Una mujer de 25 años fue atropellada por un coche, dejando un rastro de sangre. Su nombre era Ayudhisa Calista Gunadya, proveniente de la tercera familia más rica del país, con un IQ de 180 y varios talentos, entre ellas taekwondo, karate, silat y muchas más.
Mientras tanto, en un hospital del mismo país, una chica de secundaria ha estado en coma durante una semana. Ella es Ayudhisa Ivana Adipta, perteneciente a la duodécima familia más rica. Ayu es una chica tímida, con acné, la última en su clase y víctima de bullying en la escuela.
Pero un día, esa chica despierta... solo que su alma ya no es la misma. Ahora es Ayudhisa, la mujer con innumerables talentos.
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Capítulo 9
No pasó mucho tiempo antes de que la pandilla de Dilla se dirigiera al lugar de comida de Dhisa. Los estudiantes en la cantina miraban a Dhisa con miradas de compasión. ¿Por qué? Porque sabían que Dhisa iba a ser acosada, a humillada nuevamente por la pandilla de Dilla. Por cierto, la pandilla de Dilla se hacía llamar LadyShark.
"Ey, nerd, vete de aquí. Este es nuestro lugar, vete o te voy a dar una bofetada," dijo Dilla amenazante.
Dhisa, al escuchar las palabras de Bella, sonrió de lado y dijo: "Eh, no veo tu nombre en la mesa. Además, no hay ninguna señal que diga NO SE SIENTE AQUÍ. Esta es propiedad de la escuela; ¿acaso compraste la mesa y las sillas tú misma en esta cantina? No, ¿verdad?" Dhisa habló sin mirar a Dilla y su pandilla.
Los alumnos que presenciaban la escena quedaron boquiabiertos.
Dilla: "Ayu, ¿te atreves a dirigirte a mí así? ¿No sabes quién soy?"
Dhisa: "¿Y quién eres tú? ¿Qué tan importante eres para mí? Ugh."
Dilla: "Sí, soy donante de esta escuela. Así que tengo derecho a hacer lo que quiera aquí."
Dhisa: "Yeee, el donante es tu padre. No eres tú, tú eres pobre. Sin tus padres, no vales nada. Jajajaja."
Dilla: "Eres una perra," mientras derramaba jugo de naranja sobre la cabeza de Dhisa.
Dhisa, incapaz de soportar las palabras de Dilla, se sonrojó de rabia, sus ojos brillaron con intensidad y la atmósfera de la cantina se volvió más fría de lo habitual.
¡BANG! Dhisa golpeó la mesa. Esto hizo que todos en la cantina se sorprendieran.
Dhisa: "¿Qué dijiste? ¿Me llamaste perra? Eh, no me conoces. No te hagas la conocedora. ¿Quieres que revele la basura que son ustedes?" mientras señalaba a la pandilla de Dilla.
Dhisa, al ver el té helado cerca de ella, lo tomó y lo arrojó directamente a la cara de Dilla. Dilla se quejó de dolor; ¿cómo no iba a doler? Dhisa le dio a Dilla una cara de té helado, donde los cubos de hielo eran todavía grandes. Todos en la cantina quedaron en shock con la pelea. Especialmente porque Dhisa, que era conocida por tener miedo de ser acosada y nunca miraba o siquiera respondía a las acciones de la pandilla de Dilla, ahora comenzaba a actuar y a vengarse, incluso más feroz que las acciones de Dilla.
Dhisa, aún sintiendo su pecho arder de rabia, luego le dio una patada a Dilla con fuerza. La dueña de la patada se quejó de dolor; además del dolor en su cara, ahora su pie también le dolía. Dhisa hizo su patada con todas sus fuerzas; al final, Dilla, incapaz de soportar el dolor, se desmayó. Los amigos de la pandilla de Dilla se sorprendieron y comenzaron a llamarla por su nombre. Al ver que Dilla no se despertaba, se pusieron nerviosos y rápidamente pidieron a los chicos que estaban alrededor en la cantina que llevasen a Dilla a la sala de enfermería.
¿Dhisa? Le importó un comino, fue a comprar un uniforme y sus útiles nuevos en la cooperativa escolar. Luego, se dirigió al baño para limpiarse.
La atmósfera de la cantina, después de la partida de la pandilla de Dilla y Dhisa, estaba llena de un grupo de chicos sentados al otro lado hablando. Sí, eran la pandilla de su hermano y también había una mujer, nada menos que la presumida Bella.
"Increíble. Ella es Ayu, ¿verdad?" dijo Dava.
"Sí, no me imaginaba que Ayu fuera tan valiente," respondió Ariel.
"Ha cambiado desde que salió del hospital," agregó Brian a las palabras de Dava.
"Incluso nos ignora tanto en casa como en la escuela," dijo Awan con la cabeza baja.
"Exactamente, normalmente Ayu lloraría, se aferraría a ustedes y siempre la maltrataban e incluso la golpeaban," dijo Dava sarcásticamente.
"O tal vez, esa es su verdadera personalidad," dijo Langit.
Awan bajó la cabeza, conteniendo el miedo. Mientras tanto, Langit, que intentaba contener su orgullo, respondió con una mirada penetrante.
Hizo otra señal, y esta vez los guardias sacaron a Awan y Langit de la habitación y los llevaron a una camioneta que los esperaba. Los llevarían directamente a la prisión, donde Alex había "preparado" sus celdas.
Awan negó con la cabeza. Su rostro empezaba a palidecer
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