La boda abrupta de mi padre casi dos meses después de la muerte de mi madre trajo nuevos cambios a los que me estaba costando trabajo adaptarme, más que nada porque su nueva esposa y sus dos hijas no me lo estaban poniendo fácil pues mientras papá se iba de viaje por trabajo a mí me tocaba aguantar las conductas poco amables de su nueva familia, perdón nuestra nueva familia. Pero después de tres años cuando por accidente escuché a mi madrastra como planeaba casarme con un viejo rabo verde que bien podría ser mi abuelo no tuve más opción que huir hacia lo único que me había dejado mi mamá, una casa en el bosque
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No sabía que hora era cuando sentí el agua fría cayendo sobre mi piel herida y grite de dolor levantándome inmediatamente, mire por encima de mi hombro y eran Kenia y Karen con un balde vacío en las manos, de pronto sentía como toda mi piel ardía como si hubiera fuego en ella y me retorcía de dolor
- No pensabas que dejaríamos pasar el que hayas golpeado a madre, jajajaja sufre un poco, no, un mucho más
Ellas salieron de la habitación pero antes de irse se quedaron de pie en la puerta
- Ah y que no se te olviden tus deberes, no puedes estar de holgazana todo el día
Ellas se fueron pero yo solo tenía en mente quitarme este ardor tan horrible que tenía en mi piel herida, Katy entro en ese momento y me preguntó que pasaba yo le expliqué lo que había pasado y ella reviso mi piel y se dio cuenta de que el agua que me habían lanzado tenía sal, contrario a lo que yo pensaba me dijo que tratara de aguantar pues la sal también era buena secando heridas, yo no creía que algo que ardiera tan horrible fuera bueno pero decidí hacerle caso mientras ella iba a por más carne de nuevo para poner en mis heridas, de nuevo las limpio, dejó la carne un tiempo y después me puso la crema y me dio el té, le dije que tenía que ir hacer mis deberes pero ella no me lo permitió me dijo que descansará al menos ese día y diera un descanso a mi cuerpo, le dije lo que habían dicho Karen y Kenia y ella dijo que se habían ido a comprar vestidos para la boda así que no estaría nadie en casa pues mi padre también estaba fuera. Me quedé en la cama todo el día, Katy me daba vueltas, miraba como estaban mis heridas, me llevaba comida y después se iba a seguir con sus cosas, recuerdos de cuando mamá estaba viva y yo era una niña y enfermaba llegaron a mí y en esos momentos la añore más que nunca. Al anochecer ya podía moverme mejor aún dolía pero ya era tolerable, Katy dijo que era mejor que descansará otro día pero yo me negué pues tenía cosas importantes que hacer, ella insistió en que guardara reposo otro día pero está vez fui yo quién no lo quiso, ella me ayudó a vendar mis heridas y yo me dirigí hacia los establos tomé a Rayo, el caballo de mi madre y me fui hacia la casa que que me había dejado mamá, cabalgar de nuevo en Rayo fue sentirme un poco más cerca de ella, y no pude evitar sonreír, sentir el viento en mi cara tenía un sabor diferente, sabía a libertad. Cuando llegamos me pude dar cuenta de que faltaban demasiados arreglos, tenía agujeros en el techo, los cristales de las ventanas estaban rotas, había que limpiar todo el lugar, pero en lugar de desanimarme, me emocioné al pensar en que pronto haría de esta casa mi hogar.
Regrese a la casa casi al amanecer pues me quedé haciendo una lista de lo que necesitaría para empezar a reparar la casa, Katy me preguntó si estaba bien y me dio otro té para el dolor de nuevo limpio y curo mis heridas
- Nunca me cansaré de agradecerte por todo lo que haces por mí
- No tienes nada que agradecer, niña
Me dedico una sonrisa dulce y salió de la habitación, yo me quedé dormida un rato pues necesitaba energías para el nuevo día. Desperté cerca de la 1 de la tarde y aunque tenía sueño me obligue a levantarme, el movimiento fue brusco y el dolor me hizo dar un respingo y quedarme quieta unos segundos, después me puse mis zapatos y me fui a la cocina pues tenía hambre ahí estaba Katy me dijo que no me había levantado porque quería que descansará, me preguntó si tenía hambre yo asentí con la cabeza y ella me sirvió la comida, realmente estaba disfrutando la comida, la compañía cuando apareció mi padre diciendo que tendría que ir con la modista para que tomara mis medidas para el vestido de novia, yo sonreí sin gracia hacia lo que decía
- ¿Has visto si quiera como has dejado mi espalda? ¿Tú crees que tú querido conde querrá casarse con alguien lleno de cicatrices? ¿que pensaran los demas si la modista corre el rumor de que la señorita Isabella Castello fue con la espalda destrozada? Porque déjame decirte que si me preguntan que me pasó les diré a todo aquel que me quiera escuchar lo que me hiciste
- No me amenaces Isabella
- Es una advertencia padre
