 
                            La General vuelve al pasado decidida a cambiar el futuro de su reino..
El mundo mágico también incluye las novelas 
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para  Lilith
3) La identidad secreta del duque 
4) Revancha de época 
5) Una asistente de otra vida 
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora 
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi 
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa 
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción 
26) La venganza de Leia
** Todas novelas independientes **
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Viaje
El mar se extendia infinito frente a ella, el viento golpeaba fuerte las velas del barco y el olor a sal llenaba el aire, Alexandra se apoyaba en la baranda, mirando las olas romperse contra el casco..
su mente era un torbellino de pensamientos, no entendia porque el destino le habia dado una segunda oportunidad, no sabia si era un castigo o un regalo
[por que yo... por que volver... despues de todo lo que hice mal...]
recordaba los rostros de sus soldados, los gritos, la sangre, la derrota, el fuego devorando su hogar, y se le cerraba la garganta..
una lagrima cayo, pero el viento se la llevo antes de tocar su rostro..
[no otra vez... esta vez nadie morira por mis errores]
se giro y miro a la tripulacion, hombres jovenes, llenos de vida, sin saber que el futuro podia arrebatarles todo en un segundo..
[si tengo que arrodillarme ante el emperador lo hare.. si tengo que tragarme el orgullo tambien, pero Aragon vivira]
el capitan del barco se acerco..
- mi señora, todo esta en orden, el viento nos es favorable, llegaremos al imperio en tres dias
Alexandra: bien, que nadie baje la guardia
—si, general —respondio el hombre inclinando la cabeza
cuando el capitan se alejo, Alexandra cerro los ojos un momento, respirando profundo, dejando que el ruido del mar llenara su mente..
[no se cuanto tiempo tengo... ni cuantas cosas cambiaran por lo que haga... pero no importa, lo intentare, aunque el mundo entero se me ponga en contra]
dos dias despues el mar estaba tranquilo, el sol apenas comenzaba a salir y el barco se mecia suave entre las olas, Alexandra dormia en su pequeña cabina, por primera vez en mucho tiempo sin pesadillas, hasta que unos golpes desesperados en la puerta la despertaron
—mi señora, despierte! —gritaba una voz al otro lado— un barco imperial se acerca rapido!
ella abrio los ojos de golpe, se incorporo enseguida, tomo su espada y salio al pasillo aun descalza
Alexandra: cuantos son? —pregunto mientras subia a cubierta
—solo uno, pero es enorme, lleva el emblema dorado del emperador —respondio el capitan con el rostro palido— no creo que sean comerciantes..
al salir al aire libre, Alexandra vio la figura colosal del barco imperial, con velas negras y doradas, y los estandartes del imperio de oro ondeando con el sol, el barco era al menos tres veces mas grande que el suyo..
—ya nos vieron —dijo uno de los marineros con miedo— que hacemos general?
Alexandra miro hacia el horizonte, el viento movia su cabello y el sonido de los tambores imperiales resonaba en la distancia.. sabia que esto podia pasar, el imperio custodiaba sus costas con sus mejores guerreros.. los cuatro jinetes del imperio, guardianes del mar, magos y estrategas temidos en todas las costas..
Alexandra: tranquilos.. venimos como enemigos
camino hacia el mastil y señalo a los hombres de guardia— suban la bandera del reino de Aragon y una bandera blanca, que vean que venimos en paz..
—en paz? —repitio el capitan con duda— ellos no confian en nadie
Alexandra: entonces aprenderan a confiar en mi.. no dispare nadie, ni un arco, ni una lanza
los marineros se miraron entre si, asustados, pero obedecieron, y pronto el viento desplego las dos telas.. una con el emblema azul y plata de Aragon, y otra completamente blanca, moviendose junto a ella..
el barco imperial se acercaba cada vez mas, su sombra cubria el mar, y se podia ver a los soldados con armaduras doradas y lanzas de energia magica apuntando hacia ellos
Alexandra se mantuvo firme, con la mirada fija al frente..
[si los jinetes vienen.. tendre que convencerlos antes de que decidan hundirnos]
una hora despues el barco imperial se acerco tanto que las olas casi hacian chocar ambos cascos, el sonido de las cadenas y los tambores se mezclaba con el silbido del viento, todos los hombres de Alexandra estaban tensos, esperando una orden
de pronto, sin aviso, una figura salto desde la cubierta imperial hasta la suya, cayendo con fuerza sobre la madera del barco de Aragon, el impacto hizo crujir el suelo y varios marineros retrocedieron instintivamente..
el hombre se enderezo lentamente, y el silencio fue total..
era alto, de hombros anchos, el pecho cubierto con una armadura negra con grabados dorados, el cabello corto, oscuro como la noche, y unos ojos negros que parecian vacios, sin compasion, sin luz. una cicatriz cruzaba su mejilla izquierda, y su mano descansaba sobre la empuñadura de su espada, lista para desenvainar en cualquier momento--
uno de los marineros trago saliva y susurro temblando
— general... ese es... ese es el Duque Caleb Fairfax...
Alexandra: quien?
—el peor de los cuatro jinetes del imperio... mata antes de hablar, dicen que su magia puede tragarse la luz misma...
Caleb avanzo un paso, su presencia bastaba para que el aire se volviera pesado, parecia que el sol se escondia detras de las nubes solo por su sombra
Duque: quien es el comandante de esta embarcación.. tienen diez segundos para responder antes de que hunda este barco..
Alexandra dio un paso al frente sin dudar, su capa se movio con el viento
Alexandra: yo soy, Alexandra Aragon, general del reino de Aragon
el hombre la observo en silencio unos segundos, luego ladeo la cabeza apenas
Duque: una mujer...
Alexandra: una mujer que viene en paz, con bandera blanca, buscando audiencia con el emperador
Duque: paz... el reino de Aragon no conoce esa palabra, ustedes solo saben del orgullo..
Alexandra: quizas antes era asi, pero las cosas cambian
Duque:no para mi.. y mucho menos para el imperio
los hombres del barco se tensaron, algunos tomaron sus armas..
Alexandra: bajo las armas, todos
Duque: tienes valor, eso no lo niego... o quizas solo eres otra necia que no sabe cuando rendirse
Alexandra: puede que sea ambas, pero vine a hablar, no a pelear
el viento soplo fuerte, moviendo las banderas, y por un instante Caleb Fairfax parecio dudar, aunque su rostro seguia tan frio como el acero..
Duque:veremos si tus palabras valen mas que tu espada, general.. pero si mientes, el mar sera tu tumba.
 
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                    