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VENDIDA AL MEJOR POSTOR

VENDIDA AL MEJOR POSTOR

Status: Terminada
Genre:Traiciones y engaños / Novia sustituta / Matrimonio arreglado / Novia subastada / Amor-odio / Diferencia de edad / Completas
Popularitas:2M
Nilai: 4.8
nombre de autor: Yazz García

Ella siempre supo que no encajaba en esa mansión. No era querida, no era esperada, y cada día se lo recordaban. Criada entre lujos que no le pertenecían, sobrevivió a las humillaciones de su madre y a la indiferencia de su hermanastra. Pero nada la preparó para el día en que su madre decidió venderla… como si fuera una propiedad más. Él no creía en el amor. Sólo en el control, el poder y los acuerdos. Hasta que la compró. Por capricho. Por venganza. O tal vez por algo que ni él mismo entendía. Ahora ella pertenece a él. Y él… jamás permitirá que escape.

NovelToon tiene autorización de Yazz García para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Una noche para fingir

Los días que siguieron al altercado fueron normales, silenciosos. En la mansión Muñoz solo se hablaba lo necesario.

Adrián había como siempre seguís su rutina con precisión. Trabajo, llamadas, compromisos. Thalía se enfocaba en sus estudios, en Amelia.

Un sábado en la tarde, mientras Amalia coloreaba en la sala, llegó la invitación.

—Mi padre organiza una gala en la hacienda familiar—informó Adrián, sin levantar la vista del móvil—. Quiere que vayamos los tres.

Thalía alzó la mirada desde el libro que leía.

—¿Los tres?

—Sí. Quiere vernos. Juntos. Como una familia. —La palabra “familia” la escupió como si no supiera qué significaba.

Thalía respiró hondo. No discutió. Amelia saltó de emoción.

—¿Puedo usar un vestido nuevo?

—Claro, princesa —le respondió Adrián, sonriendo solo para ella.

Amelia salió corriendo hacia su habitación.

—¿Y por qué querría eso? —Thalía preguntó volviendo a la conversación.

—Porque quiere que mostremos unidad —respondió Adrián con desgano—. Le interesa la imagen.

—Ah, claro. Imagen…

—No tenemos que fingir nada si no quieres —agregó él, bajando la voz—. Solo ir, sonreír un rato, cuidar a Amelia y volver.

—¿Tú sí vas a fingir? —preguntó Thalía, con la voz algo más temblorosa—. ¿O ya lo haces todos los días?

Adrián la miró, dolido, pero no respondió.

Ella se levantó con calma, recogiendo sus cosas.

—No tengo nada que ponerme para una fiesta, por si te importa.

—Yo me encargo —dijo él de inmediato, poniéndose de pie.

Thalía lo observó con incredulidad.

—¿Y eso? ¿Culpabilidad?

—No —respondió, demasiado rápido.

—Entonces… ¿por qué?

—Porque aunque no lo entiendas, eres mi esposa. —Su voz era baja, dura, como si le costara decirlo.

Ella lo miró con los ojos entrecerrados.

—A veces creo que sí. Pero luego me hablas como si fuera invisible.

—No empecemos, Thalía —soltó él, de golpe—Estoy tratando de que esto funcione y no sé qué hacer.

Ella respiró hondo, sin saber si eso era una confesión o una condena.

—Pues ojalá lo resuelvas pronto —susurró

Luego se dirigió hacia la cocina, dejando a Adrián con el ruido de su propio desconcierto.

...****************...

Había llegado la noche de la gala

La hacienda del señor Muñoz era una obra de arte: columnas de mármol, jardines iluminados, y un séquito de personas altivas.

Thalía lucía impecable en un vestido largo color vino. Sencilla, elegante. No necesitaba nada más.

Adrián iba a su lado, serio, con Amalia entre ambos. Los murmullos no tardaron en llegar.

—¿Quién es ella? —preguntó una mujer en voz baja a otra—. No puede ser la misma que se decía era… ¿la mucama?

Thalía lo escuchó. Fingió no hacerlo.

Dentro, había música Jazz suave. La gente reía, brindaba, fingía. El padre de Adrián se acercó a ellos con los brazos abiertos, como si fuera el anfitrión de una familia feliz.

—¡Qué hermosa familia! —exclamó, besando la frente de Amelia—. Thalía, te ves… presentable.

Ella solo sonrió por cortesía. Pero sintió la puñalada en el estómago.

La velada transcurrió entre saludos falsos y copas de vino que Thalía apenas rozaba. Hasta que una figura conocida apareció entre la multitud: Bianca.

Perfectamente vestida. Perfectamente fría.

—Vaya, esto sí que no me lo esperaba —dijo, acercándose a Thalía con una copa en mano—. ¿Te sientes cómoda entre candelabros de oro, hermanita?

Thalía tragó saliva.

— Soy una Muñoz, ¿recuerdas? —respondió sin caer en provocaciones.

Bianca rió.

—Claro… ¿Y Joshua? ¿No vino contigo esta vez?

Adrián, que había estado en una conversación cercana, se giró al escuchar ese nombre. Sus ojos se oscurecieron. Caminó hacia ellas.

—¿Pasa algo? —preguntó con tono gélido.

—Nada —respondió Bianca con malicia—. Solo le preguntaba a Thalía si ya le pidió a su amante que la lleve a una de estas galas también.

El vaso que Adrián tenía en la mano tembló, pero no dijo nada. Thalía la miró, con el rostro tenso.

—Te sugiero que te cuides, Bianca. Tú y yo compartimos sangre, pero yo no olvido.

Antes de que la situación estallara, el padre de Adrián se acercó a él y le susurró algo al oído.

—Llévatela antes de que arruine lo poco que nos queda.

Adrián tomó del brazo a Thalía, no con violencia, pero sí con firmeza.

—Vamos.

—Suéltame —dijo ella, clavando la mirada en él.

—¿Vas a hacer un escándalo aquí?

— ¿Me vas a callar como siempre? ¿Como en casa? ¿Seguirás siendo el lacayo de papi?

Los murmullos comenzaron. Amalia los miraba desde lejos, confundida. Adrián soltó a Thalía.

—Sal —le ordenó en voz baja—. Ahora.

Thalía salió al jardín trasero, respirando con dificultad. Las luces de la fiesta se desdibujaban a sus espaldas. Adrián la alcanzó minutos después.

—¿Qué demonios estás haciendo? —le soltó.

—¿Yo? ¿Qué hago yo? ¿Y tú, Adrián? Practicamente me trajiste a este lugar a ser humillada A jugar a la familia perfecta para que tu padre no te corte los hilos.

Él la miró con rabia.

—No sabes lo que es cargar con esto, Thalía. No sabes lo que implica… ser parte de esto.

—Tienes razón. No lo sé. Pero sí sé lo que es tener dignidad. Y tú la perdiste hace mucho.

Adrián dio un paso hacia ella.

—Estás cruzando una línea…

—¡Y tú me hiciste cruzarla!

Ambos respiraban agitadamente. Muy cerca. Muy al borde.

Los ojos de Adrián ardían. Los de Thalía temblaban. Y de pronto, sin pensarlo, sin medir las consecuencias, él la besó.

Un beso desesperado. Lleno de rabia, de frustración, de todo lo que ninguno de los dos había sido capaz de admitir. Las manos de Adrián sujetaron su rostro con torpeza y pasión, los labios de Thalía respondieron con furia, con la necesidad de tenerlo cerca, con todo lo que había callado.

Era un beso que quemaba, que dolía, que curaba y hería al mismo tiempo.

Pero fue ella quien se separó primero.

Jadeante, con los ojos húmedos, bajó la mirada y se apartó de él con un paso inseguro.

—No quiero… volver a ser un error para ti —susurró con voz quebrada.

Adrián no respondió. Solo la miró. Como si no supiera qué decir, qué sentir… qué hacer con todo lo que estaba empezando a pasar dentro de él.

Thalía se giró sin más y caminó con firmeza de regreso al salón. Entró con el rostro tenso, mientras la fiesta seguía su curso como si nada. Gente riendo, copas chocando, y en una mesa lateral, las brochetas de queso que tanto le gustaban.

Se acercó con la esperanza de distraerse, de olvidar ese beso, de aplacar el caos en su pecho con algo tan simple como comida.

Pero apenas tomó una y se la acercó a los labios…

El olor.

El sabor.

El mareo.

Las náuseas la golpearon como un relámpago. Llevó una mano a su estómago y la otra a la boca.

Todo empezó a girar.

Salió corriendo, esquivando a los camareros y a un par de invitados que intentaron saludarla.

Abrió la puerta del baño con torpeza y vomitó. Una. Dos veces.

Se sostuvo del lavamanos, pálida, temblando.

Se miró al espejo. La respiración agitada. Las mejillas encendidas. El corazón golpeando en su pecho como si quisiera escaparse.

Y entonces, un pensamiento, uno que se negó a aceptar…

Una idea que no podía ser.

Que no debía ser.

Pero su cuerpo…

Su cuerpo parecía gritarle que sí.

—No… no puede ser… —murmuró, llevándose una mano al vientre.

1
Nancy Gallardo De Rojas
me la lloré toda felicitaciones gracias gracias gracias muy buena
Alida Herrera
Ese tipo es un maniático.... cuando empezará a pagar toda di maldad
Alida Herrera
esta parte de la novela me hizo llorar y sentir el dolor de esa niña dañada por si propia flia
Gabriela Owen
esta novela fue especial me hizo reír me hizo llorar también me hizo anhelar un amor como el de ellos algún día quisiera tener uno como ese amor muchas felicidades escritoras muy bonita novela
marcela galvis
La novela es un poco confusa ya que una persona no puede comprar a otra qué no conoce con la intención de que no quiera nada a cambio, además porque le dicen impostora a la protagonista si ella no pidió ese matrimonio a ella la escogieron para tapar no se cuantos secretos y mentiras, ella no pidió estar hay, por otro lado no entiendo si hay un hombre que la quiere de verdad que es su amigo y la quiere ayudar ella porque dice no puedo si es por su supuesta familia es tonto que ella piense en ellos porque ellos nunca han pensado en ella así que ella debería irse y ser feliz y no seguir aguantando humillaciones y malos tratos
Alida Herrera
Que ser tan frío y déspota
Sujaira Barboza de Molero
ese hombre no hay palabras para definirlo,es una basura
Ceci del Castillo
que maten a ese viejo asqueroso!!(el papá de adrian)
Ceci del Castillo
se acostumbro a mantenida,prefirió el maltrato que salir a trabajar,sé de mujeres que trabajan desde mas jóvenes y salen adelante solas,con esfuerzo pero con dignidad,esta prota es una pendeja
Wendy TZ
y vuelves a decepcionar Adrián ..... que poco hombre eres 😡😡😡
Wendy TZ
Adrian eres sin desgraciado, que se cree la víctima de todo y no es más que un cobarde, te faltan pantalones para decidir por ti mismo y dejar de ser una marioneta de papi 😡😡😡😡
Ana María Lastra
Con cada capítulo hiciste que odiaramos a Adrián, superó a su padre, que pesar con Amelia era solo una niña inocente /Smug//Grimace/
Ana María Lastra
Se repitió la historia de Thalia con Adrián y ahora es Amelia con quién sabe quién, es la historia más triste que e leído /Slight//Slight//Slight/
Ana María Lastra
En este capítulo, Adrián es fiel copia de sus padre,o que tanto , supuestamente resintió, lo a sido, con todas, Diana ,Thalia, Amelia , Thiago y las otras que buscan por interés /Slight//Slight/
Ana María Lastra
Así era que terminaba la vida de Amelia , junto a gente corrompida, que tristeza.
Está historia mea hecho llorar, hay mucha tristeza, las vidas vacías /Smug//Smug//Smug/
Ana María Lastra
tengo mucho pesar con Adrián ,yo quería que sanará sus heridas con Thalia, Pero está historia tiene otro rumbo, que lastima 😔
merecían un final juntos /Slight/
Ana María Lastra
Yo creo al inicio de la historia, que Adrián necesitaba a Thalia para cambiar y darle un hogar a su hija, que pesar y se dejo arrastrar por el loco de su padre, que pesar con Amelia nunca tuvo un padre, es bien cobarde por no tratar de salir del miedo que le genera su papá /Smug//Slight//Slight//Slight/
Ana María Lastra
No sé , está historia está más confusa, que costal con anzuelos, tanto dolor, no veo cuando Thalia va a encontrar amor, paz, armonía /Grimace//Smug//Smug//Smug/
Dilia Esther Sarabia Beleño
Muy buena historia en su trama vemos como hay personas malas que no merecen tener otras oportunidades, me gustó como los buenos tuvieron su oportunidad de vivir un amor verdadero venciendo todas las adversidades, esta historia es un ejemplo de de vida.
Ana María Lastra
Está bien losa sacrificios por amor y ese fue uno bien grande, Adrián, Pero debe pensar en su futura familia e hijos con Thalia. Ese hombre despreciable no merece ser llamado padre , ni abuelo 😔🤔🤔
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