El Último Contratado

Ricardo suspiró aliviado y salió de la habitación de Ethan, Ethan a su vez de repente se puso triste, tal vez estaba cansado de esta amarga vida de soltería y realmente era hora de encontrar a alguien a quien amar y ser amado, “tal vez la próxima vez no lo haga”. Tengo suerte con los números pares y ni siquiera sé si algún día podré amar a alguien”, reflexionó mentalmente mientras recogía sus cosas y salía de la oficina.

En el pasillo se encontró con su secretario y gran amigo, Nelson, Ethan fingió estar enojado y luego le preguntó:

Ethan- ¿Dónde diablos has estado todo el día?

Nelson, como ya estaba acostumbrado al pésimo humor de su jefe, actuó con normalidad como si su alma no estuviera a punto de salir de su cuerpo, sonrió tímidamente y luego respondió:

Nelson- Fui a acompañar a mi esposa a una cita médica y a unos exámenes prenatales, también participé en un curso para padres primerizos.

Mientras hablaba, los ojos de Nelson brillaban, estaba tan emocionado que le tomó un tiempo darse cuenta que Ethan no había estado allí desde hacía algún tiempo, Nelson miró hacia todos lados y no vio a su jefe, por lo que corrió hacia el ascensor, después En fin, Ethan. No podría haber desaparecido del mapa.

*

Cuando Carolina salió de la empresa ya eran más de las 9 de la noche, a pesar de que estaba muy cansada y necesitaba urgentemente una ducha, tomó un taxi y se dirigió al hospital, tiempo después finalmente llegó a su destino, pagó el pasaje y rápidamente salió hacia la entrada del hospital.

Ella está feliz de haber conseguido el dinero, pero está completamente convencida de que se arrepentirá amargamente en el futuro, al fin y al cabo serán 4 meses viviendo con extraños, teme que los padres de Ethan sean tan arrogantes como él, pero no hay forma. Otra forma de hacer las cosas, es cumplir el acuerdo y seguir adelante, lo importante es la vida de tu madre.

Luego de llegar a la recepción, Carolina encontró a Ana sentada y jugando con su celular, como el alma de Carolina estaba un poco más ligera decidió jugar.

Carolina- Ah, por eso las colas en los hospitales siempre son enormes, los empleados están ocupados con sus celulares jajaja.

Ana casi se cae de su silla al escuchar las palabras de Carolina, se llevó la mano al pecho y soltó un suspiro de alivio, pensó que era su jefa, luego de recuperarse del susto, Ana le dio una sonrisa y luego habló en un tono de broma.

Ana- Vaya a sus asuntos señorita Carolina, solo estoy comiendo.

Carolina no entendió las palabras de Ana, así que las añadió.

Ana- Para información, consulta esta última noticia.

Habló y luego le pasó a Carolina su celular, en la pantalla había una foto de Ethan y una hermosa mujer, anunciando el fin de su relación, Carolina no dijo nada, solo sonrió levemente, en 4 meses su foto aparecerá en los periódicos. , pensándolo bien Ella ya tenía dolor de cabeza.

Con el objetivo de olvidar este problema, rápidamente cambió de tema.

Carolina – ¿A qué hora entró mamá al quirófano?

Ana- 8:00 pm. Sabes Carolina, me parece tan hermosa la forma en que tratas a la señora Luiza, ¿por qué la llamas mamá?

Carolina se sentó al lado de Ana, abrió una gran sonrisa y habló con calma.

Carolina- Por agradecimiento, amor recíproco, no sé ni cómo explicarlo, ella me ayudó en un momento difícil, la invité a vivir conmigo y desde entonces me llenó de un amor tan grande que solo pude corresponderle. , Nunca conocí a mi madre, pero Dios me dio a Luiza, ella es mi madre.

Ana al estar débil emocionalmente terminó rompiendo a llorar, al ver esto Carolina sonrió y le dio un abrazo a Ana, ambas crecieron juntas en el orfanato y al cumplir 18 años cada una siguió su propio camino, Carolina se centró en sus estudios y trabajo, Ana no logró adaptarse muy bien y terminó casándose con un hombre 20 años mayor, la relación no funcionó, pero al menos Ana tiene trabajo y puede mantenerse.

A Ana le picaba la lengua al preguntar qué tipo de problema enfrentó Carolina en el pasado, es un hecho que se conocen desde hace mucho tiempo, pero pasaron muchos años sin verse y recién se volvieron a encontrar después de que Luiza comenzó el tratamiento, así pensó Ana. Sería bueno no hacer preguntas.

Estuvieron hablando un rato y como la cirugía estaba tardando mucho, Carolina decidió irse a su casa, sobre todo porque no había comido nada en todo el día y estaba a punto de desmayarse de hambre, Ana se comprometió a llamar si le pasaba algo a Luiza. Aunque muy aprensiva, Carolina tomó un taxi y se fue a su casa.