Que Ganas De No Verte Nunca Más

Francisco tomó mi mano con fuerza y salió del auto primero. En seguida extendió su mano hacia mí y la tomé con seguridad mientras dibujaba mi mejor sonrisa para salir del bello auto negro.

Los disparos de los flashes de las cámaras de los reporteros presentes sonaban una tras otra. Francisco y Charlotte caminaron juntos hasta donde se encontraba el señor William H., quien los saludó con mucha alegría.

"Señor William, permítame presentarle a mi querida esposa ¡Charlotte!" añadió Francisco con una hermosa sonrisa en su rostro, entrelazando la mano de Charlotte con las suyas grandes.

En ese momento, el abuelo David se hizo presente y saludó a Charlotte con mucho gusto. Después de muchas formalidades y presentaciones, Charlotte se sentía abrumada y muy cansada. Francisco hablaba muy alegremente con sus antiguas amistades y parecía olvidar que estaba con su esposa. Tomaba una copa de vino espumoso rosado mientras alguien la tomó del hombro y dijo "¡Felicidades señora Riquelme, ha entrado en sociedad!" era la voz de Lucas.

Charlotte quería que en ese preciso momento, la tierra se la tragara. Se sentía tan mal, ella de verdad sentía algo por Lucas y no era la única y ahora todo el mundo lo sabía. "Tranquila amiga, sigue siendo un contrato y pronto terminará" añadió Lucas en un tono de reclamo, de alguna manera él quería ser el primer hombre en la vida de Charlotte y esto le daría algunos problemas.

"Oye, ¿qué haces aquí? Pensé que no te gustaban estas reuniones," dijo Charlotte. "No me gustan, pero se corrió el rumor de que Francisco Riquelme, 'tu esposo', presentaría a su esposa. Y eso no me lo quería perder. Realmente pareces la mujer perfecta, pero dime, ¿dónde está tu esposo? Debería estar bailando y presumiéndote ante la gente."

Fui presentada ante los medios y ahora mi rostro está expuesto, reconocida como la señora Riquelme. ¿Acaso eso no es suficiente? -añadió Charlotte frustrada.

-Ven, vamos por algo de beber -dijo Lucas, para que Charly se sintiera un poco más tranquila. Lucas la tomó de la cintura y Charly ya no se sintió sola. Después de presentarla y dar su mejor cara, Francisco la dejó sentada en una mesa mientras charlaba con socios, conocidos y demás personas. Si bien a Charlotte no le interesaba nada de esas combinaciones, la actitud de Francisco tampoco era tan favorable en su situación, ya que a la primera estaba muy sonriente y feliz platicando con sus socios y con ella parecía que todo era fingir, incluso su mirada era vacía.

Charlotte se sintió muy feliz cuando apareció Lucas, por fin un rostro conocido. Así caminaron hasta el bar en donde tomaron un cóctel. Muy suave para Charly y Lucas, algo un poco más fuerte.

La mirada de Francisco al ver que Charlotte tenía un acompañante era totalmente indescifrable. Aunque en principio no quería dejar sola a Charlotte, pues esta era su primera aparición en público, la oportunidad de hacer relaciones con una de las grandes en el área Farmacéutica, una joven de aproximadamente 26 años que era una eminencia en su área, en la cual, por supuesto, Francisco quería invertir y no podía dejar pasar la oportunidad. Y para no fastidiar a Charlotte con pláticas de negocios, se le hizo fácil dejarla un momento, que se convirtió en más de cuarenta minutos en los que Francisco no deja de ver lo que hacía su esposa y aunque en serio quería ir con ella, al parecer la guapa CEO se encontraba bastante interesada en Francisco y no solamente para los negocios. Así que Francisco aprovechó el coqueteo para tener una cita que fuera exitosa en la inversión que quería hacer.

Para no depender únicamente de la empresa de su abuelo y poder crear su propio imperio, Francisco se molestó al ver a Charlotte sonreír de manera íntima a otro hombre. Él esperaba que ella viniera con su marido, al cual consideraba que estaba faltando al respeto. Por otro lado, Lucas aprovechó la cercanía con Chaly para bailar con ella en frente de Francisco, quien parecía no inmutarse ante la situación. Después de bailar y tomar una copa con Lucas, Charlotte se sintió confundida al no ver a su esposo. Tras más de una hora y media, Francisco y la mujer con la que había estado charlando aparecieron muy felices y se presentaron a Lucas y Charlotte. Lía Johnson saludó con una sonrisa fingida y sugerente, mientras que Charlotte saludó cordialmente aunque sabía que Francisco había tenido relaciones con ella debido a que ya no traía la corbata que hacía juego con su vestido, lo que la ofendió. Ambos se fueron a casa sin decir nada y el tiempo pasó sin novedad durante dos meses.

El abuelo, David Riquelme, había dejado pasar mucho tiempo y parecía que las cosas entre ellos dos, en lugar de mejorar, empeoraban cada vez más. Malo es que ni siquiera pasaban los fines de semana juntos. Después de aquella reunión, las cosas fueron simples para ambos: Francisco buscó satisfacer sus necesidades con cualquier mujer que se prestara para ello y Charlotte supo que lo mejor era mantener distancia y enfocarse en sus prácticas y tesis, sin dejarle tiempo para otra cosa. Optó por hacer como que nada había pasado ese día.

Pronto llegó el que sería su último mes en la empresa de Lucas Scott. Charlotte estaba muy feliz y quería que todo saliera bien. Ese día, muy temprano, salió a correr por el hermoso residencial para tomar un poco de aire fresco cuando, de repente, vio a su abuelo. Charlotte lo saludó aún con la respiración entrecortada, ya que venía corriendo.

- Tranquila, niña. No va a pasar nada malo -dijo el abuelo-.

En ese momento, Francisco también en ropa deportiva y con sudor en la frente, llegó hasta la sala y vio que Charlotte estaba en un bonito y muy corto traje deportivo y no podía creer que se viera así de bien.

- Abuelo, buenos días. ¿Qué es lo que te trae aquí tan temprano? -dijo Francisco.

El señor Riquelme carraspeó y dijo con una voz profunda y autoritaria: "Ambos han tenido una falta muy grave al querer burlarse de mí en mis narices. Dejé pasar mucho tiempo, pero es momento de que se atengan a las consecuencias de su propia desobediencia...".

"Charlotte, a partir de hoy vas a realizar tus prácticas profesionales en mi empresa, al lado de mi querido nieto. Y tus cosas ya están listas y acomodadas en la habitación principal. Las puertas de las demás recámaras han sido cerradas. Y tú, mi querido Francisco, si en un mes no hacen lo posible por llevarse bien, tu primo llegará a suplir algunas de tus funciones".

No hay errores gramaticales ni ortográficos en el texto. Está escrito correctamente.