La Reencarnación Del Príncipe Sanguinario.

Al llegar a clases, Iris se acerco donde Lawrence estaba sentado, diciendo que ella fue a la fiesta de bienvenida a la hija de los Hidaka, pero, que solo vio a los señores Aslanov, más no a él.

—me sentí tan fuera de lugar, hasta que Austin llego, y no te imaginas quien venía colgada de su brazo.— trata de captar su interés.

—si te sientes fuera de lugar, no deberías acudir.— responde con cierta molestia.

Iris no esperaba que Lawrence le respondiera de esa forma, y es que últimamente esta siendo muy cortante, lo cual es extraño, ya que Lawrence siempre fue amable con ella.

—e-este...pues verás...Tina estaba ahí, colgada del brazo de Austin, ¿puedes creerlo?, que descaro el de ella hacer eso.— habla con malicia.

—¿no eres igual?, aun cuando, podría yo ser el novio de tu amiga, te la pasabas coqueteando conmigo.— sonríe con burla.— pero, con una mujer así, jamás tendría nada, sabiendo lo traicionera que es.

Y claro, Lawrence no trato de disimular, pues no había moderado el tono de su voz y toda clase ha escuchado. Lawrence se pone de pie.

—y recuerdo haberte dicho que tu perfume barato me da náuseas, evita acercarte a mí.— dicho esto, se cambia de lugar.

Mientras que Iris se había quedado en silencio notando las risitas de burla y los cuchilleos. Así que, se levanto para salir del aula, no podía soportar la vergüenza. Minutos después, Austin acompañado de Tina entraron al aula, la rubia, al ver a Lawrence agacho la mirada y siguió a Austin hasta un asiento, mientras los de la clase la observan.

—ignora los comentarios, no te preocupes.— le sostiene la mano.

—pero...— desvía su mirada hacía Lawrence.—¿por qué ha sido cruel?, hasta hace poco hablábamos de nuestro futuro juntos.

—tranquila, quizás, esta teniendo problemas con sus padres, ¿recuerdas lo que dije?, tal vez lo amenazaron con hacerte daño.— le murmura el rubio.

—¿que?, eso es terrible...necesito que me diga si eso es lo que esta pasando...— expresa preocupada.

—tranquila, dejemos que él lo resuelva, no servirá de nada que te diga, en especial si sus padres lo mantienen vigilado.— responde para tranquilizarla.

Tina solo asiente, mientras que Austin muestra una leve sonrisa, pues, esa, era la mejor manera de mantener a Tina lejos de Lawrence, aprovechando que este, ha decidido terminar con la chica.

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Más tarde, al anochecer, Lawrence es llamado para ir a una fabrica en la que se había detectado un parásito y se había complicado todo ya que todos en ese lugar han sido infectados.

Al llegar a dicho lugar, el equipo especial de la policía tenía acordonado la zona, y los reclutas de la otro clan, mantenían una barrera para que los zombis no escapen. Cuando ven a Lawrence se le informa que dentro había más de 200 trabajadores, uno de ellos fue infectado por el parásito y transformo a casi todos, pues solo unas 6 personas lograron salir sin infección.

—¿revisaron a esos seis antes de enviarlos al hospital?— pregunta Lawrence.

—si joven Aslanov, nos encargamos de eso, no había infección en ellos.— asegura el oficial al mando.

Lawrence asiente y tras ser informado de cuantos Hunder están dentro de la fabrica buscando al parásito, el chico decide entrar, en su camino es atacado por los zombis que intentan escapar de barrera. Lawrence usa su magia contra ellos evitando que se acerquen y se abre camino a la entrada de la fábrica, pero, repentinamente el cristal de una ventana del tercer piso se rompe y algo cae, golpeando a Lawrence por de frente.

Al intentar levantarse, observa que quien esta encina suyo es Lucien, la joven se queja por el dolor sobando su cabeza, pero, apenas ve al azabache bajo suyo, la chica se reincorpora apoyando sus manos sobre el piso, mientras permanece casi sentada en el regazo de Lawrence.

—gusto en verla de nuevo, mi lady.— comenta Lawrence con una leve sonrisa.

—el gusto es mío, Aslanov.— responde ella.

La chica se pone de pie y le da la mano a Lawrence, quien no duda en sostenerla y se pone de pie, notando que ya estaban rodeados de los infectados.

—¿cree que pueda encargarse de ellos?— pregunta Lucien.

—si lo logró, ¿aceptaría una cena conmigo?— Lawrence estaba interesado en conocer más de esa chica.

—lo pensaré...— Lucien aparta a unos cuantos infectados y busca los forma de subir de regreso al tercer piso.

Pues el parásito les estaba causando problemas ya que este, tenía una transformación complete. Era un ser monstruoso que lleva en su espalda una especie de cables que lanzan latigazos impidiendo que se acerquen a él y fue uno de estos ataques lo que tiro a la castaña por la ventana.

Lawrence aun abajo ve como la pared de ese piso se rompe, así que se aparta y aquel parásito salta desde ese lugar, atacando al azabache. Lawrence esquiva los latigazos, y lanza esferas de fuego contra el parásito, aunque este usa sus garras para detener el ataque.

—este parásito es de nivel dos, ha completado su transformación, y su piel es bastante resistente.— advierte uno de los Hunter del otro clan.

Este era un hombre un poco mayor que Lawrence, su nombre era Dante Grimaldi, del clan italiano. Un hombre de buen físico, ojos púrpura como todo Hunter y cabello castaño claro. En su mano lleva un par de armas, las cuales usa para concentrar su energía explosiva al momento de atacar.

—Aslanov, ¿cierto?, he escuchado de ti...— mira un momento a Lucien.

—espero sea algo bueno sobre mí.— responde Lawrence.

Dante se encoge de hombros ante la respuesta de Lawrence. Por su parte, Lucien, junto a otra chica Hunter, atacan ambas lanzando dagas de hielo. Pues esta joven era la hermana menor de Dante, Dalia, una Hunter con magia de hielo, como su Lucien.

—no quisiera interrumpir su chisme, pero necesitamos su ayuda.— les grita Dalia.

—lo siento hermana, solo hacía amistad con nuestro futuro primo.— responde Dante.

Lucien fulmina con la mirada a Dante ante sus palabras y este solo sonríe. Lawrence no dice nada, así que solo corre hacía el parásito, esquivando los latigazos hasta quedar cerca de este y le da un golpe con el puño envuelto en llamas, esto lo manda en el aire hasta golpearse contra la pared de la fábrica y antes de que se levante, el azabache dando otro golpe de la misma manera, directamente en el pecho logrando romper la coraza que lo protege, pero, antes de poder golpea de nuevo, el parásito logra darle un golpe con las garras.

Lucien, aprovecha al ver que la coraza esta rota, y lanza y flecha hecho de hielo, atravesando el pecho del parásito y este, aunque se mueve con desesperación, su interior comienza a congelarse.

—se roba mi gloria, mi lady...— reclama con un tono divertido.

—¿le molesta?, porque lo importante es que se completo la misión.— Lucien sonríe orgullosa.

—la perdonó si recuerda considerar mi invitación.— guiño.

Lucien asiente ante lo dicho, y no es que necesite considerarlo mucho, pues desde que hablo con él en la fiesta, captó un poco su atención, ya que, al parecer tienen una personalidad parecida. Y a Lucien le interesa conocer más de ese chico, ya qué, si en algún momento le exigen casarse, él podría ser el candidato ideal, después de todo, tiene estatus, es un hombre fuerte y atractivo, así no le será difícil llevar un matrimonio arreglado. Y claro, Lawrence tenía un pensamiento similar, ya que su madre últimamente esta muy insistente en presentarle jóvenes de otros clanes, o de concretar con la madre de Lucien una cita.

—envíame la hora, y el lugar.— Lucien le pasa una pequeña tarjeta.

Al agarrar dicha tarjeta, Lawrence ve que se trata del número de teléfono de la joven, y mientras esta se aleja con sus primos, él sonríe ladino. Esa cita, será interesante.

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