Isabella Rossi tiene 21 años, es la hija de un famoso empresario y lleva una relación con su novio desde los diecisiete años, solo esperaba graduarse para completar el compromiso que ambas familias han convenido desde hace muchos años, pero los padres de Isabella le dieron a escoger si casarse o no. Ella está muy enamorada de Sebastián Greco un joven apuesto de 25 años que es hijo de otro poderoso empresario, y no tiene dudas de él, pero pronto conoce el engaño de su prometido y su mejor amiga por eso su compromiso quedará disuelto. Al encontrarlo con su amiga él le dice que lo hizo por qué ella no lo representa y es demasiado mojigata, entonces ella decide cambiar tanto su aspecto como sus principios.
Te invito a conocerla.
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Visitas inoportunas.
Franco.
Estaba con ella en el sofá, yo solamente la abrazaba, le dije que se fuera a cambiar, que yo mandaría a comprarle ropa para que se quede el fin de semana conmigo, ella aceptó gustosa, teníamos mucha química, ella se sentía en confianza conmigo y yo aprovecharía eso para darle la confianza y la seguridad que ese idiota le había quitado. Ella salió con una camiseta mía puesta y le quedaba perfecta, Dios mío, esta mujer era una Diosa y era toda mía, se acercó dándole un pequeño beso y me preguntó.
Isabella: Me prestas tu cocina.
Franco: Por supuesto que sí hermosa aunque aquí está mi Nana, ella se encarga de eso.
Isabella: Pues dale libre esta semana para que descanse, yo te quiero atender, puedo.
Ese hermoso puchero me descontroló, le pedí a mi nana que fuera a descansar a una de mis cabañas. Sabía que bella era la única mujer que podía hacer de mí lo que quisiera, bella se puso a cocinar, hizo una rica lasaña e hizo postres, yo no comía dulce, pero mi nena si y por eso había de todo en la casa, luego de cocinar se fue a seguir con los postres se acercó a mí con un postre frío hecho con crema fresas y chocolate y se sentó a mi lado dándome a comer.
Franco: No me gusta el dulce Bella.
Isabella: Anda, solo un poco y no me digas eso si todo lo que estoy preparando es para ti.
Me dio a probar y estaba muy sabroso, pero solo probé un poco y no quise más, hizo un puchero y luego una cara maliciosa, se quitó la camiseta y se recostó en el sofá, yo quede anonadado con semejante cuerpo ante mí está de más decir que yo había tenido un inconveniente allá abajo, ella se puso postre en su cuerpo, debajo de sus pechos y en su abdomen y como idiota me acerque y me comí todo ese rico postre para luego besarla, cuando todo casi se sale de control tocan la puerta rápidamente ella se coloca la camiseta y va a la cocina para ver sis postres.
Al abrir la puerta mi cara era de asombro, se me había olvidado que todos los fines de semana le tocaba a uno de nosotros poner la casa para reunirnos y está vez era mi turno, así que de eso hablaba Esteban, en mi puerta se encontraban mis tres amigos Sebastián, Jerry Arturo, las dos amigas de mi bella, la prometida de Sebastián la mejor amiga de ella una chica que no Conozco y mi tormento Soraya Villarreal.
Todos pasaron con cosas en la mano y bebida, Soraya me abrazo y me saludó con un beso, pero rápidamente la alejé.
Franco: No me vuelvas a besar y mantén tu distancia conmigo.
Lo dije en un tono muy frío más que el de costumbre, todos me quedaron viendo y luego se sentaron en la sala, los chicos iban a llevar las cosas a la cocina y entonces me acordé mi bella, ella venía saliendo de la cocina con un pedazo de pastel y una cucharilla yo me pare de inmediato y ella no se había dado cuenta de la presencia de los chicos.
Isabella: Guapo ten, prueba y dime cómo me quedó.
Franco: Está muy delicioso, hermosa.
Se me olvidó por un momento que no comía dulce y que mi sala había sido invadida.
Isabella: Pensé que tendría que dártelo a comer usando mi cuerpo como plato otra vez.
Dijo coqueta y allí fue que me di cuenta de que nos estaban viendo. Su mirada fue hacia la sala y su cara se tornó de un rojo muy adorable.
Esteban: Isabella estás aquí gusto verte.
Dijo él para romper el momento incómodo, se acercó y la abrazo, cosa que me molestó.
Franco: Ajá si mucho saludo permiso.
Dije quitándolo de encima de ella, él solo sonrió, los chicos la saludaron y Jerry la abrazo y le dio una vuelta cosa que realmente me molestó.
Franco: Jerry no te das cuenta de que tiene una camisa corta.
Dije molesto y la abracé por la espalda para evitar más acercamientos. Todos me veían atónito, pues, era un comportamiento muy ajeno a mí, yo no celaba a nadie y con bella era posesivo y celoso.
Jerry: Vaya que mi amiga te trae bobo, lástima que no eres hombres de relaciones ni noviazgos.
Franco: De que hablas bella es mi novia.
— ¡Qué! —El grito de todos a ella le provocó una hermosa risa, parecía una niña y el rojo en sus mejillas la hacían ver adorable, me volteé y la besé por impulso, al parecer lo de que era si novio, yo me lo había creído y es que la verdad era que no dejaría que se escapara de mí.
Jerry: Franco podemos hablar en privado un momento por favor.
Salimos a un pequeño espacio parecido a una especie de patio y me dejó frío cuando me reclamó por estar jugando con mi bella.
Jerry: Franco, Isabella ha sido mi amiga desde hace mucho y si aguante lo que le hizo Sebastián fue por la amistad que tengo por él y sé que fue un gran error.
Cerro sus ojos con rabia y continuo.
No debí permitir que dañaran a la pequeña Isa, por eso no dejaré que juegues con ella si esos son tus intenciones, pues, ahora mismo se va conmigo.
Que le sucedía a este imbécil, nadie alejaría a mi bella de mí.
Franco: Jerry no creo que esos celos sean de amigo, pero así lo fuesen, no tienes derecho a decidir por ella si se quiere quedar, pero para que estés tranquilo no pienso jugar con ella.
Suspiré, cansado y continué.
Franco: Sabes que siempre les hablo derecho a todas, pero bella es diferente a ella, no la quiero para un momento y ahora sí me permites regresaré con mi bella.
Jerry se fue hacia los demás y cuando me disponía a hacer lo mismo, Soraya me tomó por sorpresa y me besó de inmediato, la alejé y por inercia lleve mis ojos al apartamento y vi a mi bella alejándose de nosotros.