo dejó agotado, con los pasos lentos de los jinetes la tensión sobre los pecados se fue poco a poco desaparecía
En el refugio que los vampiros habían hecho, Albus intentaba dormir para saber más sobre ese ángel, pero no lograba saber nada, en cada uno de sus sueños solo podía ver cosas que fácilmente podrían pasar al día siguiente, hasta que uno de sus sueños fué diferente
Un corazón se escuchaba en una cocina como si fuera un reloj, cada latido era fuerte, al entrar, no había nadie, pero en el centro del lugar había una mesa con onigiri que parecían palpitar
A pesar de lo extraño de la escena Albus no sintió miedo, los onigiri estaban listos para comer, su aroma era delicioso y tenían un aura de cariño que evitaba que esos latidos parecieran desagradables
Tocó uno de ellos con los dedos para reconocer los latidos como los del corazón de Sergio, cada uno latía igual sincronizados, formando uno solo latido, despertó para ver que Fabián estaba dormido, Kael sobre su brazo y el resto de los vampiros cuidaban mientras el día parecía avanzar lentamente
Albus– Sergio… ¿estás haciendo la comida para esta noche?... ¿ no es muy pronto?
Sergio sonrió para responder con naturalidad– quiero que esté lista a tiempo… para que no tengan que esperar
Albus sonrió suavemente para decir– los onigiri de Fabián… además de arroz ¿que tienen?
Sergio se quedó callado por un momento, no quería dar muchos detalles pero dijo–... Corazón… pongo mi corazón en cada platillo que hago para que cada uno sepa bien, así lo hago
Albus– qué dulce… ten mucho cuidado… recuerda que el cariño también se puede terminar
Sergio terminó de hacer los onigiri para Fabián antes de ponerlos en un plato especial, él era el único que estaba dispuesto a cuidar no solo a su hermano David de ese ángel, también a él
Con los platos listos, regresó a la cama donde David dormía tranquilamente a pesar de la circunstancias, poco a poco comenzó a sentir que los párpados le pesaban, pero un ruido lo puso alerta, sus ojos recorrieron el cuerpo notando que Fabián, Erick y Albus estaban alerta con sus formas vampiricas listas
Sergio fué a la cocina y trajo los Onigiri para Fabián antes de decirle que los comiera, él tenía dudas, no era el momento para comer, más antes de que pudiera decir algo vio a Albus detrás que le decía con señas de manos que comiera
Fabián devoró los onigiri lo más rápido que pudo para volver a ponerse alerta, parecía que la casa estaba rodeada, las almas estaban afuera buscando un lugar por donde entrar
Sergio abrazó a David, Kael se aferró a Albus y Erick levantó a Victor, toda la casa se hundió en una oscuridad aterradora, llena de ese característico olor a sangre, sus cuerpos estremeciéndose por las presencias extrañas
Abel seguía buscando en los libros de las criptas tratando de encontrar algo sobre el ángel de 10 ojos pero después de terminar con los libros de pecados más graves se dio cuenta de que no había ningún ángel que se pareciera a ese
Corrió a ver los registros de nacimiento, encontró varios registros de pequeños bebés registrados por sus padres hasta que encontró un registro extraño, un ángel de 20 años, con 10 ojos en las alas, ojos azules, cabello castaño claro, sonrisa dulce
Su fecha de nacimiento era dudosa, su nombre, Amariel sin apellidos, registrado a los 20 años por, el mismo sus padres arcangeles de luz que no asistieron a firmar el registro, se sabía que sus hermanos eran 3 ángeles de rango alto que eran mayores que él por 10 años, ninguno había ido al registro
El libro de registro estaba prácticamente vacío salvo por los numerosos estudios del ángel y su fotografía que era la única que existía, en la última página vio algo que lo hizo sacar copia de todo y buscar otro libro donde también aparecía, en la sección de “DESTERRADOS”
Corrió de regreso al cielo mientras llamaba a Caín con la nueva información, mientras que el ángel caminaba por las calles cerca del clan de Fabián, comenzó a escuchar una canción que salía de una tienda, se detuvo balanceando su cuerpo lentamente como si esa tonada fuera una caricia para su alma
Las almas como detectando el cambio de ritmo comenzaron a bailar tambien al rededor del ángel mientras que él disfrutaba poco a poco moviéndose más rápido, disfrutando cada paso, como si nada más existiera, con la luna en la cabeza en total oscuridad, hasta que la música se detuvo
Soltó un grito fuerte, desgarrador y ronco antes de seguir caminando con las almas detrás hasta llegar al clan Sangre de Luz, los vampiros listos para su llegada pero dispuestos a no dejarlo entrar
Con la voz profunda y seca por falta de uso el ángel dijo–... es aquí… puedo sentirlo… entren por mi, digan si puedo entrar
Las almas entraron dirigidas por Emanuel quien buscaba a Chi sin saber realmente dónde estaba, pasaban por los pasillos de la casa, cada habitación hasta llegar al cuarto donde los vampiros se escondían, golpeaban la puerta tratando de entrar
Cada estruendo hacía que se estremeciera dentro de la habitación, pero salir no era una opción, el lugar estaba rodeado, sin salida, atrapados en ese lugar a merced de las almas y el ángel de los 10 ojos
Abel corría con los papeles de Amariel en las manos, su delito era haber bajado a las criptas y haber revisado expedientes que estaban prohibidos, sus hermanos le arrancaron las alas, las cuales hizo crecer desde su columna durante cientos de años, lo desterraron al lado oscuro de la luna y rompieron su aureola que era lo único que le daría luz en ese lugar
Caín que escuchaba todo dijo– ¿que?... ¿en serio solo por eso?... un momento, tú bajaste a ese lugar… te van a desterrar
Abel aún corriendo dijo– sí… lo sé… pero ese no es el punto… no dejes que lo maten… es prácticamente ciego aún siendo poderoso no podrá defenderse correctamente y si sigue usando los ojos de sus alas los perderá para siempre
Caín salió corriendo mientras decía– ya voy… pero no llegaré a tiempo… vere si Fabián me contesta pero lo dudo, tienes que ayudarme
Abel– iré también pero tampoco creo llegar…los ángeles ya van para allá
Ambos corrían para llegar a tiempo pero el ángel ya había visto que las 7 virtudes del cielo bajaban a buscarlo y destruirlo, se apretó la venda de los ojos y abrió sus alas para atacar mientras las almas abrían paso
Sus alas directamente saliendo de su columna le causaban un dolor terrible separando sus huesos en un crujido estremecedor, levantar vuelo era un reto para su propio cuerpo que agonizaba con cada aleteo, a pesar de eso logró elevarse y lanzar plumas afiladas a sus atacantes
Era demasiado poderoso, las virtudes no podían contra él, eran heridas por el filo de las plumas que atravesaban su carne como si fuera mantequilla, el ángel no podía ver bien y cada momento la vista de los ojos de sus alas era más borrosa, dolorosa, sangrante
Francisco llegó a la isla al sentir que su hermano estaba en peligro, miraba como el ángel se defendía con sus plumas lo mejor que podía, pero sus manos temblaban, su cuerpo estaba sólo precariamente cubierto por su uniforme viejo, lleno de vendas y nudos que sostenían la delgada tela sobre él
Escuchó a su hermano desde dentro de la casa y corrió a verlo, las almas querían entrar al cuarto donde estaban los vampiros escondidos, Francisco preso por el terror atacó a las almas solo para darse cuenta que no querían pelear con él si no que buscaban a alguien en específico, recordó entonces a Albus
Dentro del cuarto él sabía que lo buscaban y les dijo a los demás– rompan una pared y huyan… tengo que enfrentar mi destino tarde o temprano
Empujó a Kael en la dirección de Fabián para decirle– cuidalo bien… por favor
Fabián incrédulo le gritó– ¡no!... ¡Tienes que venir si escapamos!
Albus– entiende que no los buscan a ustedes si no a mi… salva a Kael y dejame aqui
Erick rompió la pared para sacar a Victor, Sergio y David, Fabián se negaba a irse solo
Fabián– ven… por favor ven con nosotros
Albus con calma dijo– no piensen en mí… puedo luchar… te quiero Kael, sé bueno
Kael extendía las manos, sus ojos llenándose de lágrimas, al sentir el suave tirón de Fabián en su cintura y la puerta del cuarto cayendo, las almas entrando al cuarto, lanzándose sobre Albus lo hicieron entrar en pánico
Sus lágrimas caían al suelo, sentía como si cada golpe de las almas a Albus fuera directamente a su propio cuerpo, la impotencia de tener que correr por no poder defenderlo era asfixiante, tenía miedo, tristeza y un sentimiento que no podía identificar
Fabián lo notó y se detuvo, los ojos de Kael brillaban en un tono dorado bastante raro para un vampiro, le temblaban las pupilas y su cuerpo se erizaba de dolor, pero también de determinación
Fabián– déjalo salir… no temas– dijo con la voz suave para que Kael terminara de transformarse en lo que sea que fuera