Reina Luna

La luz del sol se asomaba por las ventanas, Aitana abrió sus ojos con esfuerzo, trataba de asimilar todo lo que había sucedido la noche anterior, su rostro se tiño totalmente de rojo cuando todo volvía a su memoria, se sentó en la cama y miro a los lados, escuchó ruido provenir del armario, quiso ponerse de pie, pero sintió un dolor irritante en su entre pierna, miro su cuerpo, llevaba puesta un camisón de seda negro, eran los pijamas que no solía usar.

-Buenos días – Salió Byron del armario, ella lo miro sin poder evitar sentirse avergonzada por lo que pasó la noche anterior, Byron río bajo, incluso sus orejas se habían puesto rojas, se acercó a ella y se arrodillo. - ¿Dormiste bien? – Pregunto acariciando sus piernas.

- Si…- Susurro nerviosa, sin mirarlo a los ojos.

- Mírame- Ordeno, pero ella negó- Creo que lo de anoche estuvo mal, no lo volveré a repetir- Dijo, Aitana lo miro con sorpresa, él río- ¿Te gusto? - Pregunto aun sabiendo la respuesta a aquella pregunta.

- No debes preguntar, si ya sabes la respuesta- Susurro tratando de mantener su mirada a él, Byron acaricio una de sus rojas mejillas.

- Lo sé, solo me gusta escucharte que lo digas…-Respondió, ella arqueo las cejas curiosa.

- Pero…- Dijo nerviosa, Byron desvió su mirada a su cuello, estaba lleno de marcas creadas por él y no solo su cuello, su cuerpo entero lo estaba, incluso había algunas marcas en sus brazos, tal vez se excedió un poco a noche, pero fue difícil contenerse tratándose de ella- Si me gusto- Dijo ella, él la miro de nuevo parecía un tomate de tan roja que estaba, pero incluso eso le gustaba de ella, su pureza.

- Prometo, hacerlo mejor cuando regrese- Se acercó a ella y la beso, Aitana respondió y a pesar del dolor, su intimidad estaba reaccionando a un simple beso. – Debo irme- Susurro terminando el beso, miro como el rostro de Aitana se entristeció- Te veré el domingo, ¿Si? - Dijo y la beso de nuevo.

-Si- Dijo ella, lo abrazo con fuerza, su corazón dolía al tener que separarse de él.

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Después de que Byron se marchó, Aitana estaba incluso desanimada, los días se le hacían eterno, sobre todo las noches, pues él no estaba a su lado, estaba en el jardín tomando el desayuno, era jueves, Irina le hacía compañía como siempre, incluso Fabián lo hacía por breves momentos y usaba el estudio de Byron para trabajar desde ahí, Irina le explicó que él deber principal de Gamma era proteger a la Reina Luna.

-Irina- Dijo Aitana mirando su plato de frutas- ¿Cuáles son las funciones de una reina luna? ¿Son iguales a las de una luna de la manada? - Pregunto curiosa.

-En parte si- Respondió la chica mientras dejaba los cubiertos en la mesa- Aunque en si es solo revisar y autorizar lo solicitado por las lunas de las manadas del reino- Continuo, Aitana asintió incluso pensó que era muy poco las funciones que tenía una reina luna- Hay algo más importante que eso- Dijo dudosa, conociendo a Byron sabía que no querría que ella se hiciera cargo de las verdaderas funciones de una reina Luna.

- ¿Qué es? - Pregunto con curiosidad.

- Bueno, ya te expliqué la función principal de Fabián ¿No?, es decir tu protección es lo primordial para él, por lo que lo demás queda en segundo plano- Le dijo aun dudando en saber si estaba en lo correcto decirle.

- ¿Qué es lo demás? - Preguntó Aitana.

- La seguridad, el Gamma se encarga de eso a falta de Reina Luna, pero en sí ese es el deber de ella, el ejército completo del reino está bajo su mandato y es su deber mantener un buen equilibrio en ellos, es decir, sus entrenamientos, sus horas de descanso, sus jornadas, todo, si hay un ataque, ella es quien dirige la seguridad y la defensa mientras el rey Alfa dirige el contraataque.

- Eso, es algo muy importante- Susurro nerviosa, no se creía capaz de poder llevar a cargo tal labor.

- Lo sé, por eso recibes ayuda del Gamma, en este caso, Fabián, conoce muy bien el ejército y ha sabido darles un arduo entrenamiento, incluso la seguridad de nuestro reino es una de las mejores que existe, la prueba es que hemos tenido muy pocos ataques a comparación con otros reinos que incluso han logrado atacar la capital- Explico. – Estoy segura de que podrás con esa labor y será de mucha ayuda para Drave, él tiene sus propios deberes como rey Alfa, son muchas manadas a su cargo, además de los ataques recientes que han tenido, ha enviado a algunos de los guerreros para auxiliar a las manadas que lo necesiten, sin olvidar que incluso hay manadas que pueden aun traicionarlo, él personalmente ha decidido encargarse de esos deberes – Le dijo, miro que Aitana analizaba cada una de sus palabras.

- Dudo que, él deje que yo asuma mis funciones- Susurro desanimada.

- Si, bueno, ¿Recuerdas cuando te dije que eres su punto débil en todos los sentidos? – Le dijo con malicia, dirigió su mirada a su cuello, aunque trataba de ocultarlo algunas marcas eran visibles.

- ¿Qué quieres decir? - Dijo nerviosa tratando de ocultar las marcas de su cuello.

- Puedes usar esa linda lencería que compramos aquella vez y convencerlo – Dijo con una divertida sonrisa, Aitana se puso roja ante aquellas palabras.

- No lo sé… ¿Crees que funcione? - Preguntó dudosa, Irina comenzó a reír.

- Claro que funcionara, tienes en la palma de tu mano a ese rey Alfa, pequeña- Dijo mientras le pasaba un vaso con jugo de naranja.

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Byron finalmente llegó a su destino, se hospedo en un lujoso hotel, en donde decidió descansar, mañana se encontraría con aquel hombre para recibir su castigo, suspiro, saco su celular y marco a Emilio.

-Sí, ya estoy hospedado en el hotel- Dijo mientras se recostaba en la cama- ¿Cómo está Aitana? - Pregunto, la extrañaba demasiado, no había dejado de pensar en ella durante todo el viaje.

-Ella está bien, Irina le hace compañía todo el día, e incluso Fabián ha permanecido en el palacio, desde ahí realiza sus pendientes- Escuchó la respuesta de Emilio, suspiro, sabía que ella estaba en las mejores manos, sus amigos la cuidarían en su ausencia- Si quieres hablar con ella, marca a Irina, aún debe estar con ella- Continuo.

- No, es mejor así, si escucho su voz flaqueare y querré regresar antes de reunirme con él- Respondió- ¿Cómo vas con los preparativos? - Pregunto, prefería cambiar el tema.

- Todo en orden, ¿Te parece si lo hacemos a finales de mes? - Pregunto, aunque parecía pronto entendía por qué Emilio había decido aquella.

-Sí, has llegar invitaciones a todo el reino, pero no a ningún otro reino – Ordeno.

-Drave no podemos hacer eso, sería descortés y podía crear malos entendidos con los reinos aliados – Cuestionó Emilio y tenía razón, pero Byron no quería arriesgar a Aitana con los reyes aliados.

- Ya sé, pero…bien, invítalos, pero ordénale a Fabián que debe incrementar la seguridad ese día, sobre todo para ella – Terminó.

- Ya está en eso, incluso ha decidido involucrar a los Alfas y Betas de mayor confianza para la seguridad de ese día, incluyendo al Alfa Elías y Beta Marcus, sobre todo Marcus, siendo su padre podrá permanecer más cerca de ella, incluso su hijo podría ser de ayuda- Explicó.

- Perfecto, solo, no quiero que ese joven Alfa se acerque a ella más de lo necesario – Dijo con cierto recelo, escuchó una pequeña risa proveniente de Emilio.

- Rey Alfa, no sienta celos de un mocoso- se burló, Byron soltó una maldición y sin siquiera despedirse colgó la llamada.

Miro su teléfono y pensó que incluso no tenía una fotografía de su querida Aitana, maldijo de nuevo por no haberle tomado una antes, recibió un mensaje de Irina y lo abrió, parecía que esa mujer podía leerle la mente, le había enviado una fotografía de Aitana mientras cenaba con un mensaje después.

- Un día libre de deberes para Emilio y para mí, si quiere más fotos, costara más días libres- leía el mensaje.

-Está mujer- Soltó molesto, pero decidió ignorarla y admirar la imagen de Aitana, estaba de perfil mientras miraba su plato con una sonrisa, miro su cuello aún tenía las marcas que le hizo hace unas noches, se sintió feliz al ver que no las ocultaba del todo.

- Un fin de semana completo, empezando desde un viernes por la mañana, sin molestarlos- Envió el mensaje, no tardó mucho en recibir más imágenes de Aitana, todas diferentes incluso algunas donde ella miraba a la cámara, sonreía, hacía algunas muecas e incluso sacaba la lengua, admiró cada una de ellas, ella estaba feliz eso lo mantenía calmado.