Mi Exesposo Resultó Ser Millonario

A las dos de la madrugada, Evand estaba sentado masajeándose las sienes en un club nocturno propiedad de un amigo suyo.

La cabeza de Evand latía y se sentía mareado al aceptar la realidad de hace unas horas sobre el estado de Yasmine, quien era hija de Alexander Kaylor.

Yasmine era hija del enemigo de su padre. Lo que era peor, parecía estar menospreciando a Yasmine y dudando de ella.

"Yasmine, ¿divorciarte de mí te hace feliz? ¿Desde cuándo tienes una relación con Alexander Kaylor?", preguntó Evand.

"¡Eso no es asunto tuyo! ¡Soy muy feliz de divorciarme de ti y de salir de la familia Christophe que nunca me apreció!"

"Yasmine, ¿prefieres tu estilo de vida así? ¡Puedo darte lo que sea, no miento! Deja todo esto, te acepto como eres, ¡podemos volver a estar juntos!", dijo Evand sin sentir vergüenza.

"¡Evand! ¡Deja de decir tonterías! ¡Ya estamos divorciados! No te preocupes por mi vida, estoy mucho mejor viviendo sin ti y sin tu familia!", respondió Yasmine.

"Yasmine, ¡te llevaré lejos de mi familia! ¡Te protegeré!"

"¿Qué quieres decir con volver a ocultar nuestro estado matrimonial?", Yasmine sonrió sin poder creer en la forma de pensar del hombre.

"Evand, tienes que darte cuenta de que no soy una muñeca que puedes esconder! ¿Cómo vas a protegerme, cuando tú mismo dices que no me amas? ¡Ya basta, no necesito tu protección, puedo cuidarme sola! Ocúpate de tu nueva esposa, no vaya a ser que se ponga celosa y cause problemas a los demás!"

Con razón Yasmine tenía un cambio tan rápido. La sencilla Yasmine, ahora se había convertido en la hija de la familia Kaylor.

Evand agarró la tercera botella de licor y se la bebió de un trago, tirando la botella al azar.

"¡Bro, tienes que calmarte!", Peter, como amigo de Evand, seguía acompañando al hombre.

"Con razón Yasmine no quiere volver conmigo, ¡ya no es la Yasmine de antes!", refunfuñó Evand de repente.

Evand ya estaba medio borracho, pero seguía sin parar de beber. Incluso vació varias botellas, lo que hizo que su mente se volviera más caótica y su conciencia se desvaneciera.

"¡Ya basta, Evand! ¡Mejor vete a casa! ¡Estás muy borracho!", dijo Peter con firmeza después de ver el mal estado de Evand. El hombre ya estaba aturdido e inconsciente.

Peter agarró el teléfono de Evand, usando la huella dactilar de Evand para desbloquear su teléfono y luego llamando a su asistente para que viniera a recogerlo.

.....

Hanry llevó a su amo, que estaba muy borracho, a la residencia de Christophe. El hombre llevó directamente a Evand a su habitación.

Pero de repente, Shovia apareció de la habitación de al lado. La mujer frunció el ceño.

"¡Evand! ¿Qué le pasa a Evand?", preguntó Shovia.

"¡Señorita Shovia, el señor Evand está borracho!"

Shovia levantó una ceja, sonrió con astucia sin que Henry lo supiera.

"¡En ese caso, ayúdame a llevarlo a la habitación!", dijo Shovia.

La mujer caminó hacia la habitación de Evand y abrió la puerta para facilitar que Henry llevara a Evand dentro.

Henry dejó caer a Evand en la cama y luego Shovia le dijo que se fuera.

"¡Gracias por traer a mi marido! ¡Yo lo cuidaré!", dijo Shovia.

"Bien, entonces. ¡Con permiso!", Henry se fue.

Después de que Henry se fue, Shovia entró en la habitación de Evand de nuevo y cerró la puerta con llave. La mujer sonrió con astucia.

"¡Evand! ¡Serás mío! ¡Ya no habrá Yasmine en tu corazón ni en tu memoria!", Shovia sonrió mientras se quitaba su kimono de satén, dejando sólo un fino camisón transparente y sexy.

La mujer subió a la cama de Evand, quitándose los zapatos, la chaqueta y la ropa de Evand con dificultad, dejando sólo el bóxer.

Shovia luego subió sobre el cuerpo de Evand que estaba casi inconsciente.

"¡Evand! ¡No podrás alejarte de mí de nuevo!", dijo Shovia suavemente mientras acariciaba el rostro del hombre, y luego se arrastró hasta el seductor pecho de Evand.

Evand abrió los ojos cuando sintió cosquillas en el pecho y el estómago. Sus ojos estaban lánguidos y no podía ver con claridad.

"Yasmine..." Evand vio el rostro de Shovia como Yasmine. El hombre agarró el rostro de Shovia mirándola con una mirada lánguida. "Yasmine... ¡Te extraño!"

A pesar de estar molesta porque Evand la consideraba Yasmine, Shovia trató de contenerse.

Shovia sonrió y respondió. "¡Yo también te extraño, Evand!"

Shovia acercó sus labios y besó los labios de Evand. Ella fue la que empezó primero.

La sombra de Yasmine cegó los ojos de Evand y le hizo pensar que Shovia era Yasmine. Evand realmente extrañaba a Yasmine.

El hombre invirtió la posición, empujando a Shovia hasta que se tumbó boca arriba y luego la inmovilizó.

.....

A la mañana siguiente, Evand se despertó con la cabeza pesada y mareada. Su estómago se sentía acalambrado y dolorido.

El hombre sintió el frío golpeando los poros de su piel. Su mano palpó su estómago, que se sentía aplastado por algo, hasta que encontró una mano alrededor de su estómago.

"¿Yasmine?", murmuró Evand.

De repente recordó que era imposible que Yasmine estuviera a su lado. El hombre recuperó la conciencia y luego vio el rostro de la mujer a su lado.

"¿Shovia?", Evand se sorprendió. El hombre sacudió la mano de Shovia con brusquedad, haciendo que Shovia se despertara.

"¿Evand? ¿Qué pasa?", preguntó Shovia fingiendo confusión.

Evand miró la habitación, estaba claro que era su habitación. ¿Cómo podía estar Shovia en su habitación?

"¿Qué haces en mi habitación?", gritó Evand.

"Evand, ¿olvidaste lo que hicimos anoche? ¡Fuiste tú quien me obligó cuando estabas borracho!"

Evand negó con la cabeza. Había olvidado y no recordaba nada de anoche. ¿No era posible que él y Shovia...?

Evand echó un vistazo dentro de la manta. Él y Shovia sólo llevaban ropa interior. ¡Imposible!

"¡Imposible! ¡Debes estar tendiéndome una trampa, Shovia!", gritó Evand enojado, el hombre se levantó de la cama, agarró su kimono y se lo puso.

Evand estaba realmente enojado y quería destruir todo lo que le rodeaba. No era posible que se hubiera acostado con Shovia. Evand nunca había tenido el más mínimo deseo de estar con Shovia.

"¡Evand, me arrastraste a la cama! ¡Sólo quería cuidarte! ¡Anoche estabas caliente!", esquivó Shovia.

"¡Pero resulta que mi buena intención te hizo ir más allá! Pero no estoy enojada, Evand, porque soy tu esposa! Evand, ¿por qué tienes que estar enojado? ¡Deberíamos haber hecho eso desde el principio del matrimonio!", continuó Shovia fingiendo estar triste por el trato de Evand hacia ella.

Evand lanzó el florero sobre la mesa hasta que se rompió en pedazos. El hombre miró a Shovia con fiereza.

"¡Cierra la boca, Shovia! ¡Sal de mi habitación ahora!"