Chloe huye de sus captores en los barrios de la zona roja para salvar su vida, al ir hilando los acontecimientos se da cuenta que cayó en la trampa de su prima que resulta ser la amante de su esposo, hay una incógnita más ¿Dónde está su hijo?. Logra sobrevivir gracias a una indigente que no solo le salva la vida, también le ayuda a recuperar a su pequeño, su fortuna y el amor.
Te invito a que te sumerjas en esta historia donde la tradición, envidia se desarrollan, una serie de eventos donde la protagonista después de pasar momentos desagrables encuentra a su alma gemela.
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Verdades que duelen...
Un ruido ensordecedor se escuchaba entre las viejas casas de la zona roja de Ciudad Azul.
Las aspas del helicóptero al girar levantaban polvo al por mayor, aterrizó sin problemas en el tras patio de la fábrica quemada, dos paramédicos descendieron con él llevando el equipo de salvamento necesario para transportar una herida.
Un escolta los esperaba y guió hasta donde se encontraba.
Violet seminconsciente lloraba,
habían detenido el sangrado de sus heridas con una toalla.
Carls Rulss no quería soltarla, no sabía qué le esperaría, si su esposa sobreviviría, también se cuetionaba qué sucedería con él.
-- Debe soltarla para que la revise, si no morirá, ha perdido mucha sangre.
El paramédico le habló con firmeza, mirándolo directamente a los ojos.
Carls Rulss la recostó con mucho cuidado en el piso y se incorporó lentamente, presto mucha atención cómo la revisaron.
La subieron a la camilla portátil y se la llevaron al helicóptero, al levantar el vuelo se perdió en el horizonte nocturno.
Un grupo considerable de personas ya se habían acercado a ver qué sucedía.
La señora Meche las mantenía a raya en el límite marcado.
El enorme guerrero Rulss cayó de rodillas tomándose la cabeza con ambas manos lloraba gritando.
--¡No te mueras Violet! ¡No me dejes solo!
Su grito se escuchaba cargado de dolor y desesperación.
Dos mujeres con forsejeos, traspasaron el cerco de seguridad, empujando a todos.
Meche fue detrás de ella para intentarlas calmar sin lograrlo.
--¡Ahora qué lloras Rulss! A veces que tú la dejabas igual o peor.
La voz de Susan resonó y el hombre levantó la mirada atónito.
--¿Qué? ¡Dije una mentira!
Se paró frente de él y Lulú se acomodó a su lado.
-- ¡Es cierto! No sé cómo ha sobrevivido, tú mismo la has golpeado hasta desmayarse y no solo una vez has visto cómo se desangra, has matado a varios de tus hijos.
La temperamental Lulú se acercó a Rulss, le jaló el pelo obligándolo a mirarla directamente a los ojos.
El gigantesco rules no dijo nada ni se defendió.
Susi sintiéndose protegida se acercó y le dio una patada en el pecho que ni siquiera lo movió.
-- ¡También has golpeado a varios vecinos! Aprovechando tu fuerza y estatura aunque no te hallan molestado.
La señora Meche agregó acercándose.
--¡Basta!
Rulss intentó levantarse enojado las mujeres se hicieron hacia atrás asustadas.
Sin embargo tomaron valor y dieron nuevamente un paso adelante.
--¡Ahora sí muy machito! No es lo mismo golpear a ebrios o a mujeres indefensas.
Grito la señora Meche amenazadoramente se acercó a él embravecida.
Meche era una señora de pasados los 40 años, maltratada por la vida, la indigencia se reflejaban ella, en su rostro. Esta vez veía con un profundo odio, su ojo izquierdo se cerró varías veces por un tic nervioso que padecía y su boca se retrajo a causa de una vieja parálisis facial.
Rulss estalló, no soportó escuchar sus verdades, al levantarse se abalanzó sobre ella para intentarla golpear.
Un brazo detuvo el ataque respondiéndole con un derechazo directo a la abdomen haciéndolo dar dos pasos hacia atrás.
El escolta que había luchado con él en un inicio lo volvió a golpear, se quitó el chaleco, se había roto por el impacto de bala, se quitó también la playera dejando ver su tatuaje en la espalda; un lobo gruñendo mostrando sus colmillos con ferocidad.
Rulss se estremeció al verlo y la multitud por igual.
-- ¡Es el jefe!
Murmuraban con discreción.
--¡Ahora sí pelea! Ya no está presente la dama que nos observaba, la madre del pequeño, no te di tu merecido antes por no asustarla, al bebé y a tu esposa.
Levantó los puños a la altura de su mentón, sus manos eran cubiertas por guantes de piel, los dedos estaban descubiertos.
Estiró una mano y movió los dedos hacia él e indicando que se acercara.
--¡Ven acá maldito! ¡Que nadie intervenga!
Los presentes se hicieron hacia atrás dándoles espacio formando un círculo.
--Te daré la oportunidad que te defiendas.
Gritó el hombre del tatuaje.
--Te daré la lección de tu vida por hacer sufrir una madre por su pequeño.
El gigantesco Rulss sonrió, con su mano izquierda se limpió el rostro y escupío a los pies del custodio, haciendo esto se abalanzó lanzando golpes al por mayor a diferencia del primer encuentro en el cual solo esquivaba tratando de someter, esta vez dio grandes puñetazos en el pecho, estómago, mandíbula, el último en la nariz que sangro, dio una patada con giro directo al rostro del Rulss que lo hizo caer de rodillas, dobló el cuerpo y puso las manos también en el piso, escupiendo sangre.
--Jaja. Ahora sí defiéndete ¡No es lo mismo golpear mujeres!
Lulú gritaba haciendo movimientos como si ella fuese la que lo estaba golpeando.
-- Así no. ¡Tonta! Deves tener en cuenta que el señor Rulss es un gigante, tu no podrías vencerlo en combate.
Susi hizo un movimiento estirando el brazo, doblo tres dedos y le disparó a su frente ficticiamente, cerrando un ojo seguido de un.
--¡Bang, bang!
--Jaja Tonta ¡Qué tal si matas al bombón!
La muchedumbre reía por las acciones de estas mujeres, a pesar de su estado etílico, representaciones teatrales, la verdad fluía como río en sus palabras para el gigantesco Rulss.
-- Es hora de retirarnos.
El chico tatuado le dio un golpe en la mandíbula, Carls Rulss cayó desmayado al piso, ni las manos metió.
-- Se acabó la diversión señores. ¡Vayan a casa!
La señora Meche movió las manos indicándoles que se retiraran.
En pocos minutos no había testigos, nadie vio nada y nadie diría nada. Sin embargo Meche suplicó.
--Por favor ¡Salven a Violeta señores!
Un enorme perro color crema y café oscuro, gordo, muy fuerte cruzó entre los escoltas al ver a los desconocidos gruñó mostrando los dientes amenazadoramente. Su cabeza estaba llena de cicatrices el pitbull stanford no tenía una parte de su oreja izquierda, en su frente se notaba una herida profunda que ya había cicatrizado dejando un bulto sin pelo, en sus piernas también había varias marcas muy notorias, a causa de las peleas clandestinas a las que hace tiempo era sometido.
Se colocó al lado de su dueña sin dejar de gruñir mostrándose cada vez más aterrador.
--¡Pepe! ¡Por fin te encuentro! Veniste.
La señora Meche se puso de rodillas y lo abrazó por el cuello.
El canino se tranquilizó y lambio su rostro.
-- Te mandaremos la información.
-- Gracias por su ayuda jefe.
Meche le sonrió dándole la mano.
El grupo de salvamento se retiró llevándose a Rulss atado y amordazado en uno de los autos, se perdieron en las sinuosas calles de Ciudad Azul.
Lo llevaron hasta un ático.
En cuanto Rulss recobró el conocimiento preguntó por Violet le informaron que estaba fuera de peligro, pero en coma.
Sin preguntar más conto su versión.
Trabajaba para Grace y Callahan Steel haciéndoles el trabajo sucio.
El día del secuestro, él lo dirigió con otros hombres que estaban bajo su mando.
Drogaron a un hombre al azar en un restaurante y lo llevaron a una lujosa habitación de un hotel ahí les tomaron fotos.
El chico en cuestión en cuanto recobró el conocimiento salió del lugar sin dejar rastro para entonces ya se habían llevado a Chloe Steel a su encierro.
El era el carcelero pero no se dejó ver nunca.
-- Ahí desde las sombras planeó intercambiar al bebé, cuando se enteró de la muerte de Chloe.
Confirmo todo al ser testigo que los sepultaron juntos al bebe y a su supuesta madre.
Manifestó su asombro al saber que aún se encontraba con vida.
El hombre del tatuaje apretaba los puños cada vez más fuerte al escuchar los detalles, escuchando través de un cristal de espejo
Él era el drogado de restaurante, cerró los ojos y recordó que en un momento de lucidez noto el hermoso cuerpo desnudo de Chloe el cual le provocó varias reacciones masculinas, lo estaba abrazado contra su pecho dormida.
Volvió a perder el conocimiento hasta que nuevamente que recobró la conciencia llamó a su asistente que lo ayudó a salir del lugar.
Las fotos tomadas desaparecieron sin problema, solo se publicaron las que fueron tomadas por el celular de Grace que también se encargó de desaparecer.
Ingreso al cuarto donde tenían a Rulss, lo tomó por la mandíbula con exceso de fuerza, haciendo crujir sus dientes, furioso ordenó.
--Átenlo y déjenlo encadenado, solo denle agua una vez al día.
Sufrirás a la misma forma que hiciste padecer a Chloe.
Así estaría por algún tiempo.
El hombre salió del lugar aún tenía que cobrar algunas facturas pendientes y si no se apresuraba la señorita Chloe Steel no le compartiría un pedazo del pastel que él también pretendía disfrutar, ahora el tema se había vuelto personal.
En la villa Clariss no se separó en varios días de Nathan, lo alimentaba en sus brazos, dormía a su lado, compartían juegos, ambos reían felices contagiando a todos a su alrededor.
Se comunicó con Stephan pidiéndole un mes más de work from home, le explicó la situación y se lo concedió sin dudar.
Clariss se aseguró de enviarle mucha información y nuevos proyectos que había desarrollado, al tener a su hijo cerca le inspiraba, reflejándose en el trabajo el cual hacía cuando el pequeño dormía.