La noche de su ceremonia de compromiso, Astrid se entera que su prometido y futuro Alfa la engaño con su mejor amiga y lo peor es que espera un hijo de él.
Con el corazón destrozado se adentra al bosque, donde termina perdiendo su virginidad con un desconocido, sin imaginarse que esa noche, su vida cambiaria para siempre.
Cuatro años después se verá obligada regresar a su manada, con la urgencia de saber quien es el padre de su cachorro, quien esta despertando sus habilidades, poderes que hacía muchos años se habían perdido entre los lobos.
Siendo solo el Rey Lycan el único en tenerlos, bueno ahora son dos, por que el pequeño Alain a sus cuatro años ha despertado a su licántropo.
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Como la Reina de Greven
Kaelen besaba con pasión y desesperación a Astrid, ella trataba de apartarlo, pero poco a poco se fue dejando llevar por aquel beso, el rey se abrió paso con su lengua para explorar cada rincón de su caliente boca, mientras sus manos bajaban lentamente hasta sus glúteos y los apretujo, provocando que Astrid mordiera el labio de él y así finalmente darle fin al beso.
- Al fin – Susurro Kaelen cerca de los labios de Astrid.
Astrid estaba totalmente roja y confusa por lo que acababa de pasar, sintió como el rey masajeaba su trasero y eso la hizo reaccionar por completo, pero no de la manera correcta, por instinto empujo al rey y le dio un golpe en el rostro justo en su mejilla izquierda.
Kaelen giro su cabeza ante ese golpe, sentía arder su mejilla, realmente le había dolido, nunca antes una mujer lo había golpeado.
- ¡Ay! ¡Imbécil de mierda! – Grito Astrid furiosa\, pero solo fue cuestión de segundos para reaccionar y darse cuenta a quien acababa de golpear – Ay\, carajo\, golpee al Rey Lycan – Dijo desesperada.
Kaelen mantenía una mano en su mejilla recién golpeada se giro para verla a los ojos, pero ni siquiera estaba molesto, estaba feliz, realmente era ella, la tenía frente a sus ojos después de cuatro años.
- Lo siento\, majestad\, no me corra. Ay carajo – Empezó a decir desesperada\, era su primer día de trabajo y ya estaba a punto de perderlo\, no podía\, necesitaba su trabajo y más que el trabajo\, la ayuda del Rey para el registro de Alain.
Las puertas se abrieron de par en par, Danilo entró preocupado detrás de él estaba Oscar con su rostro totalmente desanimado.
- ¿Majestad? – Danilo camino con calma hacia Astrid.
- Largo – Dijo Kaelen.
Astrid bajo la mirada, se sentía mal por perder su única oportunidad, empezó a caminar hacía la puerta.
- Danilo\, Oscar\, largo – volvió a decir el Rey – Astrid Cameron\, ni un paso más – Ordeno.
Astrid se detuvo en seco justo en frente de Oscar, quien encogió los hombros con una leve sonrisa.
- Majestad\, tal vez es mejor que me quede – Sugirió Danilo\, temía por lo que Kaelen pudiera a hacerlo a Astrid\, pues habían visto en la cámara como ella lo golpeo\, además que tenía la mejilla roja.
- No – Respondió con frialdad.
Danilo asintió y camino de nuevo hacía la salida, miro a Astrid quien estaba pálida y sin saber que hacer, sentía empatía hacía a ella.
- Oscar\, apaga la maldita cámara- Ordeno Kaelen fulminando con la mirada a su Gamma.
El gamma asintió y guiño el ojo con diversión, después salió con Danilo y cerraron la puerta.
Astrid empezó a temblar al quedar nuevamente a solas con el rey.
Kaelen por su parte la observaba con una sonrisa, no podía contener su felicidad de tener frente a él a su pareja destinada, la misma chica con la que tuvo la mejor noche de sexo de su vida, aunque no en las mejores condiciones, pero lo disfrutó y sabía que ella también.
- Siéntate – Dijo tratando de sonar calmado\, pero para Astrid era una orden de un rey furioso.
Ella asintió se giró hacia a él, mantenía su mirada baja y camino hacia la silla que estaba afrente al escritorio. Kaelen se sentó en su lujosa silla sin dejar de verla. Sonrió.
- Lo siento\, no debí golpearlo – Dijo en voz baja.
- Pero lo hiciste – Respondió Kaelen y ella no podía ver la sonrisa en sus labios.
- Usted tuvo la culpa por besarme – Agregó y levantó levemente su mirada.
Kaelen arqueo las cejas, era entendible que ella no sintiera el vínculo de parejas como él, después de todo no tenía contacto con su loba, al contrario de él con su licántropo.
- ¿Me va a despedir? ¿Me va a matar? ¿Podría solo castigarme? No quiero morir aun – Dijo la joven sin poder contener sus nervios.
- No hare nada de eso\, tienes razón\, no debí besarte – Dijo Kaelen calmado\, tenía que ir lento con ella\, poco a poco decirle sobre el vínculo que los unía\, además de que también los unía el pasado.
- ¿no me va a despedir? ¿Tampoco a matar? ¿Castigarme? – Preguntó incrédula.
- Podría castigarte… - Susurro Kaelen bajando mirada hacia el busto de ella\, que resaltaba en la blusa.
- Si\, bueno\, puedo emparejarle la otra mejilla ¿Sabe? – Dijo cubriendo su busto de la mirada del rey.
Kaelen soltó una corta risa ante eso.
- Bueno\, ¿Qué tal si olvidamos lo sucedido? Empezamos de nuevo\, así no hay motivo de despedirla\, ni de castigarla\, tampoco de acabar con su vida ¿le parece? – Sugirió pasando sus dedos sobre su barbilla.
Astrid se sintió aliviada ante la propuesta del rey, realmente se sentía agradecida de esa oportunidad, aunque de momento no hablaría sobre el favor que necesitaba, no después del error de haberlo golpeado.
- ¡Claro que sí! ¡Gracias majestad! – Dijo levantándose y haciendo una reverencia.
- Bien\, empecemos con mi agenda del día – Dijo el rey. Su licántropo ansiaba tomarla en sus brazos\, pero estaba haciendo todo por controlarlo\, no podía cometer el error de hace cuatro años y perderla de nuevo.
Astrid salió de la oficina en búsqueda de la tablet para leer la agenda del día.
- Majestad\, solo aparece reuniones\, pero todas están marcadas que serán atendidas por Beta Danilo y Gamma Oscar – Dijo Astrid dudosa.
- Ah\, sí\, no me gusta estar rodeado de personas\, mi licántropo es muy quisquilloso – Respondió mientras encendía su laptop.
- ¿Licántropo? – Susurro pensativa- ¿Puede hablar con él? – Preguntó.
- Si puedo\, ¿por qué? – Preguntó Kaelen.
Astrid pensó por unos segundos y observo al rey, su complexión, su cabello eran similares a los del hombre de hace cuatro años, pero era imposible que el rey y ese hombre fueran la misma persona.
- ¿Sucede algo? – Preguntó.
- No\, bueno… es que no hay muchos que se puedan comunicar con su lobo\, así que usted es especial ¿no? – Comentó.
- Bueno lo que me hace especial es que soy en último licántropo del reino – respondió Kaelen con seriedad.
- Cierto… - Susurro.
Kaelen la miró y sonrió, tenerla cerca le hacía sentir en calma, esa soledad que lo agobiaba desde hace muchos años simplemente se desvanecía, como si nunca hubiera estado ahí.
- Bueno\, ya que no hay mucho que hacer en mi agenda\, me ayudara a revisar los reportes de las manadas del reino\, haremos una clasificación de los que requieren atención inmediata ¿de acuerdo? – Explicó.
- Si\, de acuerdo\, majestad- Comentó Astrid olvidando el tema anterior\, debía concentrarse en su trabajo\, ganarse la confianza de rey en los próximos días y después pedirle ayuda con el registro de Alain.
***************
Alain iba con sus abuelos a hacer las compras del día, estaba emocionado de conocer el nuevo lugar donde vivía, era el centro de atención, pues decían lo hermoso que era el cachorro.
Aurora y Frank decían con orgullo que era su nieto y eso lo hacía sentirse demasiado feliz.
- Abuelo\, abuela\, ¿podemos comer pastel de postre? – Pregunto el pequeño mientras su mirada se perdía en una pastelería.
- Por supuesto que sí – Dijo Frank de inmediato\, queriendo consentir el gusto del pequeño.
- solo compra uno pequeño\, recuerda que Astrid dijo que no puede comer mucho dulce- Aclaro Aurora.
Frank asintió, cruzo la calle para ir a comprar el pastel, mientras que Aurora y Alain tomaron asiento en una banca.
- ¿Qué tienes pequeño? – pregunto Aurora\, al ver como el pequeño se acostaba sobre las piernas de su abuela.
- Me canse – Comentó el pequeño.
Aurora se preocupó, pues el pequeño apenas unos segundos estaba muy emocionado y de la nada ya decía encontrarse cansado, además podía verlo en sus ojos. Pensó unos segundos en avisarle a Astrid, pero no quería preocuparla de más estando en el trabajo, además ella tenía que pedirle ayuda al rey.
**************
El resto de la mañana fue tranquilo para Astrid, a pesar del intenso beso que tuvo con el rey, pero después de aclarar todo, se dedicaron a revisar cada informe de la manada, se sorprendió de todo lo que había, e incluso sintió curiosidad ante ciertos ataques que habían tenido algunas manadas, esas fueron colocadas en la sección de asuntos para atención inmediata.
- Majestad\, sobre los ataques a las manadas ¿A qué se deben? – Preguntó Astrid con curiosidad.
- Normalmente son desertores\, lo hacen para robar – Respondió sin perder atención a uno de los informes.
- Oh\, ya veo – Dijo. Observo una carpeta que decía “cascada azul” era el informe de la manada\, aunque contenía mas archivos que los demás.
- Revisare especialmente los informes de Cascada azul – dijo el rey al ver la carpeta que Astrid tenía en sus manos.
- Claro – Le entrego la carpeta\, aun le costaba creer que realmente el rey se encargara de la manada y no dejara que Leandro decidiera por sí mismo.
- ¿Es tu manada? – Pregunto dirigiéndole la mirada.
- Si – Respondió con una sonrisa. – Acabo de volver hace unos días\, estuve fuera por unos años – Comentó.
Kaelen asintió.
- ¿Dónde estuviste? – Pregunto con curiosidad.
- En una ciudad de humanos – Respondió.
Kaelen suspiró, ahora entendía por que en cuatro años no pudo encontrarla y porque su licántropo tampoco la sintió hasta hace unos días, que lo más probable era cuando regreso.
Tocaron la puerta y Kaelen dio la orden para que pasaran, al abrirse entraron Danilo y Oscar, ya era medio día y su rey había solicitado una reunión.
- ¿Cómo ha ido tu primer día Astrid? – Pregunto Danilo con curiosidad\, toda la mañana estuvo preocupado.
- Muy bien\, Beta\, gracias – Respondió Astrid levantándose de su asiento.
- Puedes ir a comer\, Astrid – Hablo el rey.
Astrid asintió, hizo una reverencia y se marchó.
Oscar cerró la puerta cuando ella salió.
- ¿De que se trata la reunión? – Preguntó Danilo en la silla frente al escritorio de Kaelen.
- De ella\, de que más – Dijo Oscar\, mientras se acostaba en el cómodo sofá.
- Así es – Afirmo Kaelen – Oscar encárgate de que asignarle una escolta que se encargue de su protección – Empezó a hablar – Danilo\, aumenta más su salario\, uno que este a su estatus – Lo miró.
- ¿Estatus? - Pregunto confuso - ¿Qué estatus? – Se resigno.
- De la Reina de Greven – Dijo con firmeza.
Danilo lo miro con sorpresa mientras, que Oscar soltó una fuerte carcajada.
- Espera\, Kaelen\, creo que te estás apresurando – Dijo Danilo - ¿Seguro que quieres convertirla en la reina? – Preguntó\, recordando que Astrid tenía un hijo y eso no lo sabía aun Kaelen.
- Si – Respondió sin dudar.
- Deberías pensarlo un poco… además\, ¿crees que ella acepte? – Volvió a cuestionar.
Kaelen encogió los hombros, él ya tenía decidido que Astrid sería su reina, pues era su pareja destinada.
- Carajo\, ¿por qué la quieres convertir en reina? – Preguntó Oscar con una leve sonrisa.
- Es mi pareja destina – Respondió Kaelen sin ninguna duda en sus palabras.
Danilo se puso de pie de la sorpresa y la sonrisa se Oscar se desvaneció de su rostro, hasta se sentó en el sofá, eso no había pasado en ningún momento por su cabeza.
- Me encargare de su protección personalmente- Dijo Oscar levantándose de su cómodo asiento\, él era el Gamma y su principal función era proteger a la Reina de Greven\, una función que no había podido cumplir durante largos años por que no había una reina\, hasta ahora y eso lo hacía emocionarse.
- Aun no sabe que es mi pareja destinada – Dijo Kaelen – Tenemos que ir con calma, no quiero que vuelva a irse – Aclaro.
- ¿No se lo dijiste? – Preguntó Danilo\, algo molesto\, pues al ser ella la destinada del Rey\, debían protegerla de cualquier peligro.
- No\, ella no siente el vínculo\, supongo que es por que no puede comunicarse con su loba – Dijo cerrando la laptop.
- Mierda – Danilo se sentó de nuevo en la silla y recordó el pequeño detalle de que Astrid tiene un hijo\, levantó la mirada hacía Kaelen\, no podía decirle\, su reacción lo preocupaba.
- Tranquilo\, dejemos que las cosas fluyan a su manera\, pondré a dos de mis hombres de confianza para que la protejan\, pero me gustaría despejar mis horas para estar más al alcance de ella – Sugirió Oscar.
- Bien. Danilo\, hazlo y también me empezare a involucrar en algunas reuniones las que sean prioridad de momento – Comentó Kaelen.
Aunque Astrid ya estuviera a su lado, no podía arriesgarse a estar en público aún, primero tenía que controlar a su licántropo y para eso necesitaría sellar el vinculo con Astrid. Necesitaba llevar su marca.