La Otra

DIANA

(Cómo le digo a Paola que yo sé quien es su familia y más que eso que la han estado buscando desde que era una bebé, pues la robaron del hospital solo por una venganza y su familia es extrangera, se quedaron en este pais solo para poder encontrarla, pero no me deja no siquiera tocar el tema, hable con la madre superiora de esto, pero ni ella pudo hacer nada, no sé por qué sea esta decisión, pero es mi hermana y tengo que respetarla y guardar esos papeles conmigo por si algún día tiene la curiosidad de saber de sus padres ahí está. Jodida yo que mis padres no me están buscando, no hay registros de algún pariente cercano como referencia para partir de ahí, pero los buscaré y los voy a encontrar así como Liz encontró a su familia yo quiero encontrar a la mía, es esta necesidad de saber de donde vengo y porque me abandonaron, ¿Qué los llevo a tomar esa decisión de abandonar a un bebé recién nacido a su suerte? Esa es la pregunta del millón de dólares, al menos lo es para mi, tengo esa necesidad de saber por qué. Ya estamos por salir a la escuela cuando entra Liz)

--Hermanas necesito ayuda.

--¿Estás herida?

--No, pero necesito irme y perderme de nuevo en el vicio hasta no saber nada de lo que he sabido hasta ahora de mí madre.

--¿Qué pasa, que supiste?

--Ella es una desalmada en cuanto me vio me soltó la bomba de que siempre quiso deshacerse de mi, siempre.

--Hermana.

--Cuando se enteró que estaba embarazada hizo de todo para abortarme consumió pastillas, tés, agujas, alfileres, en fin todo lo que fuera para abortarme, pero nunca pudo hacerlo, me dijo que su cuerpo no respondía a lo que ella consumía para sacarme de él, no saben el dolor que me causó saber eso y todavía me duele, todo el dinero del mundo no basta para tapar eso y salí corriendo de esa casa, esa puta señora me causó más daño del qué puedo soportar, pero no quiero caer en eso de nuevo y no quiero repetir la historia.

--Hermana ¿En que podemos ayudarte?

--No lo sé, solo pensé en venir hasta acá para que me abracen o algo.

--Claro.

--Sí, vengan... (Nos unimos en un fuerte abrazo las tres mosqueteros y sentirnos más unidas qué nunca)

--Liz

--M

--¿Por qué dijiste que no quieres que se repita la historia?

--Yo... Conocí a alguien cuando llegue a casa de mí abuelo, era un sobrino y me gustó mucho es un hombre guapísimo, solo que para el yo no signifique lo mismo que el para mi, pero creo que estoy embarazada.

--¿Qué?

--Si, lo sé y no me regañen se rompió el condón y estoy esperando a que salga negativa la prueba a partir de mañana las are todos los días.

--¡Estas loca! apenas tenemos diecinueve años y vas a tener un bebé.

--Lo sé, y si estoy embarazada no quiero consumir nada por mi bebé, no quiero que salga mal por las drogas o por el alcohol.

--Nosotras te vamos a ayudar Hermana claro que si, solo que en todo el día no estamos aquí...

--Lo sé, lo sé, pero solo quiero que estén enteradas de todo y con saber que estarán conmigo pase lo que pase es suficiente por ahora.

--Eso no lo dudes nunca.

--Gracias no saben cuanto las quiero.

--Estaremos siempre para ti hermana pase lo que pase, las mosqueteras no deben separarse nunca, eso nos decía mamá Cris ¿Recuerdan?

--Como la extraño y es más... Nunca pensé decir esto, pero extraño estar en el orfanato, cuando estábamos allá no había preocupaciones, no sabíamos de lo podrida que está la gente, no sabíamos de maldad alguna.

--Mamá Cris trato de advertidos, pero es muy diferente las advertencias a la realidad.

--Si, la realidad es más dura y difícil a las historias que mamá Cris nos contaba.

--Ya ni modo, ya es tarde para eso y ahora somos adultas responsables de nuestras propias vidas y vamos a vivirlas con honestidad y si se puede con mucho amor.

--Diana lo haces sonar como si fuera fácil.

--No es fácil, lo sé, pero nos tenemos la una a la otra para salir adelante, cada una de nosotras será el apoyo para la otra en lo que podamos.

--Sí, tenemos que hacer un juramento, nunca separarnos pase lo que pase... (Ponemos las manos en el centro como cuando los mosqueteros ponen sus espadas al centro)

--Siempre unidas... (Diana)

--Jamás nos va a separar la vida... (Paola)

--O un hombre... (Liz)

--Somos hermanas y veremos el bien para nosotras mismas siempre.

PAOLA.

(Nos abrazamos y lo que siguió de la noche la pasamos platicando y haciendo bromas entre nosotras de lo que dijo Liz de que extraña el orfanato, pero si se extraña en la parte donde aún no tienes la responsabilidad de mantenerte económicamente, porque adentro hacíamos muchas labores domésticas, pero no ganábamos dinero y menos teníamos que pensar en pagar luz eléctrica o agua porque si no pagas pues te quedas sin esos servicios básicos y acá afuera todo es difícil, y no solo es difícil en los trabajos, la gente te hace la vida difícil aún sin conocerte, tal vez esa gente es miserable en su vida y quiere que toda la gente lo sea, como mis compañeras de la estética, no pierden ni un momento para despreciarme o hacer algún mal comentario sobre mí o sobre mi trabajo lo cual hace que la dueña esté siempre sobre mí, lo aprecio claro, pero eso de estar checándome cada cinco minutos por causa de sus comentarios me está hartando, ya hasta pienso en dejar ese trabajo tanto que me gusta)

--Buenos días.

--¿Y Liz?

--No está en su cuarto.

--No ya la busqué y nada.

(De repente entra muy campante como si nada por la puerta)

--¿Qué?

--Creímos que...

--Después de todo lo que hablamos anoche no volveré a irme de aquí... A menos que ustedes me corran y...

--Eso jamás... Solo que nos asustamos y...

--Ahora que estoy embarazada quiero cuidarme y lo voy a hacer ahora tengo una muy buena razón para mantenerme sobria.

--Que bueno.

--Me da gusto escucharte decir eso, nos hiciste pasar días de mucha angustia cuando te fuiste más por qué no sabíamos donde ir a buscarte.

--Lo siento y les pido perdón por todo eso que las hice pasar y quiero prometerles que no volverá a pasar, pero este camino es muy difícil, me está costando mucho no volver a caer en eso, es una lucha de cada minuto del día para no caer y sé que ustedes no me juzgarán por esto, sino que me ayudarán a salir de esta situación en la que yo misma me metí.

--Jamás te vamos a juzgar hermana.

--Gracias y miren les traje unos regalos.

--Que es.

--Son teléfonos celulares para estar más en contacto, sé que no han podido comprarse uno por sus propios medios así que aquí tienen.

--Hermana gracias.

(Esta es una sorpresa para Diana y para mí pues no lo habíamos visto como prioridad tener un teléfono, pero ahora podemos comunicarnos entre nosotras y será más fácil ayudarnos si alguna pide ayuda)

--Muchas gracias Liz.

(Ella muy disimulada se mete al baño y después sale muy triste)

--¿Liz pasa algo?

(Levanta la mano y en ella trae la prueba de embarazo y solo se ve una raya en ella)

--¿Liz que quiere decir eso?

--Que no estoy embarazada.

--Liz.

--Yo quería estarlo, yo quería estar embarazada así tendría un motivo mayor para mantenerme sana y ahora esa razón ya no está y no saben lo feo que se siente esto, es como si mi boca gritara por un baso de whisky o de Ron, mi boca arde en este momento y mi cuerpo pide que vaya a buscar mi licor favorito para perderme en él.

--Liz no lo hagas y no puedes poner todas tus esperanzas en un bebé, tienes que hacerlo por ti, para que tú estés bien y si me tengo que quedar aquí contigo lo voy a hacer, eres mi hermana y me necesitas ahora más que nunca.

--Pero no sé que pasó yo me siento diferente, lo siento y no sé cómo explicarlo, pero estaba segura de que estaba embarazada.

--Tal vez algún día más adelante puedas conocer a alguien y tener un bebé.

--No... (Se deja caer al suelo y nosotras bajamos a su nivel para ayudarla a levantarse, pero parece de gelatina y está desconsolada por no estar embarazada. A de pensar que sin el bebé es más fácil regresar a sus vicios de siempre)

--Liz basta ya... Levántate tienes que reponerte de esto, vamos arriba.

(Todo lo que hacemos o decimos es como si le rebotara y no nos escucha, ella está desconsolada llorando y está tirada en el suelo, como podemos la levantamos y la acostamos en el sillón)

--Liz puede que la prueba de un falso negativo.

--¿De verdad crees eso?

--Si, ya por favor no llores así.

--¿Cómo vamos a saber si estoy embarazada o no?.

--Iremos al doctor para que te hagan una prueba de sangre y entonces será más confiable.

--Gracias Diana.

--Iremos hoy en la tarde, pediremos faltar a nuestras trabajos para acompañarte ¿Verdad Paola?

--Sí... (Con lo bien que me caen mis compañeras, me vendrá de maravilla no verlas un día)

...