Ten cuidado, ya que en la penumbra, donde apenas ilumina el camino con unas pocas luces, podría estar el diablo con cara de Ángel observándote y preparado para llevarte a sus dominios.
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Capítulo 8 La futura emperatriz
Juwon park
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Desde el momento en que la vi por primera vez en esa fotografía, cuando tenía apenas 12 años, quedé impresionado por su singular belleza: su lunar blanco en el cabello y sus ojos de distintos colores me parecían fascinantes. Era una niña extraordinariamente hermosa, una verdadera diosa de la belleza. Intenté borrar esa imagen de mi mente, pues yo era un hombre adulto de 20 años y sabía que mis pensamientos no eran apropiados para alguien tan joven. Sin embargo, tenía claro que, con el tiempo, crecería y, al cumplir 18 años, se convertiría en toda una mujer. Su destino estaba ya trazado; ella sería Hwanghu, la emperatriz de nuestra organización. Su voz resonaría como la mía y poseería todo el poder que yo represento. Mi organización la espera.
Con el paso de los años, cada año le compraba una joya, anhelando el momento de mostrársela cuando finalmente estuviéramos juntos. Cuando cumplió 16 años, viajé a Italia con el deseo de verla, aunque solo fuera a distancia. Todo se tornó emocionante cuando Minsuk y su amiga escaparon de la escuela.
Finalmente, me encontré frente a ella en la cafetería. Las fotos no le hacían justicia; era aún más hermosa en persona. La cercanía me generó una emoción desconocida. Estaba tan hechizado que desearía llevármela conmigo al instante, incluso si eso implicara una guerra con la familia Vannecelli por ella. No obstante, no quería que me odiara; deseaba tratarla con respeto y construir una buena relación. Aún faltaban dos años para su mayoría de edad, pero al menos un beso robado podría hacer que la espera fuera más llevadera. Con ternura, le robé su primer beso, sintiendo sus labios suaves y con un dulce sabor a miel. Sus labios delgados y rosados me transportaron a lo más bonito y oculto del cielo. Me alejé, dejándola sorprendida y absorta en sus pensamientos, y aunque me golpeó, sonreí mientras pasaba mi mano sobre mi pie, observando su salida de la cafetería.
Desde entonces, no he dejado de pensar en ella; anhelo con fervor el día en que esté a mi lado.
Durante su ingreso a la universidad, asigné a algunas personas que eran profesores para que me mantuvieran informado sobre todas las actividades de ella. Con el tiempo, se hizo muy cercana a un estudiante. Ante esta situación, tomé la decisión de separarlos. Sin embargo, me informaron que él había solicitado formalmente ser su novio y que ella aceptó. En cuestión de segundos, me llegó la noticia de que casi se daban un beso, lo que desató en mí una profunda rabia y frustración. Nadie debería tener acceso a ella; no podía involucrarse con nadie. Por lo tanto, ordené investigar todo acerca de él y tomar medidas extremas, incluso colocar explosivos en su hogar y en su empresa, con el objetivo de que él abandonara el país. No lo mandé a matar solo porque no llegó a besar los labios que son míos; de lo contrario, la historia habría sido diferente.
Por otro lado, sigo al frente de la organización, viajando por Asia y recibiendo informes de cada rama, siempre con la ayuda de mi hermano, el segundo al mando. Hoy es su cumpleaños número 18; finalmente, ha llegado el día de buscarla.
Saliendo de mis pensamientos, noté que la puerta se abría; al entrar, vi a mi padre sentado en el gran salón. Al acercarme, me incliné en señal de respeto, escuchando sus pasos al acercarse y colocando su mano en mi hombro, lo que me llevó a levantar el rostro.
—Padre, qué gusto verlo. Me informaron que deseaba verme.
—Así es. Estoy preocupado por ti, Juwon. Además, las ramas están generando rumores.
—¿Preocupado por mí? ¿Sucede algo, padre?
—Desde que asumiste el cargo, sabía que debías casarte y tener a tu lado a tu Hwanghu. Han pasado seis años desde entonces y aún no te has casado. Me he encargado de traerte candidatas, pero todas las rechazas. No pienso esperar más; las ramas necesitan a Hwanghu, así que la candidata que traeré será la adecuada para ser tu esposa. Es bella, hábil y, sobre todo, inteligente, y pronto me darás un nieto, el heredero del imperio Park.
—Padre, ya tengo a mi prometida; ella será Hwanghu. Solo pido un poco de paciencia—le respondí, tratando de mantener la calma.
—¿Ya tienes prometida? ¿Quién es? ¿Cómo se llama? ¡Quiero conocerla de inmediato!—me dijo, intrigado.
En ese momento, la puerta se abrió y entró mi hermano, quien se colocó a mi lado e hizo una inclinación en señal de respeto hacia nuestro padre.
—Mi prometida se llama Almass Vannecelli. Aún no puedo traerla, pero muy pronto lo haré.
—¿Almass Vannecelli?... ¿de los Vannecelli de Italia?—inquirió, levantando una ceja, visiblemente dudoso.
—Sí, padre.
—Juwon, ella no puede ser tu esposa. No es digna. Debes saber que, según nuestra cultura y nuestras leyes, debes casarte con alguien de los nuestros. Así que termina esa relación y olvídalo. Te casarás con Hae; ella será perfecta para ti.
—Lo siento, padre, pero por esta vez no puedo obedecer. La única mujer con la que me casaré será con Almass, o no me casaré con nadie. Olvídese de que verá un nieto de mi parte—le respondí con firmeza.
Él me observa con descontento y se sienta en silencio durante unos segundos.
—Sabes que las tradiciones son importantes, y si estás pensando en romperlas por ella, debe ser muy especial para ti. Me gustaría que la trajeras pronto, ya que tengo el deseo de conocerla. Anhelo tener un nieto antes de fallecer, al igual que tú, Seung.
Me inclino ante el símbolo de Entendelo. Mi hermano hace lo mismo y ambos nos retiramos al salir del salón.
—¿Tu prometida? Ni siquiera ha regresado a verla. Ella ni siquiera se acordará de ti —me comenta mi hermano.
—Ella es, simplemente que aún no lo sabe. Pero ha llegado el momento de viajar a Italia para buscarla. Sin embargo, primero iré a la rama de Japón y luego partiré. Mientras esté allá, tú te encargarás de todo. También refuerza la seguridad de ella mientras estoy en Japón.
—¿Por qué dudas de que mi padre pueda hacerle algo?
—Mi padre es muy estricto con las leyes y la cultura de nuestra organización, así que no me fío del todo. Asegúrate de seguir mis instrucciones mientras viajo.
—Como ordenes —responde, y se retira.
ya la familia se entero
ay k ver como se pone la trama 😱
gracias autora y enespera de próximo capítulo
Llegó el momento de enfrentar las consecuencias de tus actos , pero sobre todo llegó el momento para sacar la casta de que eres una Vanicelli y demostrar cuánto amas a tu amore coreanito.
pero queremos más capítulos