Déjame Ir

No hubo más tiempo que perder, a la mañana siguiente, Andres volvió a monitorear el proceso de investigación. Y en realidad no hubo ningún elemento de intencionalidad en ello, sino que la negligencia provino del propio empleado, por lo que no hubo necesidad de lidiar con la ley. Así que el proceso transcurrió sin problemas ni obstáculos, hasta que el proceso de reconstrucción pudo continuar después de un día de inactividad.

"Afortunadamente, todo está resuelto, tenía miedo de que esto tomara mucho tiempo", respondió Tery, que también estaba allí.

Andres simplemente observó en silencio sin prestar atención a la presencia de Tery.

"¿Vas a irte directamente a casa?"

"Hmm..."

Andres solo respondió con un murmullo.

"¿Qué tal si comemos juntos antes de que te vayas a casa? ¿No has comido desde antes?" Invitó Tery.

"Puedes comer sola."

Andres rechazó directamente la invitación sin pensarlo, lo que hirió un poco a Tery.

"Andres, ya me disculpé, pero ¿por qué sigues siendo frío conmigo?"

"Tery, no tengo tiempo para discutir contigo, me voy primero."

Tery parecía molesta, porque Andres la había rechazado una vez más.

"¿Vas a irte así sin más después de ver a alguien herido así?"

Tery trató de alcanzar a Andres.

"Todo está resuelto como puedes ver."

Andres trató de dejar atrás a Tery, que seguía intentando que no se fuera.

"¿Qué te hace tanta prisa? ¿No es este resort algo importante para ti?"

"Este resort es importante, pero mi trabajo aquí está terminado, entonces, ¿para qué sigo aquí?"

"¿Te vas a casa por tu esposa?"

Andres detuvo sus pasos.

"¿Por qué estás hablando de mi esposa?"

Tery se quedó atónita al ver que Andres detenía sus pasos porque ella hablaba de su esposa.

"No es nada, solo estaba adivinando."

Andres guardó silencio, no respondió y se fue de nuevo, dejando atrás a Tery, que ya no lo persiguió.

"Y eso que me había costado tanto hacer que viniera aquí", dijo Tery un poco molesta, lo que parecía indicar que ella estaba involucrada en el incidente esta vez.

....

En otro lugar, Rania, que yacía débil en el hospital, había regresado a casa. En realidad, todavía no se le permitía regresar, pero decidió hacerlo porque no quería estar en el hospital demasiado tiempo, sobre todo porque no le había dicho a la tía que se había ido de casa, temía que la tía alargara el problema y llegara a oídos de la abuela.

"Oh, señora Rania ya está en casa", dijo la tía ama de llaves, Bi Fatmi, que estaba limpiando la casa.

"¿Me estaba buscando, tía?" Respondió Rania.

"Sí, señora, ¿de dónde venía usted hasta que el señor Andres también la buscó ayer?"

"¿Mas Andres?"

Rania no podía creer lo que oía y repitió las palabras de Bi Fatmi dos veces.

"¿Mas Andres me estaba buscando?"

"Así es, ayer me preguntó por usted, pero le dije que no lo sabía."

Rania se quedó pensativa al escuchar que su marido estaba buscando su paradero.

"Lo siento, tía. La hice preocuparse, en realidad ayer fui a casa de mi madre", dijo Rania mintiendo un poco.

"Oh, ya veo, no importa, señora, lo importante es que ya regresó a salvo ahora", respondió Bi Fatmi sintiéndose aliviada.

"Bueno, voy a entrar a la habitación primero."

"Eh, ¿no quiere desayunar primero, señora? Ya terminé de cocinar."

"Sí, comeré más tarde, quiero ducharme primero."

"Está bien."

Rania subió a su habitación dejando atrás a Bi Fatmi, que volvió a seguir limpiando la casa.

"¿Él no está en casa, eh?"

Tan pronto como entró y abrió la puerta de la habitación, no vio a su marido dentro y se dio cuenta de que no estaba en casa.

"¿Por qué Bi Fatmi no dijo nada antes?"

Rania, que todavía se veía débil, trató de mantener la calma y entró lentamente en la habitación.

"Hoy tengo que decírselo", dijo.