El Amor Alocado del Jefe del Pueblo

"¡Mas! ¿A dónde vas?" Runi detuvo la mano de Abi que estaba a punto de salir del auto.

"Voy a pedirle a eso que se aparte, queremos pasar", respondió Abi con calma mientras señalaba al Tigre con la barbilla.

"Mas, no seas tonto. ¡Esa es una bestia salvaje! No te metas", dijo Runi con los ojos muy abiertos.

"¿Entonces qué? ¿Esperaremos aquí hasta que se vaya? Es imposible dar la vuelta, dek. Ya estamos a mitad de camino", dijo Abi, dejando a Runi sin palabras.

Runi volvió a mirar hacia atrás, viendo la condición de la Sra. Parmi que empeoraba.

"Confía en Mas, sí. Todo estará bien", Abi tomó la mano de Runi para tranquilizar a su chica.

"Pero, Mas..."

"Dek... Por favor, confía en Mas. Solo reza, sí. Cierra las puertas del auto desde adentro cuando Mas esté afuera, sí", aconsejó Abi mientras acariciaba la cabeza de Runi cuyo rostro palidecía.

Con valentía y sin la menor duda, Abi salió de su auto. Le dio una señal a Runi para que cerrara las puertas del auto antes de caminar lentamente hacia el frente del auto.

Runi se congeló. Sus manos temblaban y el oxígeno parecía no llegar a su cerebro. Su respiración se sentía muy pesada. Estaba muy preocupada al ver a su amado enfrentarse a un Tigre que estaba a no más de diez metros frente a ellos.

"Doctora, no se preocupe. Nadie en el pueblo de Banyu Alas se atreverá a lastimar a su bopo", dijo el esposo de la Sra. Parmi tratando de calmarla.

"¿A qué se refiere, señor?", preguntó Runi, cuya atención ahora se había desviado.

"Mas Abi es el bopo o padre de este pueblo, como el Sr. Karto, su abuelo y sus antepasados. Mientras estén dentro del pueblo de Banyu Alas, los genios, los demonios, los fantasmas e incluso las bestias salvajes no se atreverán a lastimarlos. Porque saben quién es su líder", explicó el esposo de la Sra. Parmi.

"Lo que la doctora debe saber es que este pueblo tiene una creencia en la que la doctora debe creer, aunque no tenga sentido", agregó Yasir.

"Con razón no impidieron que Mas Abi saliera del auto", pensó Runi.

A pesar de eso, la preocupación en el corazón de Runi no disminuyó. Sus labios murmuraban oraciones por la seguridad de Abi, también por ella y por todos los que estaban en el auto.

Lentamente, Abi acortó la distancia entre él y el gran tigre que lo miraba aunque no se movía.

Abi miró brevemente a Runi cuyo rostro se ponía cada vez más pálido. Tenía que terminar esto pronto, porque no quería preocupar más a Runi.

Abi se agachó junto al gran tigre que solo lo había estado mirando sin cambiar de posición.

"Ngaliho, le. Ojo turon ning ndalan. Balio ning njero kono, panggonmu sing aman mung ning njero alas Banyu Alas. Aku, Abimanyu Rakasiwi, bopomu. Titisan bopo Radenmas Cokro Manggala! (Apártate, muchacho. No duermas en el camino. Regresa allí adentro, tu lugar seguro solo está dentro del bosque de Banyu Alas. Yo, Abimanyu Rakasiwi, tu padre. ¡Descendiente del padre Radenmas Cokro Manggala!)", dijo Abi mientras acariciaba el cuerpo de la bestia salvaje.

Desde pequeño, Abi había recibido una comprensión de quién era. Cuál era su responsabilidad y qué debía hacer cuando enfrentaba problemas.

Sin olvidar las oraciones y los mantras que se transmitían de generación en generación solo al bopo del pueblo de Banyu Alas, los había dominado desde los diez años.

El gran tigre olfateó el cuerpo de Abi. Lamió la mano de Abi antes de levantarse siguiendo a su bopo que también se levantó.

Abi sostuvo la frente del tigre y murmuró un mantra. Después de terminar, le dio tres palmadas en la espalda al tigre.

Curiosamente, después de eso, el tigre corrió hacia el bosque acompañado de un fuerte rugido, como si anunciara a los habitantes del bosque que acababa de conocer a su bopo.

Runi respiró aliviada cuando el tigre se fue. Aunque su cuerpo ahora se sentía débil como si no tuviera huesos. El evento que vio con sus propios ojos parecía una alucinación.

Observó a Abi que regresaba al lado de la puerta, dando una señal para que Runi abriera el seguro. Runi que se dio cuenta abrió inmediatamente la puerta del auto.

"¿Por qué pareces haber visto un fantasma, dek?", preguntó Abi mientras volvía a conducir el auto.

"Mmm-Mas,?", llamó Runi tartamudeando.

"Dalem, dek."

"Lo que acabo de ver. ¿No fue un sueño?", preguntó Runi que todavía no lo creía. Incluso se pellizcó la mano y las mejillas varias veces.

"Ampun ngoten niku, dek. Loro to. (No hagas eso, dek. Duele to.)", prohibió Abi mientras sostenía la mano de Runi que estaba a punto de pellizcarse el cuerpo.

"La doctora no está soñando, yo también lo vi", dijo Yasir confirmando la visión de Runi.

"Sampun njih, dek. Ampun di bahas malih. (Ya, dek. No lo menciones más.)", pidió Abi mientras acariciaba la cabeza de Runi que estaba envuelta en un hijab. Sabía que la chica a su lado todavía estaba en shock.

Mientras tanto, Runi solo asintió para responder a la solicitud de Abi. Ella misma todavía no lo podía creer hasta el punto de no poder decir una palabra.

Ella todavía miraba a Abi y ocasionalmente tomaba el brazo de Abi para asegurarse de que el hombre a su lado era su amado, Abimanyu.

Afortunadamente, Abi era sensible. Siempre acariciaba la mano de Runi para calmarla, cuando la chica tomaba su brazo.

El tiempo pasó rápido, ahora habían llegado al patio del hospital general que estaba en el distrito. Abi estacionó inmediatamente su auto frente a la puerta de la sala de emergencias.

Con la ayuda de las enfermeras, trasladaron a la Sra. Parmi a la sala de emergencias para recibir un examen más intensivo.

Runi habló con sus colegas, transmitiendo la condición final de la Sra. Parmi. Después de eso, pasó a ayudar a tramitar los documentos de atención de la Sra. Parmi.

"¿A dónde vas, dek? Déjame ayudarte", dijo Abi agarrando la carpeta con los documentos de la Sra. Parmi que estaban en la mano de Runi. Mientras que su otra mano tomó la mano de Runi y la apretó con fuerza.

Ambos ayudaron a tramitar los documentos de la Sra. Parmi hasta que pudo ser tratada de forma gratuita.

"Cariño...."

"Sí, Mas."

"¿Por qué has estado en silencio desde hace un rato?", preguntó Abi. A ambos les pidieron que esperaran los empleados del hospital.

"No pasa nada, Mas. Me siento como si estuviera consciente e inconsciente", confesó Runi.

"¿Todavía estás pensando en lo de antes?", adivinó Abi.

"Sí, Mas", respondió Runi.

"Todo lo que viste es verdad, cariño. Por favor, acostúmbrate a Mas y a las habilidades de Mas, sí", dijo Abi.

"Sí, Mas. Tal vez todavía estoy en shock porque es la primera vez que experimento esto", confesó Runi con los ojos llorosos.

"Njih, cariño. Mas entiende, reza mucho, para que estés tranquila", dijo Abi mientras acariciaba la cabeza de Runi que estaba agachada.

"Estoy muy confundida, Mas. Llevamos un paciente de emergencia, luego veo a Mas desafiando a la muerte como antes. Se siente como si mi cuerpo ya no tuviera huesos. Tengo miedo de ser viuda antes de casarme con Mas", confesó Runi con lágrimas que comenzaron a brotar.

"Oh Dios, no llores, cariño. Lo siento, dek.

", dijo Abi mientras limpiaba las lágrimas de Runi.

"¿Dónde hay una viuda antes de casarse, to, dek?", dijo Abi con una risita.

"Sí, eso es porque Mas Abi no se siente en una situación como esa", respondió Runi.

"Wes, iya, iya. Lo importante es que no llores más, se pensará que Mas es un abusador doméstico", se rindió Abi que todavía se reía entre dientes.

"¿Cómo abusador doméstico? Ni siquiera estamos casados", respondió Runi que volvió a hacer reír a Abi.

"Mas..."

"Dalem, cariño."

"¿Puedes alejarlo, puedes llamarlo también? Tengo curiosidad por tocarlo, y tomarme una foto juntos", preguntó Runi.

"¡Qué tontería! No digas tonterías, dek, ¡es peligroso! Me convertiré en viudo antes de poder casarme contigo", respondió Abi conteniendo la risa.