Diana León, una joven de 24 años que lucha día a día por sus sueños. Ilusionada con el amor.
Marcus Smith, un joven de 27 años, hijo de familia adinerada, trabajador, mujeriego y odia el compromiso.
Sus caminos se verán cruzados con una incómoda situación, alguien los ha casado por error y los jóvenes deberán asumir esa responsabilidad sin ninguna otra opción.
Podrán Marcus y Diana sobrellevar la situación sin involucrarse sentimentalmente?
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Capítulo 23
Diana
Despierto, tomo una ducha y bajo a desayunar. Eva ha ido a supervisar la sesión de fotografías que tenía programada para hoy, en el lugar donde fui ayer. Me dijo que hoy tenía el día libre por haber pasado casi toda la noche sola en aquella casa.
Al terminar el desayuno, salgo al jardín a tomar un rato el sol.
Estoy sola en casa, Lucas ha ido con el señor de la jardinería a comprar herramientas y demás cosas que necesitarían para su trabajo, Laura y Rebeca fueron al supermercado por compras. Solo estábamos Apolo y yo en casa.
Tras estar un rato en el jardín jugando con el cachorro, decidí entrar a la casa.
Camina despreocupada, hasta que al cruzar frente al despacho una mano me jaló del brazo haciendo que entrara.
Me llevé un terrible susto, pero luego vi que era Marcus y me regresó el alma al cuerpo.
- Oye! Me espantas - dice con una mano sobre mi pecho.
- Lo siento, pero te vi y no pude contener las ganas de besarte - dice él y besa mis labios.
Un beso dulce y suave. Cuando se detiene deja su rostro pegado al mío.
- Anoche moría de ganas de venir por este beso, pero me tuve que contener - dice él apoyando su frente sobre la mía.
- Marcus, si tu madre se entera de esto me odiará, y no quiero perder su confianza - digo algo preocupada.
- No te preocupes, ella no tiene como enterarse y si lo hace, te prometo que yo daré la cara por los dos - dice él rozando su nariz con la mía.
- Pero entiende que su confianza para mí es muy importante, no quiero decepcionarla - digo mordiendo mi labio.
- Hey, tranquila, no la vas a decepcionar. Y por favor deja de morderte el labio porque me dan ganas de devorarte completa - dice besando mis labios.
Mientras me besaba me colocó sobre el escritorio, tomó mis muslos y los colocó a los costados de su cintura.
Soltó un pequeño gruñido al estar pegado a mi cuerpo.
De pronto la puerta del despacho se abre, Marcus y yo nos detenemos en seco, viendo a la mujer parada en la puerta.
- Lo siento, pensé que no había nadie - dice Rebeca y sale, cerrando de un portazo.
- Ay no, que vergüenza - digo tapando mi boca.
- No te preocupes, es Rebeca, ella es de mi entera confianza - dice Marcus acariciando mi rostro.
- Pero igual me da pena - digo en un susurro.
El solo sonríe, besa mi frente y me abraza.
- A mí me da pena, todo lo que tú ocasionas en mí - dice él mirándome a los ojos.
Solo lo miro unos segundos y volvemos a besarnos.
*
Marcus
2 semanas después...
Estoy en mi departamento, a oscuras de pie frente a los ventanales observando la ciudad.
Es el primer viernes que no salgo a ningún lado, Alex me ha estado llamando, pero le mentí, dije que estaba algo enfermo.
En estas dos semanas he aprovechado cada oportunidad para besar a Diana en algún rincón de la casa de mi madre.
Esa chica me vuelve loco, no sé como ni en qué momento comenzó a gustarme tanto.
De repente, el timbre de la puerta me sacó de mis pensamientos.
Dudé un momento y luego fui a abrir.
- Hola Marcus, espero no molestarte pero no sabía donde ir - dice Olivia con una voz arrastrada, al parecer está tomada.
- Olivia, te sientes bien? - pregunto viendo su apariencia.
- No lo creo, tomé demasiado - dice ella recargándose en mí.
- A ver, ven sientate. Te prepararé un café - digo sentándola sobre el sofá.
Después de prepararle el café, se lo serví en una taza, ella me lo agradeció y lo tomó.
Luego le ofrecí si quería darse una ducha, lo que ella aceptó.
Salió del baño, totalmente reparada.
- Ay, nunca en mi vida vuelvo a tomar así - dice ella agarrando su cabeza.
- Todos decimos eso alguna vez - digo sentado en el sillón individual, bebiendo mi whisky.
- Lamento molestarte, quizás tenías alguna cita - dice ella mordiendo su labio.
- No, para nada, solo me tomaste por sorpresa - respondo despreocupado.
- He esperado que me llames estos días, pero no lo has hecho - dice ella con una mirada analítica.
- Lo siento, es que estuve ocupado - digo viendo a cualquier parte que no sea su rostro.
- Dime Marcus, estás viendo a alguien mas no es cierto? - pregunta ella en seco.
- Olivia, tú no debes hacerme ese tipo de preguntas - digo viéndola de costado.
- Lo sé, y te aseguro que no es un reclamo, se bien que no tengo derechos - dice ella sonriendo.
- Y entonces? - pregunto.
- Es que, cuando te acostabas con otras mujeres, nunca dejabas de hacerlo conmigo. Y ahora, si es que estás viendo a otra chica y ya no te acuestas conmigo, significa que te interesa? - pregunta ella sonriendo de lado.
- Olivia, deberías de trabajar en el FBI - bromeo.
- Entonces es cierto - dice ella cubriendo sus manos con su boca, y me mira asombrada.
- Ya es tarde, si quieres te llevaré a tu casa - digo colocando mi vaso sobre la pequeña barra que tengo en casa.
- A ver Marcus en serio , puedes confiar en mí, de verdad te enamoraste de alguien? - pregunta Olivia.
- No lo sé. Pero bueno, por qué te sorprende? Acaso no recuerdas cuando me decías que debía buscar a alguien que me hiciera asentar cabeza? - digo haciendo un gesto con mis ojos.
- Claro, yo siempre te lo dije. Pero a ver dime, la conozco? - pregunta ella acomodándose sobre el sillón.
- Olivia, no voy a decirte nada - digo sonriendo con arrogancia.
- Marcus dime - suplica ella.
- Es Diana - digo y ella se sorprende.
- Diana, la asistente de tu mamá - confirma ella.
- Así es - respondo.
- Lo sabía, desde el momento en que la conocí lo presentí - dice ella señalandome con su dedo mientras sonríe.
- En verdad, no sé si estoy enamorado, pero me gusta mucho, y la deseo cada vez mas - digo soltando un suspiro.
- O sea, que todavía no te acostaste con ella? - pregunta asombrada.
- Pues no, pero sabes? No siento prisa por hacerlo, es algo extraño - digo pensativo.
- No! Evidentemente sí te enamoraste - dice ella viéndome con sorpresa y alegría a la vez.
Ella es la única mujer que no ha malinterpretado las cosas, siempre tuvo claro que sería solo sexo y jamás intentó algo sentimental.
- Oye Marcus, y cómo crees que lo vaya a tomar la señora Eva? Digo, Diana es su asistente ahora y ya sabes como se pone cuando te relacionas con alguna de sus empleadas. Además Diana fue novia de tu hermano, por lo que me habías contado - dice ella poniéndose seria.
- Lo que diga o piense mi madre me tiene sin cuidado, lo que me preocupa es si Diana ya olvidó a Mauricio o solo intenta olvidarlo conmigo - respondo frustrado.
- Debes preguntárselo directamente, y ahí sabrás la verdad viendo su reacción. Marcus, solo ten cuidado, por lo poco que pude tratar a Diana, pude ver que ella es una muchacha inocente, si no tienes claros tus sentimientos, no la confundas - me aconseja Olivia.
- Tienes razón, primero deberé consultar con la almohada qué es lo que me pasa con ella, para así poder decírselo- digo soltando un suspiro.
- Bueno, ahora sí por favor llevame a mi casa - dice ella poniéndose de pie.