Ariane reencarno en la protagonista de una novela, una de las cual no le gusto el final, así que planea cambiarlo, pues no le gusto para nada que se quedará con el protagonista que la engaño.
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capítulo 7- actuación
Eleonor se rehusaba a salir, pero Aldo insistió, si algo paso, debe saber que fue; después de unos minutos, Eleonor entra a la sala donde Aldo la espera, el rey se sorprende al verle los ojos hinchados y rojos, Eleonor le hace una reverencia.
- me disculpo su majestad, por presentarme en este estado.
- lady Eleonor ¿que le ha pasado? ¿Su padre acaso la esta molestando?
- no majestad, no fue él quien hirió mis sentimientos. Si le digo probablemente no me crea.
Eleonor se sienta cubriendo su rostro mientras solloza, Aldo se acerca a ella, acariciando su cabello.
- si no me dice ¿como sabrá si le creo o no?
- se que no me creerá, esa persona es muy importante para usted.
Aldo se sorprende por sus palabras, pero ya va asimilando de quien se trata.
- dime, no importa de quien se trate, nadie tiene derecho a herir tus sentimientos.
- e-ella me dijo que yo me aleje de usted, que ella me venderá a un burdel, porque solo sirvo para ser una prostituta.
- ¿que? ¿Quien se atreve a decir semejante cosa?
- lady Alice...ella me dijo que me odia y que pronto me sacará de este palacio. Yo solo quería llevar la paz con ella.
- lady Alice...pero ella...
Aldo se niega a creer que Alice haya sido capaz de decir algo así, no, la Alice que él conoce es una mujer muy amable y comprensiva. Deja salir un suspiro y se sienta a lado de Eleonor abrazándola para tratar de calmarla.
- hablaré con ella, no puedo permitir que la trate así.
- Creí que había comprendido mi situación, pero ella en realidad me odia.
Sabe que Aldo aún no le cree y que es probable que no regañe a Alice, pero, la duda ya esta siendo sembrada, lo que realmente la ayudará en un futuro. Tras calmarse, Eleonor le platica como supuesta mente se dieron las cosas, diciendo que ella le dio la bienvenida a Alice y la invito a comer, pero Alice se negó, diciendo que no comería en la misma mesa que una ramera.
- yo le pedí que no me llamará de esa manera. Que creí que ella había comprendido mi situación, pero ella dijo que solo lo hizo ante usted, pero, que si por ella fuese, me vendería a un burdel, porque soy una prostituta que fue vendida por su padre y que por él, es que no me saca porque sabe que le afectaría a usted.
- n-no puedo creer que Alice dijera cosas tan hirientes. Pero, hablaré con ella, prometo que le haré saber que usted solo desea llevarse bien con ella.
- se lo agradezco majestad, no la regañe, no quiero que entre usted y ella, haya una discusión.
- no se preocupe, nosotros estaremos bien.
Poco después, Aldo se retira y le pide a su mayordomo, que mañana a primera hora, pida que envíen traer a Alice, pues necesita hablar con ella, debe escuchar su versión, saber que es lo que esta pasando con ella, quizás sea que aún sigue enojada porque permitió la entrada de Eleonor como concubina. Tal como lo han pedido, el mayordomo va personalmente a dar el mensaje, encontrando a Alice practicando la espada en el jardín, algo que no esperaba ya que siempre ha sido alguien que procura mantener sus modales.
- mi lady, el emperador me envió a buscarla, quiere hablar con usted, antes de partir a su campamento. Sigame por favor.
- imagino Eleonor Dumas, ha hecho su primer movimiento. Bien, yo también tengo mis propios trucos.
En la sala, Alice cubre su rostro mientras llora, estalló en llanto apenas Aldo le mencionó todo lo que Eleonor le dijo, Aldo se acerca tratando de acariciar su cabeza, pero Alice le pega la mano y le mira con enojo, aún con lágrimas en los ojos.
- no puedo creerlo, debo aguantar que tu amiga sea tú concubina y ahora vienes a reclamar que le hice daño ¿por qué mejor no rompes el compromiso y te casas con ella? No voy a seguir soportando esto.
- lady Alice...n-no es así, yo no la estoy reclamando. Solo quería saber su versión de lo que paso.
- ¿que paso qué? Nisiquiera se de lo que me habla. No voy a soportar estos insultos a mi persona. Sobre el campamento, olvídelo, no iré a ninguna lado.
Alice se pone de pié y sale corriendo del lugar, Aldo trata de seguirla, pero ella le grita que la deje en paz, que no quiere verlo más, Eleonor desde el otro lado del jardín, observa la situación y sonríe, tal como quería, han tenido una pelea, por lo que el rey esta vulnerable. Alice llega a su habitación y se tira en la cama, pero, se limpia las lágrimas, comenzando a reír, sin duda su actuación fue perfecta, con ello, tendrá al rey rogando por verla, pero, no lo hará, eso ayudará a empujarlo más a los brazos de Eleonor. Aldo fue a buscarla, diciendo que tiene todo listo para el campamento, pero es Hilda quien salió a decir que Alice no desea ir, Aldo la aparta y se dirige a la habitación de la albina.
- Lady Alice por favor, no necesita ponerse así. Creí que todo estaba bien entre nosotros.
- lo estaba hasta que me acuso de insultar a su querida amiga...no, a su concubina.
Alice creyó que ya se había ido, pero ahí estaba del otro lado de la puerta.
- por favor abre, hablemos, yo, no creo que hayas sido capaz de decirle cosas tan crueles, tal vez estabas enojada...
- me insulta majestad, ni estando enojada diría tales cosas, váyase, no quiero verlo.
Por más que Aldo insiste, al final debe rendirse, ya que Alice se mantuvo en silencio, se retira, para después ordenar que los sirvientes regresen todo, pues ya irán a ningún lado. Saly le dice a Eleonor, que el campamento se canceló, algo que no le gusto, pues esperaba que Aldo la llevase solo a ella, pero, no es tan importante, ya que al menos, se han peleado.
Los días habían pasado, Alice procuraba tener sus tres comidas al día en su residencia, no asistía aún cuando el rey la mandaba buscar, Eleonor aprovechaba esos momentos para permanecer cerca de Aldo y hacerle compañía, en el consejo real, ya se sabía que entre el rey y su prometida había problemas, que ambos ya no se veían juntos como solía ser antes.
- majestad, si me lo permite, quizás debería encontrar otra prometida.
- una mujer que no acepta a la concubina, de su esposo, es inaceptable, ella ya sabe que es por el bien del linaje.
- estoy de acuerdo majestad, necesita una mujer más obediente y de mejor estatus.
- basta, un pequeño problema no afectará mi compromiso. Hablemos de cosas más importantes.
Aldo procedió a pedir que se hagan los reportes del día. Alice se entretenía en su jardín, practicando con la espada, en ese mundo es necesario saber defenderse también, Eleonor que había ido a verla, observa, pero sonríe con burla.
- mírala, haciendo algo tan, ridículo.
- no se como su majestad la prefiere a ella, usted es mejor, lady.
Menciona Saly quien también se ríe. Hilda le informa a Alice que Eleonor estaba ahí, así que se detiene, mirándola parada en el pasillo que da al jardín.
- no sabía que le gustará actuar como una plebeya jugando con espadas.
- plebeya o no, al menos sabre defenderme. ¿Que hace en mi residencia? No recuerdo haberla invitado, mejor váyase.
- pero, yo solo quería venir a hablar con usted, quiero que nos llevemos bien, usted ya ha visto que mis intenciones no son quitarle a su majestad.
- no me importa, largo de aquí, si no quieres que te corte un brazo.
- ¡lady Alice! ¿Que esta diciendo?
Aldo quien había llegado, se acerca a Alice y le quita la espada con la cual ya estaba apuntando a Eleonor, la cual al ver a Aldo, comienza a llorar, con Saly tratando de consolarla.
- solo digo la verdad, si quiere que viva en paz con ella, alejela de mi vista.
Dicho esto, Alice le quita la espada y se va hacía la casa, siendo seguida por Hilda, Aldo piensa en seguirla, pero Eleonor finge desmayarse, así que se acerca para cargarla de regreso a su residencia, ya hablará con Alice cuando este más tranquila.
- míralo, tan tonto. La verdadera Alice Blanc, era igual de tonta, al volver con un protagonista tan nefasto.
Habla consigo misma, mientras observa desde su ventana, a Aldo cargar a Eleonor.