Una historia de amor marcada por el dolor.
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Capítulo 2
...Kimberly Miller ...
Ocho años atrás
El día está tan bonito. Necesitaba este sol hermoso, después de pasar días encerrada en casa. Nueva York siempre era tan helada, que cuando finalmente llegué a Connecticut me encantó por estar tan soleada.
Llegué unas semanas antes. Ya que ya no tenía a mis padres conmigo. Solo quería alejarme de todo aquello. Habían pasado cinco años desde su partida. Pero aquel día me perseguirá eternamente.
Estaba removiendo el pasado sentada en el césped extremadamente verde del Campus cuando sentí una sombra tapar el sol. Abrí mis ojos y me encontré con un chico lindo.
- ¡Estás tan serena y linda que fue imposible no venir a verte de cerca! - Él sonrió y yo rodé los ojos.
- ¡No quiero, lárgate! - vi su sonrisa congelarse y sus ojos se agrandaron levemente.
- Yo soy… - intentó y yo lo corté.
- ¡No me importa! ¡Solo quiero estar sola! ¿Se puede? - él asintió y salió sin decir una palabra.
Pensé que nunca más lo vería. Y yo no sabía cuán engañada estaba. Hacíamos el mismo curso. Administración. Pero lo que vino en las semanas siguientes fue insano.
Johnny Lance se volvió mi sombra, literalmente. Llegué a considerar hacer una medida cautelar contra él. El chico estaba obsesionado conmigo.
Hasta que un día cedí a sus embestidas. Acepté salir con él, y fue… increíble. Él fue tan sorprendente, que no tardé y estaba enamorada de él. Y desde entonces no nos separamos, él me pidió que fuera su novia y yo acepté. Hasta que sospeché que estaba haciendo algo malo. Él siempre salía al final de semana, tarde en la noche y solo volvía por la mañana.
¿Cómo lo sé? Su compañero de cuarto me lo dijo. Y no solo eso, hace algunos días llegó lastimado. Pero no quiso decirme quién o qué fue el causante de sus heridas.
Entonces resolví seguirlo. Tomé mi auto y fui siguiendo el suyo a una distancia en que ni él me viera ni yo lo perdiera de vista. Luego llegamos a un barrio bien extraño. Él condujo hasta un área donde parecía abandonada y luego vi un mar de personas. Todas animadas y la mayoría bailando.
Estacioné y seguí hasta esas personas. Era la puta de una carrera clandestina. Y mi novio estaba en la línea de frente. Paré colocando mi capucha en la cabeza. Y lo vi detrás de aquel maldito volante. Lance estaba más serio de lo que ya es.
Él es el típico chico graciosito.
Aquel que le gusta hacer reír a las personas. Pero también es muy serio, cuando es necesario. Vi a un chico del equipo de fútbol en que él juega decir que él daba miedo por la seriedad que él tenía en el campo.
Conocí a Lance hace ocho meses, y somos novios hace cinco. Él tuvo que crecer rápido, él y su hermana perdieron a la madre aún muy jóvenes. Y Jéssica se volvió su responsabilidad.
Un tiro me sacó de la burbuja de pensamientos y vi los autos cantando neumáticos, saliendo acelerados sea donde sea que vayan. Algunas personas corrieron y otras se quedaron allí para esperar.
Algunos minutos después lo vi pasar en alta velocidad en la calle a algunos metros de allí. Mi corazón palpitó y sentí un gusto amargo en la boca. En la curva el auto se deslizó casi saliendo de la carretera y eso me asustó demasiado.
Era por eso que él no me habló. Fue por causa de mis padres. Ellos murieron así, y yo estaba junto con ellos. En un accidente de coche.
Las personas gritaban y yo solo quería correr de allí. Pero me quedé para ver qué iba a pasar. Cuando las personas comenzaron a agitarse más vi que la carrera estaba acabando.
Y fue él quien ganó. Después de pasar como un rayo por la línea de llegada, él volvió y salió del auto sonriendo. Las personas lo llamaban por sombra y yo casi me reí de eso. Un hombre fue hasta él y le pagó. Las chicas alrededor se lanzaban hacia él, que aparentemente no se importaba, y los muchachos lo alababan. Yo me quedé allí observando aquella escena, hasta que sus ojos cayeron en los míos.
Vi su semblante cambiar y antes de que él llegara hasta mí, la multitud lo cercó. Yo salí de allí lo más rápido posible. Yo estaba… decepcionada. Él no me había hablado y yo creí que hablábamos todo uno para el otro. Él sabe de cosas mías que yo nunca le conté a nadie.
Llegué a mi auto y apoyé mis brazos en él. Respiré hondo y cuando yo iba a entrar en él un auto paró a mi lado.
- ¡¡Amor!! - llamó y yo suspiré pesadamente girándome hacia él.
- ¡¡Sombra!! - reí sin ningún humor - ¿Fue de propósito? - pregunté colocando mis manos en el bolsillo de la sudadera.
- ¿Podemos conversar en otro lugar? - preguntó nervioso.
- ¿Otro lugar? ¡Son casi las tres horas de la mañana, Lance! ¿Cuándo me ibas a hablar sobre toda esta mierda? - él retrocedió
- ¡No me llames así! ¡Sabes que odio cuando me llamas así! - y él realmente odiaba.
- Johnny… - él se acercó rápido y me sujetó contra el auto.
- ¡Amor, no te enojes conmigo! Te voy a contar todo, ¡solo no me alejes! ¡Yo moriría sin ti! - Su voz falló y tuve ganas de golpearlo.
- ¡No puedes continuar con esto! ¡Es peligroso, Lance! - Él gruñó por mi modo de llamarlo - ¿Y si un día sucede lo peor? ¡Llegaste lastimado antes y cambiaste de auto! Tuviste un accidente, ¿no fue así?
- ¡No fue nada serio! ¡Solo volqué el auto! - mi corazón paró por un segundo y mi voluntad era de gritarle.
Mis ojos ardieron al imaginarlo ensangrentado dentro del auto, o él dentro de un ataúd. Comencé a golpear su pecho con los puños cerrados. Yo estaba con rabia, pero principalmente con miedo.
- ¡No puedes hacer eso Johnny! ¡No puedes hacer eso, porra! - mientras yo lo golpeaba él solo aceptaba - ¿Por qué haces esto? ¿Por qué? - perdí las fuerzas y él me abrazó fuerte - No puedes hacer más esto, no puedo perder a nadie más. No puedo perderte John, ¡porque yo moriría sin ti! ¡Te amo, droga! ¡Te amo!
Él se bloqueó.
Yo nunca le había dicho eso a él.