El mujeriego mas grande del planeta, se encuentra en verdaderos apuros cuando encuentra una sorpresa en la puerta de su casa!
Podrá con este desafío, estara dispuesto a sacrificar lo que más le gusta?
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Día nuevo, día con sueño otra vez, es que mi enana sí que sabe como mantener en vilo a su papá.
Ayer llegamos a casa y como su dormitorio ya estaba listo.
Pero por más monitor que tenía para ver si estaba todo bien no pude dormir, al final otra vez termino en mi cama.
Hoy tenemos cita en el pediatra y siento como si a mí me llevarán a revisión. Espero todo esté bien.
Antonella llega a casa para ir de frente a la consulta, yo me siento muy nervioso estando solo con la bebé, incluso no puedo ni ver una aguja.
En todo el camino estamos en silencio, ni de trabajo hablamos, esto se está poniendo demasiado extraño.
- Antonella, puedes decirme que pasa por tu cabeza, nunca están tan en silencio, claro antes solo era trabajo y en verdad te agradezco todo lo que haces - le digo tratando que me responda de alguna manera.
Veo que suspira y recién ahí voltea a verme y suelta la bomba.
- Ayer conversando con mi mamá, se me escapó lo del matrimonio y lo peor es que no le pude contar todo él detalla y ahora piensa que somos una pareja enamorada y quiere que vayamos a mi casa para conocerlos - me dice con cara de pánico.
- oh… Eso complica las cosas - le digo pensando que hacer.
- si más complicado cuando mis hermanitos te quieran matar por profanar a su hermana - me dice bien campante.
- oye, si nunca te he tocado un pelo - le digo, y murmura algo que no logro escuchar.
- sabe que vayamos paso por paso, ok - me dice y luego agarra su cartera, no me había dado cuenta de que llegamos a la clínica, ella baja del auto y me espera en la puerta.
Mientras agarro el asiento de Zoe y camino detrás de Antonella, pienso en como será conocer a su familia, les caeré bien, me odiaran, que les abra contado sobre mí, ahora no sé que me crea más ansiedad este momento o todo lo demás.
- Buenas tardes, en que les puedo ayudar - nos dice la recepcionista con una sonrisa alegre.
- hola tenemos cita con la doctora Prieto en pediatría - le dice mi asistente.
La señorita busca en su computadora y nos indica el consultorio al cual debemos dirigirnos, vamos por un pasillo todo de blanco y al voltear es como llegar a otro mundo de colores.
En donde hay varios bebés, niños y mamás conversando.
Me siento en uno de los sillones de espera y me veo raro, el único hombre en todo este lugar... Una mamá me ve y me guía el ojo. Yo volteo sin tomarle importancia y veo a mi asistente volteando los ojos.
- hey, yo no hice nada - le digo como si me hubieran reñido.
- es que usted es un santo, y ya sabemos que usted es inocente de todo lo que pasa a su alrededor - me lo dijo de forma sarcástica.
- ya mi querida prometida no se enoje conmigo - le digo en broma y casi me termina lanzando algo.
FAMILIA LAMBERT, por favor dirigirse al consultorio 406.
Ingresamos a la consulta y nos encontramos con la doctora, que encima me parece conocida. Ella me mira y se sorprende, pero gracias a Dios es profesional y sigue normal.
Le contamos como es que llego a nuestra vida Zoe, ella quedó sorprendida, indicó que la pusiéramos encima de la cama de consulta y que solo la dejemos en pañal.
La empezó a ocultar, le reviso sus oídos, boquita, sus pulmones y en fin por todos lados.
- Físicamente, la veo muy bien, ahora solo faltaría los exámenes de laboratorio, después de los resultados se le programará sus vacunas para ponerla al día.
Por su talla y peso aproximadamente debe tener 2 meses de nacida.
Según el cronograma de vacunas ella debería de tener 4,, pero no se las podemos poner todas de golpe.
Primero acá tienen la orden de laboratorio, pueden hacerlo de una vez y los resultados salen en 2 horas, ya luego vemos que sigue - nos dice y nosotros solo movemos la cabeza en confirmación.
- doctora, también quiero una recomendación sobre su alimentación, ella está tomando esta fórmula - y le enseño el frasco - quiero saber si seguimos con esa y todo los concernientes.
- muy bien según los resultados veremos que formula le quedaría mejor - me dice mirándome profundamente y eso me incomodó un poco. Intento de todas las formas posibles acordarme de donde la conozco.
- listo doctora iremos a laboratorio - le toma la hoja mi asistente y me empuja para que salgamos.
Una vez fuera del consultorio, ella voltea y me dice.
- por tu bien, solo espero que esa doctora no esté en tu lista de mujercita qué te tiraste - me dice y se voltea llevando a la bebé consigo.
Yo paso saliva, porque si presiento que va por ese lado. En fin nada puedo hacer. Ahora soy un hombre de bien y hasta voy a parecer cura de tanta abstinencia.
Llegamos a la puerta de laboratorio, ella entrega los papeles y procedemos a esperar, siento que esta parte no va a ser muy bonita ni para Zoe, ni para mí.
- para esperar los resultados vamos a comer a algún lugar cercano? - le pregunto a mi asistente.
- si está bien, ahí vemos - me dice indiferente.
En serio esta mujer es inmune a mi, no me da ni la hora.
Nos llaman y yo voy con Zoe, la enfermera indica que uno de nosotros se siente y que sostenga a la bebé, y lo hace Antonella.
Yo miro todo lo que hace la enfermera y no me está gustando esto, la aguja la veo enorme, siento que me mareo... hay nooo noo nooo mi pobre bebé le van a meter semejante agujota.
Abro mis ojos de forma exagerada y cuando la pinchan a mi bebé ella empieza a llorar y yo con ella... Se me caen las lágrimas.
- ya bebe, ya paso - le digo sobando su cabecita.
Claro no espere que en ese momento la enfermera sacara su sangre y ahí si de la nada vi borroso y luego negro.
