Amor Después Del Amor

Tenía que saber lo más pronto posible si estaba o no divorciada, así que en cuanto colgué la llamada con mi mamá, me dirigí a la oficina del abogado de la empresa, tenía que consultarle como averiguar si mi trámite fue procesado o no. Cuando le conté mi inquietud, rápido se ofreció a, consultar él mismo en el registro. Le agradecí y regresé a mi trabajo.

Un par de días más tarde, el resultado de la búsqueda de mi abogado llegó, me entregó el acta de divorcio certificada. Así que respire hondo, sintiendo un alivio que nunca creí poder experimentar al tener el papel que deshiciera todas las ilusiones que forjé durante el tiempo que estuve con Josué.

Porque hasta el día que pronunció qué no había nada que arreglar, y que su decisión era definitiva, tenis la ilusión de continuar mi vida con él.

Rápidamente,, le tomé una foto al documento y la subí al chat de WhatsApp que tengo con mis amigas, y escribí: Legalmente divorciada. De inmediato recibí contestación de las dos, felicitándome, y otro mensaje de Vale proponiendo una celebración. Así que quedamos de vernos el fin de semana para festejar.

Ahora tenía que tomar al toro por los cuernos y hablar con Josué, para saber que es lo que buscaba y dejarle en claro que todo había acabado entre nosotros para que me dejara en paz.

Le escribí un mensaje diciendo que teníamos que hablar, y me respondió que si, y me citó en su casa, yo me negué, quería verlo en un espacio neutral, un café o un restaurante donde hubiera más personas para que no estuviera a solas con él y poder controlar la situación. Aceptó, y quedamos de vernos cerca de su casa, en un café donde habíamos ido en algunas ocasiones.

Le pedí a David que por favor me acompañará y se quedara cerca, por si acaso, como ellos no se conocían, no se daría cuenta y yo estaría más segura y tranquila.

Llegue al lugar de la cita acompañada de David, llegamos más temprano para que no nos viera ingresar juntos, y pedimos dos mesas cercanas, estratégicamente me senté de frente a mi amigo, por si las cosas se ponían difíciles hacerle una señal para que se acercara.

Josué llegó con una cara de arrepentido, me saludo y tomo asiento. Yo no quería pasar mucho tiempo con él, tenía enfrente un café que había pedido con anterioridad, y que ayudaba a calmar mis nervios. Así que le pedí que me explicara por qué me estaba siguiendo.

Te extraño, me dijo. No podía creer la cara dura de este sujeto, ahora me extrañas, pero cuando vivíamos juntos hacías de cuenta que no existía, le solté, sé que he cometido muchos errores, pero te amo y quiero que me des otra oportunidad, afirmó. Y al momento intentó tomar mis manos entre las suyas, yo reaccione y las aleje sin pensarlo, dejando en claro que no quería que me tocara. Ya estamos divorciados, tú tomaste tu decisión, asume las consecuencias, yo ya dejé de amarte. Con lágrimas en los ojos replicó, no creo que lo hayas hecho, en tan poco tiempo no puedes haber olvidado todo lo que sentías por mí, claro que sí, respondí, no se necesitó mucho tiempo para que pudiera abrir los ojos y ver que contigo no fui feliz, tú nunca te ocupaste de mí, yo era la que cargaba con el peso de nuestro matrimonio, tanto en lo económico, en lo emocional y en el trabajo de la casa, tuvieras o no trabajo, mi deber según tú era atenderte, prepararte la ropa y la comida, asear la casa y trabajar para pagar las, cuentas y que nada nos faltara. Nunca cooperaste en las labores, y ni siquiera te importó lo que yo sintiera, te ibas de fiesta y yo me quedaba esperándote sin saber donde estabas, ni una explicación me merecía cuando volvías, yo estaba más sola contigo que ahora, porque nunca tenía tiempo ni para ver a mis amigas, así que ni loca regreso contigo.

Piénsalo bien, todo lo que me dices es cierto, pero puedo cambiar, mejorar, pero dame la oportunidad de demostrarlo. Añadió. No, no creo en segundas oportunidades, me heriste mucho, minimizaste mi valor, pero he recuperado mi vida y estoy cada vez mejor, yo no quiero ni necesito estar con algún a quien no le importo, y de verdad graba en tu mente que esto termino definitivamente, tú lo terminaste y me dijiste tajantemente qué no tenía solución cuando yo quise arreglar las, cosas, ahora soy yo la que te dice que no hay solución posible pues ya no te quiero, si quieres cambiar tu vida adelante, te deseo que lo hagas y seas feliz, pero conmigo ya no. Ya perdí muchos años contigo, y esta es la última vez que nos sentaremos a hablar. No te quiero cerca, ni siquiera como amigo, pues hay gente que me ha demostrado que sin tener una relación tan cercana, son capaces de apoyarme mucho más de lo que tu hiciste en el tiempo que duró nuestra unión, además no creo en tu arrepentimiento de un día para otro, seguramente la fulanita con la que te revolcabas y por la que me dejaste, ya se dio cuenta de la clase de persona que eres, así que te dejó y por eso ahora me buscas, de seguro no tienes trabajo y necesitas pagar tus cuentas, pero yo ya no soy la tonta que conociste, ya madure, a golpes, pero lo hice, y ahora sé perfectamente lo que quiero y lo que no quiero en mi vida y mi futuro.

Al oír esto último, su expresión cambió, de la sorpresa de verse descubierto a la ira, por no poder conseguir su objetivo. Con los puños cerrados por la frustración, golpeó la mesa, diciendo que no lo podía dejar así, al instante David se levantó de su mesa y camino hacia nosotros, puso su mano en el hombro de Josue y dijo, suficiente, la charla terminó. En lo que hablaba yo me levanté, y el me abrazo por los hombros poniendo su cuerpo frente a mi ex, que no entendía lo que pasaba. Añadió poniendo cara de malo, Más vale que ya la dejes en paz, no está sola. Nos sentamos en su mesa, mientras el idiota de Josue salía de prisa, Cabe mencionar que David es un tipo muy alto y fornido, ya que es entrenador de crossfit, y aunque pone cara de malo, es un bombón de chocolate, incapaz de dañar ni a una mosca, pero eso él no lo sabe.