En un mundo dónde el sol es un verdugo que hierve la superficie y desata monstruos.
Para los últimos descendientes de la humanidad, la noche es el único refugio.
Elara, una erudita con genes gatunos de la élite, vive en una torre de privilegios y olvido. Va en busca de Kael, un cínico y letal zorro carroñero de los barrios bajos, el único que puede ayudarla a encontrar el antídoto para salvar a su pequeño y moribundo hermano.
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Capitulo 21: Buscando Respuestas
Kael se apoyó en la pared junto a la entrada del Crisol, su cuerpo luchando por recuperarse del brutal proceso. Su regeneración acelerada estaba trabajando, pero la sentía como un motor sobrecalentado.
Cada respiración era un esfuerzo. A pesar de todo, le dio a Elara un firme asentimiento. —Estoy listo. No te preocupes, erudita. Estaré ahí contigo.
Elara tragó saliva, el miedo lo sentía una bola de hielo en su estómago. Miró la cámara cilíndrica, luego a Kael, y finalmente asintió.
Se trataba de algo más que poder; se trataba de respuestas, de entender la verdad de su propia sangre y de dejar de ser una espectadora en su propia vida.
Dio un paso hacia la plataforma, pero una voz clara y tranquila la detuvo.
—Un momento.
Todos se giraron hacia Zaira. Estaba de pie, con los brazos cruzados, su expresión no era seductora, sino analítica, como la de una ingeniera que ha detectado un fallo en el diseño.
—Inteligencia Artificial de Poseidón —dijo Zaira, su voz resonando en la sala—. Solicitud de aclaración.
«PROCEDA,» respondió la voz en sus mentes.
—El protocolo 'Crisol' con un ancla biológica está diseñado para un sujeto latente.
Pregunta: ¿se ve comprometida la integridad del proceso o la tasa de supervivencia del 92% si dos o más sujetos latentes entran simultáneamente con la misma ancla?
La pregunta de Zaira era tan inesperada y técnica que silenció a todos. Rhea la miró con recelo, tratando de entender su punto.
«NEGATIVO,» respondió la IA tras una breve pausa. «EL CAMPO CATALIZADOR PUEDE PROCESAR HASTA TRES SUJETOS LATENTES SIMULTÁNEAMENTE MIENTRAS ESTÉ ESTABILIZADO POR UN ANCLA ACTIVA COMPATIBLE.».
«LA TASA DE SUPERVIVENCIA DEL 92% SE MANTIENE CONSTANTE. EL ESTRÉS BIOENERGÉTICO SOBRE EL ANCLA, SIN EMBARGO, AUMENTA EN UN 12% POR CADA SUJETO ADICIONAL».
Una sonrisa casi imperceptible se dibujó en los labios de Zaira. Se giró hacia la tripulación, su rostro ahora reflejaba de una falsa preocupación.
—Una sola sesión lo ha dejado agotado —dijo, señalando a Kael—. Someterlo a cuatro sesiones más, una por una, podría debilitarlo hasta un punto peligroso. Podría matarlo, aunque el Crisol no lo haga. —Su mirada se posó en Rhea, desafiante y lógica—. Es más eficiente, y más seguro para él, que procesemos a los latentes en un solo grupo.
La lógica de Zaira ra era impecable y desarmante. Había convertido su deseo egoísta de poder en un acto de protección hacia el capitán. Había acorralado a Rhea, que no podía argumentar en contra de la seguridad de Kael.
—Tiene razón —gruñó Rhea entre dientes, visiblemente furiosa por haber caído en la trampa lógica de la coneja—. Es lo mejor para el capitán. Iré yo también. Para vigilarla a ella.
Ahora tres mujeres estaban en el centro de la decisión: Elara, la elegida; Rhea, la guardiana; y Zaira, la manipuladora.
Kael, apoyado en la pared, miró a Zaira y una sonrisa irónica y cansada se dibujó en su rostro. La había subestimado. No solo era veneno, era un veneno brillante. Pero la lógica era innegable. Soportar el proceso dos veces era mejor que soportarlo cinco.
—Bien —dijo Kael, poniéndose derecho a pesar del esfuerzo—. Dos sujetos adicionales. Un aumento del 24% en el estrés. Es factible. —Su mirada se posó en las tres mujeres—. Entraremos los cuatro. Jax, Orion, ustedes se quedan fuera. Si algo sale mal, si no salimos... el Interceptor es suyo. Úsenlo para regresar.
Elara se encontró de pie en el umbral del Crisol, ya no sola, sino flanqueada por sus dos rivales. La intimidad del momento que iba a compartir con Kael se había roto, reemplazada por una tensión casi insoportable.
Kael fue el primero en entrar, ocupando el centro de la plataforma. Luego, las tres mujeres lo siguieron, tomando posiciones a su alrededor. Elara a su derecha, Rhea a su izquierda, y Zaira directamente frente a él, con una sonrisa triunfante en sus ojos verdes. La broma sobre "tres bellezas en un cuarto" se había hecho realidad, pero el ambiente no era de seducción, sino el de una bomba a punto de estallar.
—Inteligencia Artificial. Inicia el protocolo para tres sujetos latentes y un ancla activa —ordenó Kael.
«PROTOCOLO ACEPTADO. BUENA SUERTE, DESCENDIENTES».
La puerta se cerró, sellándolos en la cámara. Elara miró a Kael, y él le devolvió una mirada de acero y confianza. Luego, los emisores de energía comenzaron a brillar, y la luz blanca y pura los engulló a todos.
