EL FUEGO QUE NOS QUEMA

Los potentes rayos de sol se posaron en el delicado rostro de Lina, ella luchó por abrir los ojos.

Cuando oyó unos pasos acercarse, ella abrió los ojos de golpe.

Al verlo parado muy elegante a su costado, Lina se sobresaltó y se levantó a prisa muy nerviosa. El acercó una silla y se sentó a su lado.

—Lina Connor, ¿Qué rayos hacías de madrugada en la Empresa? —La voz del hombre estaba cargado de incomodidad y enojo.

—Yo. Yo… me retrasé con los diseños de primavera…..quise ponerme al día.

—¡Eso no es importante! —Gruñó el hombre—Pudo pasarte algo, del que lamentaríamos.— Añadió con angustia.—De pronto apretó los dientes con enojo para seguir hablando:

—¡Ese maldito está bajo rejas.! se pudrirá sin ver la luz del día.

—L-o siento. —Susurró Lina temblorosa—Ver a Said enojado, era como el rugido estremecedor de un león furioso.

El Hombre se puso de pie y le dió un vistazo en silencio.

—Debes descansar, tienes 2 semanas libres. Sobre el proyecto despreocúpate yo me haré cargo de ello.

—Pe-ro, yo…

—No digas nada. Desde hoy vivirás conmigo.

—Pero mis cosas, los necesito.—Susurró de manera tímida.

—No es necesario, ya compré muchas cosas para ti, cuando estes mejor puedes probarlos— Se dirigió al enorme closet y abrió las puertas—Si no me equivoco eres Xl ¿cierto?.

Lina afirmó con la cabeza con los labios en forma de O, nunca imaginó tener tanta ropa cara, había más cosas entre zapatos de todos los diseños, bolsos, abrigos de piel, y mucho más.

—N-o fue necesario…

—Si no te gusta o no te quedan solo tíralos a la basura. Cuando estés mejor te mostraré el contrato matrimonial.

—Yo, me siento mejor, puedes plantearlo ahora mismo.

—Ok.

Se acercó a la mesa de al lado y trajo consigo su laptop. Abrió el archivo y se acercó a ella.

—Este es el acuerdo, si no estás de acuerdo con algo y tienes oposición solo dilo.

—De acuerdo.

Lina leyó cada acuerdo mientras él estaba sentado muy serio, con las piernas cruzadas, como un elegante señorito.

A Lina le pareció muy cuerdo todo, ya que no dormiría con el ni tendrían sexo, cada quien haría su vida, solo debían mantener su apariencia de esposos amorosos frente a personas importantes, como lo eran su familia.

—Que fue. ¿Estás de acuerdo? —preguntó el hombre de manera impaciente.

—Me parece bien.

—Ok, iré a traer el documento que imprimí con antelación, ya vuelvo.

A los pocos minutos el estaba devuelta, sin dudarlo Lina firmó el acuerdo y pronto estrecharon las manos.

—Sabia elección señorita Connor. Dentro de una semana celebraremos el matrimonio.

Ni bien terminó de hablar giró sobre sus talones y cerró la puerta, su rostro era un misterio, no se sabía si estaba felíz, enojado o satisfecho.

Al día siguiente, el Señor Camay Torner, tocó la habitación con suavidad.

—Adelante—Gritó Lina, mientras se acomodaba la almohada.

El hombre muy emocionado entró a la habitación y con desespero se acercó a ella.

—Niña hermosa, ¿Cómo estás?, me enteré que ese maldito intentó violarte. —Su rostro cambió a ira —Oh cariño cuanto lo siento.

—Gracias al cielo eso no pasó, gracias a su hijo estoy viva, no quiero imaginar lo que hubiera sucedido si ese cerdo me alcanzaba—dijo Lina con alivio—mientras abrazaba muy contenta al Señor Camay.

El se apartó con dulzura y la vió directamente a los ojos con una sonrisa.

—Niña hermosa, me enteré que eres la musa que robó el corazón de mi hijo. ¡Estoy tan feliz de que vayas a ser mi nuera! ¿Por qué no dijiste nada?. Cómo fue que sucedió.

—Solo sucedió, creo que fue amor a primera vista.

Lina forzó una sonrisa.

—Me hace tan feliz. Por fin Said formará una familia.

—Si, también estoy feliz— Apretó los dientes para contestar manteniendo su sonrisa.

—Bueno hermosa, te dejo descansar, nos vemos.

El Señor Camay le dió un beso en la frente y moviendo el esqueleto de alegría salió de la habitación.

Lina dio un profundo suspiro.

—Que lindo sería que todo fuera real, tener un suegro tan cariñoso como el, sería todo un placer.

Lina se quedó meditabunda, recordando como fue su primer encuentro con el Señor Camay, Lina estaba muy nerviosa por su primera entrevista en la prestigiosa Empresa de fama mundial.

Aunque en su interior sabía que no tendría ninguna oportunidad se arriesgó. Había dejado la carrera por falta de dinero, pero era muy talentosa, un don dado por los dioses.

Entró muy tímida llevando un vestido humilde, apretando con fuerza la carpeta en mano. Al escuchar que podia sentarse ella sin más se sentó.

El presidente era el encargado de la entrevista cosa que la puso aún más nerviosa. Cuando la entrevista empezó Lina estaba sudando frío.

—Señorita Connor. ¿Cierto?.

—S-i.

—Haber cuénteme que es lo que busca en Feeling Unlimited—Mientras revisaba su Cv.

—Yo, le seré muy sincera, no soy egresada de la Facultad, me quedé en el 9no semestre. Pero le juro que tengo experiencia, mientras estudiaba trabajada en una pequeña empresa.

Camay sonrió, esta chica era muy diferente a las fanfarronas que había tenido hace poco, la sinceridad era lo que el elogiaba.

—¿Estás segura en dar la talla?—Mientras observaba con detenimiento sus diseños—Eran tan impecables que quedó deslumbrado.

—Si señor, daré lo mejor de mi si me da una oportunidad, no lo defraudaré.—La voz de ella era agraciada y segura.

Camay sonrió con satisfacción y dijo:

—Perfecto, el puesto es suyo....deslúmbrame con su talento. —Mientras estrechaba la mano de Lina.

***

—Que hermoso fue eso.—Suspiro Lina mientras sonreía —No fue como los muchos jefes que me mandaron por un tuvo, el si es una ángel.

Se acostó y se quedó dormida otro rato más, para reponer fuerzas....