De una manera misteriosa, Serena y su amiga terminan en un mundo diferente al suyo, y ambas toman cuerpos distintos al suyo.
Serena es la Omega despreciada, mientras que su amiga Katia es una sirvienta de la mansión.
Ambas tendrán que sobrevivir, y ser débil no será la manera.
Las tienen el mismo objetivo, vengarse, salir adelante y también tener un marido.
Todo estaba claro para ellas, pero sin querer, ambas terminan metidas en las vidas de quienes menos imaginaban.
¿Qué puede salir mal en un mundo desconocido?
Acompañame a descubrirlo
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Partida victoriosa
Leyla sin perder tiempo, comenzó a hacer su hechizo y, ante la atenta mirada del duque, quien se había bajado del caballo, ella restablece la tierra.
Mágicamente, la tierra se restaura y no solo eso, sino que nuevamente sus frutos nacen. Todos estaban asombrados por ver semejante cosa.
El duque no tenía conocimiento de que aquella Omega insignificante como él le llama, tenga tanto poder. Cuando ni sus dos hijos pudieron hacer nada, siendo ellos más poderosos en maná.
Él duda de que esta Omega haya obtenido tal poder mágico de manera limpia.
—¿Me pregunto cómo una Omega como tú puede hacer tales trucos de magia?—preguntó el duque a Leyla.
—Duque, usted sabe poco de mí, y espero que siga así. No estoy interesada en nada que tenga que ver con usted y su familia, y a partir de hoy ya no tenemos nada que ver el uno con el otro— dice ella para luego irse de allí, dejando al duque aun sin saber qué fue lo que pasó.
Se supone que aquella Omega nació con poca magia, pero ahora resulta que tiene más poder mágico que sus dos hijos, lo bueno es que quienes saben sobre eso, es solo él y aquellos pocos guardias que andan con él, y ellos no se atreven a decir nada, saben que algo como eso es dejar a su familia en ridículo.
Sus hijos quedarían ante esa Omega como personas de bajo nivel mágico y él como padre debe asegurar el futuro de quienes sí lo tienen. Esa Omega ya nació con su destino marcado.
Por esa razón, él les deja claro a los guardias.
—Ni una palabra a nadie sobre que aquella Omega insignificante me ayudó con la crisis del ducado, o perderán la cabeza— afirma el duque y los guardias dicen.
—Sí señor Ortega— dicen todos y eso dejó más tranquilo al duque, quien siguió mirando lo que había pasado.
En cambio Leyla, llegó a la mansión y le pidió a su amiga irse cuánto antes de ese lugar, puesto que no tiene tiempo que perder, ya que faltan algunas horas para la noche.
Ambas le piden al amable Héctor que las ayude a conseguir un cochero de confianza, y también un coche adecuado para viajar.
El hombre se ofrece a ser él quien sea su cochero, y Leyla le da una buena cantidad de monedas de oro para comprar un coche. Eso si, Leyla y Katia tendrán que ver qué hacer, para llevarse a Héctor hasta el imperio Lycano.
Por lo que todo con ayuda de otro buen sirviente, se irán de la mansión cuánto antes, y dormirán en una posada, hasta conseguir el coche.
Leyla y sus acompañantes toman sus pertenencias y se preparan para ir a su destino, pero los hijos del duque y sus sirvientes tratan de impedirlo.
—¿Omega a dónde vas con ese equipaje? De seguro está robando— pregunta Daniel con semblante serio.
Los sirvientes se pusieron en medio de Leyla.
Minutos antes, los hijos del duque le aseguraron a esos sirvientes, que si todos atacan al mismo tiempo, Leyla no podrá hacer nada.
Cansada de aquellas personas, Leyla decide hablar.
—¿Acaso quieren otra paliza como la del otro día?—les pregunta Leyla a todos y ellos se tensaron.
—No creas que nos vas a asustar con palabras vacías— dice Débora con demasiada confianza.
—Será mejor que se quiten de mi camino, no tengo tiempo para perderlo con cucarachas rastreras como ustedes— dice Leyla ya cansada de lidiar con personas desagradables.
Ellos se sienten ofendidos por las palabras de Leyla y tal como lo planearon, deciden atacar todos al mismo tiempo a la Omega.
El cochero al ser mayor, se aleja lo más que puede de la pelea y se lleva el pequeño equipaje a un lado, mientras que Katia, se queda a pelear.
Ágilmente, las dos amigas se van al ataque de todas esas personas, y entre las dos le dan una paliza de lo más brutal a todos.
Dientes fuera, nariz rota, brazo roto, cabeza con chichón, y uno que otro individuo inconsciente, ese es el panorama que se estaba viendo en esos momentos.
La situación era caótica para esas personas, quienes estaban todos llenos de golpes y moretones.
Débora y Daniel perdieron un par de dientes, y tenían cada uno un brazo roto, eso sin contar que tenían la cara magullada y la nariz sangrante.
Sus lacayos estaban igual que ellos.
—Será mejor que en un futuro no se metan conmigo, o les irá peor— dice ella y en esos momentos viene llegando el duque, y ve la situación.
Aterrado, él llama a los guardias para que detengan a Leyla, para darle una lección en nombre de sus hijos.
Pero en el momento en que esos guardias intentaron sostener a Leyla, salieron volando lejos de su cuerpo, porque un gran muro de tierra lo había mandado a volar.
Rápidamente siguen llegando guardias y eso obliga a Leyla a usar su magia de electricidad, la cual era toda una belleza de ver.
De múltiples maneras ella y su amiga detienen a sus atacantes, quienes estaban asustados por ver tal situación.
Algunos de ellos habían huido, y otros simplemente no se acercaban a las dos chicas.
El duque estaba paralizado del miedo, ya que no había visto algo tan bárbaro como eso nunca en su vida. Él para evitar que los ataques lo alcancen, se alejó lo más que pudo.
Se nota que aquella Omega tiene años de entrenamiento, mientras que él y sus hijos, nunca han entrenado su magia; en pocas palabras, son solo personas inútiles.
El duque determina, que lo mejor es dejar que aquella muchacha se largue del lugar con su amiga.
—Termina de irte de esta mansión, y como lo has dicho, no tenemos nada que ver a partir de ahora— expresa el duque y Leyla sonríe.
—Para nada me interesa ser parte de esta familia, hasta nunca duque— dice Leyla para luego ordenarle a todos irse.
Todos nuevamente retoman el camino a donde tienen que ir.
Cumpliendo así con el plan original, irse por fin a lo que sería su libertad.
Esta es su partida victoriosa
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Hola buenas tardes, aquí tienen dos capítulos, espero y sean de su agrado.