Le entregué todo de mí... y ella me pagó de la peor manera; con la peor de las traiciones, me engañó vilmente con mi mejor amigo, los dos me lastimaron, humillaron y casi acaban con mi vida por el dolor que me causaron, y los odio, los odio con todo mi corazón.
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CAPÍTULO X LA VERDAD
MATTHEW
Me quedé allí, mirándola alejarse de mí nuevamente, realmente quería detenerla, quiero creerle. Por eso me atreví a venir a buscar a Luiggi, quería que por fin habláramos. Toda la tarde después que estuve con Laura en el baño, no pude sacarla de mi mente, ni cuando almorcé con Hannah. No lo sé, estoy muy confundido, pero es que cuando estuvimos en el baño, tengo que aceptarlo, yo la sentí, igual que ahora.
Siento que mi cabeza va a estallar y ahora con eso de que tiene un hijo… un hijo, ¿qué edad tendrá? De pronto, las alarmas se encendieron en mi interior, y miré al apartamento de Luiggi, sin pensarlo subí…
Será posible que… pienso mientras subo las escaleras hasta el apartamento que conozco bastante bien, ¿es posible que todo esto siempre haya sido un error? Pero yo vi las fotos, yo los encontré casi desnudos en la habitación… Aunque pensándolo bien, él estaba completamente vestido y ella… ¿Qué fue lo que paso, y cómo o quién envió esas imágenes? ¿Por qué hasta ahora veo que hay algo extraño en todo esto? ¿Cómo es que hace cinco años no tuve la voluntad de ver más allá? Pareciera que esas imágenes, hubiesen manipulado mi raciocinio.
Pero que estúpido he sido, llego frente a la puerta y toco. No pasó mucho cuando Luiggi abrió.
Nos miramos en silencio y después se hizo a un lado para que entrara, creo que también está claro que es momento de hablar. Cuando entré vi a todos lados buscando a Laura, y ella estaba pegada en la isla de la cocina con una bandeja mientras sonreía, volteo a mirar y se quedó petrificada de verme ahí.
. – Estoy listo para hablar – le dije y luego dirigí la mirada a Luiggi – por favor – les supliqué a ambos. Laura dejó la bandeja en la mesa y se acercó buscando algo con la mirada, estaba nerviosa. Yo sé que es o a quién busca… - ¿Es mi hijo verdad? - le pregunté con un nudo en la garganta, ella me miro y asintió.
Las lágrimas entonces, comenzaron a rodar por mis mejillas y lo busqué con la vista, quiero verlo, tocarlo… ¡Dios, tengo un hijo, ella me dio un hijo!
No me había fijado que había alguien más allí, mientras buscaba a mi hijo me di cuenta, al verla me quedé en una pieza, Ana y tiene una beba en brazos… carajo, ¿qué está pasando aquí? Los veo a los tres interrogantes.
. – Esta será una larga charla – me habla Luiggi – espero que realmente estés listo para escuchar nuestra versión, porque obviamente decidiste quedarte solo con la tuya por bastante tiempo – sé que está molesto y está en todo su derecho, solo me queda asentir – no sé si recuerdas a Ana – sigue hablando Luiggi – ella es mi esposa, desde hace 5 años, gracias a Dios, ella si creyó en mí – otro derechazo, no me estaba golpeando con los puños, pero si con las palabras – y esta cosita hermosa, que ves aquí, es nuestra hija Rose, que ya va a cumplir un añito dentro de un mes.
. – Hola Ana, me da gusto saludarte – le digo algo apenado con todos – hola pequeña Rose – la nena al escuchar mi saludo aplaudió y se rio, es muy hermosa – te felicito her… Luiggi, los felicito a ambos.
. – Hola Matthew, bienvenido y gracias – me dice Ana con una cálida sonrisa.
No me había dado cuenta que Laura no estaba en la sala, cuando regresó noté que su nariz y sus ojos están rojos, me acerqué a ella y la abracé.
. -Mi amor, ella se hunde en mi pecho… –! Lo siento tanto! – le digo con la voz entrecortada – ¡perdóname Laura, perdóname por favor mi amor! – le suplico mientras me aferro a ella. Ambos volvimos a llorar, hay muchos motivos para hacerlo, Luiggi se nos acerca y le extiendo mi mano – ¡perdón hermano! – Laura se separa de mí para darle paso a Luiggi, nos dimos un gran abrazo y palmadas. También lo extrañé mucho, él es mi hermano del alma. Que idiota y ciego fui al alejarme de ellos. ¿Cómo no pude confiar en ellos? Por ciego, obstinación y terco, Perdí 5 años de mi matrimonio, de ver nacer y crecer a mi hijo, de mi amistad con Luiggi, porque no tuve sentido común, ni criterio propio, y no pude ver más allá de mis narices y me quedé con la peor versión de lo que vi.
. – Está bien hermano, tranquilo, todos cometemos errores – me dice – claro… tú te pasaste…– bromea y eso nos hace reír a todos, el mismo Luiggi de siempre - y por mucho. – Ana lo golpea en el brazo y él vuelve a reír, siempre tan jovial mi amigo.
Laura toma mi mano y me lleva por el pasillo a una habitación, allí está dormido mi hijo. Me acerco a la cama y arrodillo para verlo mejor, es hermoso mi niño, se ve tan tierno durmiendo. Las lágrimas vuelven a liberarse de mis ojos. Mi hijo, mi hijo con Laura, como tanto deseé, un hijo para consolidar nuestro amor y formar una familia. ¡Mi familia!
. – ¡Es mi hijo Laura! – le digo emocionado, no lo puedo creer, soy papá, esta es la sensación más noble y bella que he sentido – ¡es hermoso!
. – ¡Es nuestro hijo! – me dice ella haciendo énfasis en nuestro y yo le sonrío – ¡y claro que es bello, es igualito a ti! – la miro, que hermosa, me acerco, le doy un beso y ella me sonríe.
. – ¡Te amo, nunca deje de hacerlo!
