El Hombre Que No Sabe Amar Y La Mujer Que Se Canso De Amarlo

Los hermanos caminaban viendo aparadores, charlaba y reían mientras disfrutaban del día en la plaza comercial.

Miranda no tenía un buen día desde hacía mucho tiempo, esta sensación de ser dueña de su propia vida es genial para ella.

Después de ver en varios lugares entraron a una muebleria a ver algo que a Miranda le llamó la atención, pero no sé percató que casualmente ahí también estaba Nicolás.

Enrique fue el primero en verlo, agitó la mano para que lo viera mientras que Miranda estaba en otra sección de la tienda viendo un comedor que vio desde afuera de la tienda.

Nicolás se acercó para saludar a Enrique, fue en ese momento cuando vio a Miranda que estaba distraída, Nicolás se acercó de forma sigilosa y coloco sus manos en los ojos de Miranda, por atrás de ella. Se acercó a su oído y susurro.

-¿Sabes quién soy?

Miranda sintió su aliento en su cuello y la voz en su oreja hicieron que la piel se le erizara.

También conoció el aroma, era el mismo que había percibido dos días atrás, era el mismo aroma que se le había quedado grabado en la memoria.

-Ni-Nicolas, eres tu Nicolas ...

Él quito las manos de los ojos de Miranda,

-Eres rápida para adivinar, ¿como lo supiste tan rápido?

-No lo sabía, sólo adivine - Miranda obviamente mintió.

Enrique vigilaba a los niños y también se dio cuenta de la acción de Nicolas, ese hombre quería algo con su hermana, pero antes de permitir que algo entre ellos suceda tienen que concretar el divorcio de Miranda, y también tiene que investigar a Nicolas y saber la verdadera razón de su estancia con Miguel.

Miranda se acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja y le sonrió a Nicolas

-Hola, ¿también buscas muebles?

-Estoy pensando en quedarme más tiempo y no es adecuado dar muchas molestias a Miguel, así que estoy viendo muebles para después ver departamentos.

-Jajaja, no tendría que ser lo contrario, primero ver departamentos y después muebles.

-Tienes algo de razón, pero yo funcionó diferente, primero vemos los muebles, los imagino en el departamento y se acuerdo a eso me decido por como deseo que sea el lugar donde viviré.

-Ya veo, después de todo no suena descabellado.

-Ustedes también buscan muebles, ¿le ayudas a tu hermano o son para tu casa?

-Me acabo de mudar y no tengo toda la casa amueblada.

-¿Tú esposo no vino contigo?

-Ese es algo de que no quisiera hablar en este momento, pero puedo pedir tu asesoría legal para ese caso.

-No te preocupes, tu hermano también me había mencionado que necesita asesoría legal, supongo que es sobre el mismo asunto.

-Si, realmente es para el mismo asunto, espero no sea incómodo para ti, después de todo estas de vacaciones.

-No, para nada, me gustaría ayudarte en lo que necesites, además como te decía estoy pensando en establecerme en esta ciudad, que sean mis primeros clientes es buen presagio.

-¿De verdad eso crees?

-¡Claro!, para mí es un honor ayudarlos, en especial a ti.

La situación comenzaba a tornarse algo caliente, Miranda se comenzaba a sonrojar mientras que el hombre cada vez estaba más cerca de ella.

De repente José grito

-Mamá este me gusta

Todo el ambiente se rompió de tajo, Miranda volteo a ver a su hijo con una sonrisa aún muy sonrojada.

-Ahora voy cariño.

Nicolas vio a los dos pequeños que no había oportunidad de conocer hasta ese momento.

-¿Él es tu hijo?

-Si él es mi hijo mayor, la niña que Enrique tiene en brazos es mi hija pequeña.

-Me gustaría conocerlos, ¿estas de acuerdo?

-Si claro, anda vamos, te presentaré

Miranda se acercó a José,

-Hijo, te presento al señor Nicolas Bernhoeft

José estiró su pequeño brazo y abrió la palma de su mano.

-Mucho gusto mi nombre es José Torre Blanca.

-Mucho gusto José, cuantos años tienes.

- Tengo 5 años señor.

-Eres muy joven, ¿ya vas a la escuela?

- Si ya voy a la escuela, pero mami tiene que trabajar así que desde que era muy pequeño ya iba a la guardería.

-Jajaja, desde que eras muy joven, sigues siendo demasiado joven. Eso haría de mí un anciano.

La platica entre José y Nicolás parecía ser una platica muy amena, el niño platicaba a gusto con el hombre.

José es un niño muy inteligente y su mamá junto con él personal de la guardería han hecho de él un niño muy respetuoso.

Aún así no es fácil para cualquier persona, niño o adulto llevarse tan bien a la primera con otra persona que apenas conocieron.

-¿Y qué te gusta hacer José?

-Me gustan los programas de exploradores pero mi papá nunca tiene tiempo y para mamá es mucho trabajo armar un campamento.

-¿Qué hay de tu tío?

-Mi tío, él - el niño se acercó a Nicolás y le susurro al oído - él es germofobico, no le gusta ir al campo.

-De verdad nunca lo hubiera imaginado.

-Cierto, se ve como un tipo tan normal, pero no lo es

Nicolás y José soltaron una risa muy grande y sonora, Miranda los miraba con una sonrisa y una mirada de desaprobación.

-No se burlen de Enrique, solo es un poco obsesivo de la limpieza. Después de todo ese es su negocio, artículos de máxima limpieza y anti germenes.

-¿Un poco mami? , el tío no puede ver ni un poco de polvo que inmediatamente saca sus toallas antibacreriales.

-Jajaja, tienes razón pero que tu tío no te escuche o se molestara contigo.

-Si mami, no me burlare de él.

Enrique escucho a su hermana reír y se acercó con la pequeña bebé dormida entre sus brazos, al parecer caminar tanto la agotó.

-¿Qué platican ustedes?, hasta el otro lado de la muebleria se escuchan sus risas

-Nada, cualquier cosa. José ya ha elegido el comedor adecuado, sólo voy a pagar y nos podemos ir a casa - Dijo Miranda mientras sacaba su tarjeta de crédito para pagar.

-Oye hermana recuerda que sólo efectivo.

-Cierto, casi lo olvido.

Miranda fue pagar y dejó a Enrique y Nicolas cuidando de José que también mostraba signos de tener bastante sueño.

Enrique espero a que José se durmiera en brazos de Nicolas para poder hablar con él.

Miranda estaba tardando un poco ya que estaba dando los datos para el envío y estaban haciendo el registro de su domicilio.

-¿Te gusta mi hermana?

-¿Es muy obvio?

-Si, eres muy malo para disimular.

-No he tratado de ocultarlo, pero parece que tu hermana es la única que no se a dado cuenta.

-Ella no está preparada para darse cuenta de esas señales, está muy herida y tiene que salir de su matrimonio antes de que comience una nueva relación.

-Lo sé -Nicolas dio un gran suspiro de resignación

-Pero eso no es todo, ya haz conocido a sus hijos, estas dispuesto a ser un padre o solo quieres jugar con ella. Porque si es lo que quieres te informo que ella no está sola y no te lo permitiré.

-Para ser sincero aún no sé si estoy preparado para tener una familia pero si tu hermana me acepta haré lo posible por ser el mejor padre y esposo.

-Jajaja, esposo y padre, vas muy rápido. Aún no sabes si mi hermana está interesada en ti.

-Lo sé, pero estoy aquí para conquistarla y ayudarla a todo lo que ella necesite. Yo puedo tramitar su divorcio.

-Eduardo es fuerte en esta ciudad, no será fácil lidiar con él.

-No soy conocido por tener casos fáciles, así que no me preocupa realmente. Cuando tu hermana sea libre podrá elegir lo que ella quiera hacer con su libertad.