Te daré un millón de dólares por pasar 30 días con tu mujer- dijo con ese tono altanero que lo caracteriza desde el primer día que lo escuche hablar.
Debes estar loco- contesto mi esposo sin dudar un solo segundo.
Acepto- dije recibiendo las miradas de todos los presentes. Quizás nadie lo entendería pero era la única manera de salvarla y darle todo aquello que luego de la operación necesitaría.
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capitulo 9
No pude pegar un ojo en toda la noche, una vez que volvimos al hotel, prepare a Hannah para dormir y me quedé haciendo los bolsos para irnos a la mañana siguiente.
¿En serio vas a dejarme así?- me pregunto Antony agarrando mi mano para que dejara de llenar la valija con mi ropa.
No me toques, me molesta que creas que debes decirme algo cuando siendo sinceros yo jamás te dije nada- le contesté mirándolo.
Cass sé que te defraude y me equivoque, pero esto que haces es una locura. Es un maldito mafioso y tú iras a su casa con mi hija- me dijo casi a los gritos.
¿qué deseas que haga? ¿La dejo contigo? Antony no seas tonto, primero dudo que me pase algo y segundo jamás has cuidado de Hannah, de hecho si mal no recuerdo la única vez que te pedí que cuidarás de ella olvidaste los horarios de sus medicaciones- le recordé para que entendiera a que iba.
Es peligroso Cass y lo sabes ¿sientes algo por él?- me pregunto agachando la mirada.
Es atractivo, pero no te equivoques no siento nada por él y tampoco deberías preocuparte por eso, al final nosotros no tenemos nada más que un papel. Ya no tengo ningún sentimiento por ti, más que cariño por ser el padre de mi hija- le dije y me volví a lo que estaba haciendo.
Si había algo que él no podía negar era el hecho de que siempre le había sido sincera, jamás escondí un sentimiento o un enojo y ahora no iba a hacerlo. Antony me había dañado de forma que nadie jamás podría entender, sé que me había descuidado y también había descuidado mi matrimonio, pero quien no hubiese hecho lo mismo si estuviese pasando lo que yo.
Todos los días, Hannah pasaba distintos exámenes, ya había aprendido a no llorar cada vez que le clavaban una aguja en sus pequeños brazos. Su piel se había vuelto aún más blanca de lo que ya era y yo me consumía con ella, porque eso es lo que le pasa a una madre cuando ve a su hijo enfermo y no puede ayudarlo. Antony jamás entendería eso y la verdad era que no lo culpaba, no todos los hombres pasaban los días con sus hijos internados. De hecho en la sala donde estuvo Hannah éramos todas mamas.
Al terminar de acomodar todo, me fui a la habitación de mi hija y me quedé allí hasta que mi reloj marco las 8 de la mañana. La desperté, la prepare y le explique lo que iba a suceder ese día, por alguna razón ella estaba más ansiosa que yo y tenía demasiadas ganas de ir con ese hombre.
Los golpes en la puerta se escucharon a las 9 en punto de la mañana, Hannah se despidió de su papá como si nada y eso debo reconocer que me sorprendió. Tomo mi mano y salió conmigo de la habitación, mientras caminábamos detrás del mismo hombre de ayer.
Mi chiamo Guillermo e sarò il tuo compagno a casa del mio capo. (mi nombre es Guillermo y seré su acompañante hasta la casa de mi jefe)- me dijo en un tono frío pero algo amigable.
Mami no le entiendo- dijo Hannah haciendo pucheros, le iba a contestar cuando el hombre dio media vuelta y se puso de rodillas a su altura.
Me llamo Guillermo, pequeña. Es un gusto conocerte- le dijo agarrando su mano y depositando un suave beso en ella.
Mi nombre es Hannah, señor- le dijo sonriéndole. A veces ella podía ser sumamente amigable con toda la gente.
Cuando se levantó del suelo, me miró y me extendió su mano en forma de saludo.
Encantada soy Cassidy- le dije también sonriendo.
Un placer- me respondió y volvimos a caminar despacio hasta un auto negro con vidrios polarizados que nos esperaba afuera.
El viaje a no sé donde era en silencio y lo agradecía mucho, mis pensamientos eran necesarios en ese momento y aunque no me arrepentía de la decisión que había tomado, si en algún punto sentía que había sido demasiado precipitada.
Hannah iba arrodillada en el asiento mirando todo el paisaje, la cuidad era hermosa y no se podía negar eso. En un momento el auto se detuvo y Guillermo que estaba sentado en el asiento del acompañante delantero nos pidió que esperáramos qué ya volvía. No me di cuenta donde había entrado hasta que mi princesa empezó a sonreír viéndolo volver con unas frutas.
sé que no han desayunado y el jefe me mataría por eso- nos dijo entregándole unas peras qué parecían muy jugosas.
Muchas gracias- dijo Hannah extendiendo sus manos para agarrarlas.
¿por qué frutas?- pregunte curiosa, otra persona hubiese traído galletas o tartas, pero él había traído precisamente lo que sabía que ella podía comer.
Digamos que sé que es lo que la pequeña puede o no- dijo volviendo a su postura rígida y mirando hacia el frente.
Nos investigaron ¿verdad?- pregunté aun sabiendo la respuesta a eso y ni siquiera me respondió, pero me dio a entender la afirmación a esa pregunta tan sencilla.
Volví mi vista al paisaje de calles y locales, seguramente iba a poder sacarme varias dudas una vez que viera a Nicolás, algo que me diferenciaba de muchos era que siempre iba de frente y esperaba lo mismo de los demás.
Llegamos a una gran mansión que seguramente era una manzana completa, un paredón bastante alto y unas rejas en la entrada con un hombre a cada lado con armas en su cintura. Vi como Guillermo solamente bajaba el vidrio y sin decirles una sola palabra permitían el paso del auto.
Una hermosa entrada que seguramente eran dos calles completas con árboles y arbustos con diversas flores a los costados y muchas pero muchas estatuas. En el frente de la enorme casa una fuente con ángeles y por todos lados hombres armados. Las escaleras a la entrada de la mansión daban la impresión de entrar a un castillo, aunque obviamente faltaban las torres, pero la verdad es que este lugar no se quedaba atrás.
Nicolás nos esperaba en lo alto de la escalera, lucia un traje negro completo y por primera vez me di el lujo de detallar bien su cuerpo y su rostro.
Hannah bajo del auto ni bien Guillermo abrió la puerta, pero al ver las escaleras me espero a que terminará de bajar para alzarla a upa y hacerla subir conmigo. Por fin habíamos llegado y ahora seguramente podía conseguir las respuestas que andaba buscando.
Feliz navidad 🥰